Feijóo: Los gallegos no queremos que nos impongan una lengua, tenemos dos

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido este miércoles a los partidos que no conviertan la lengua en un motivo de confrontación y ha asegurado que los gallegos no quieren que se les imponga una lengua determinada cuando tienen dos.

Durante la sesión de control en el Parlamento gallego, Núñez Feijóo ha asegurado, a preguntas de PSdeG y de BNG sobre la agenda “recentralizadora” del PP de Pablo Casado en cuestiones como la lengua, entre otras, que en Galicia seguirán en vigor las leyes actuales.

“El problema es intentar coger otra vez el idioma como un arma arrojadiza, no cuenten con nosotros. Los gallegos no queremos que nos impongan una lengua cuando tenemos dos”, ha defendido el presidente gallego en respuesta a la portavoz del BNG, Ana Pontón.

Además, en una respuesta posterior al portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, ha reiterado que la política lingüística que va a seguir en vigor en Galicia es “la aprobada por el Gobierno (gallego) y el Parlamento (autonómico)”.

“Me habla de una ley que no existe”, le ha dicho al diputado socialista sobre la propuesta de Pablo Casado sobre lenguas y función pública en comunidades bilingües, y ha recomendado a ambos portavoces que utilicen las “declaraciones enteras de los partidos”, ya que, según ha defendido, el líder del PP “dijo que el modelo de Galicia es el ejemplo en las comunidades bilingües”.

Además, el presidente gallego, cuestionado por la ampliación de competencias propuesta por el PSdeG ha señalado que recientemente ha escrito a la ministra de Economía, Nadia Calviño, para que ingrese a Galicia 170 millones de euros -comprometidos en los presupuestos de 2018 en dos anualidades- y también para que le permita gastar “en sanidad” los 125 millones de euros de “superávit” con los que cerró el año.

“Eso es autogobierno, el resto son discursos”, ha asegurado Núñez Feijóo, que ha reprochado al portavoz socialista que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitase todas las Comunidades Autónomas en el ejercicio de su cargo menos Galicia, a la que únicamente vino esta semana con las elecciones ya convocadas y a un acto de partido, por lo que interpreta que el autogobierno gallego a Sánchez le interesa poco.

Fernández Leiceaga ha reprendido a Núñez Feijóo por responder con “anécdotas” a los temas serios planteados, como la pretendida recentralización de competencias impulsada por el líder del PP.

“Aunque dice que no es evidente para todos, también para usted, que flota en el ambiente conservador en España una pulsión recentralizadora a partir de la visión falsa del resultado del estado de las autonomías, que es un éxito rotundo (...) La agenda de VOX está carcomiendo la agenda de los partidos conservadores en España y estamos preocupados porque usted adopta como instrumento el silencio, se pone de perfil”, ha asegurado el diputado socialista.

Ana Pontón, más centrada en el tema de la lengua, ha condenado que Pablo Casado, “fiel heredero de la caverna de Aznar”, haya tendido “la osadía de decir que hay que prescindir del gallego para un empleo público en Galicia”.

El mismo dirigente, ha recordado, que días antes “explicaba a las mujeres lo que era estar embarazada”.

Pontón ha reprochado a Núñez Feijóo haber protagonizado “uno de los momentos más tristes de este país” a cuenta de “la patraña de la imposición del gallego para lograr un puñado de votos”, por lo que le ha pedido que “no repita ese episodio”.

Núñez Feijóo ha considerado “un sarcasmo” y “una broma” que una diputada que se ha aliado electoralmente con “HB Bildu y ERC” dé “lecciones de extremismo”.

En cualquier caso, ha insistido en que Galicia es “rica” desde el punto de vista lingüístico, ya que tiene dos lenguas y ha señalado que “el gallego en Galicia solo es un problema para quien quiere que sea un problema”.

“Nuestro discurso es el de la mayoría de la gente; bilingüismo cordial y hablar cada una de ellas como nos dé la gana”, ha dicho Núñez Feijóo, que ha concluido: “Nos acusan de recentralizadores, de seguir los designios de Madrid... Y otros, como VOX, dicen que soy nacionalista. Mire por dónde, los extremos se tocan”.