El PP saca el ventilador en el Senado para intentar salpicar de corrupción a los demás partidos
El Senado fue este jueves del PP. Protagonizó toda la jornada en la primera sesión de comparecencias de la comisión de investigación de la financiación de los partidos que impulsó en la Cámara Alta como respuesta a la que se creó en el Congreso, con el amplio acuerdo de la oposición, para investigar la corrupción que afecta al partido de Mariano Rajoy.
La estrategia de los conservadores quedó clara: poner en marcha el ventilador para salpicar al resto de formaciones, a las que acusó de incurrir en ilegalidades.
El portavoz del partido que está investigado en la Audiencia Nacional y cuya caja B ha quedado acreditada en sede judicial mantuvo la misma táctica durante toda la jornada, que comenzó con el plantón del resto de formaciones a lo que consideran una “farsa” de comisión y se dividió en cuatro sesiones con las comparecencias de los responsables de las cuentas de Podemos y Ciudadanos y de los exgerentes del PSOE.
La idea de Luis Aznar estaba clara: tratar de manchar a todos los partidos. De hecho, hizo declaraciones a los periodistas tras cada uno de los interrogatorios con un mismo formato: los responsables de las cuentas habían evidenciado, según su criterio, la comisión de irregularidades en materia de finanzas. No tuvo respuesta de ningún partido y se llevó el protagonismo de una de las Cámaras mientras en el Congreso desfilaban todos los tesoreros del PP imputados por la financiación ilegal del partido y la actual por la destrucción de los ordenadores de Luis Bárcenas.
“Lo raro es que solo se haya hablado de la financiación del PP”, afirmó antes de sugerir que por eso los partidos que han abandonado la comisión y no volverán a participar en ella “quieran reventarla”. A pesar de sus duras acusaciones, Aznar reconoció que no acudirá a la Fiscalía para denunciar las supuestas irregularidades: “Nuestra misión no es hacer un juicio que corresponde a los jueces, sino investigar, profundizar en los sistemas de financiación”.
Aznar se documentó para interrogar a los responsables de las cuentas de los partidos de la oposición a los que preguntó por presuntas irregularidades cometidas incluso en rincones municipales. Le bastó para el que era su propósito: quería mostrar que todos son iguales. Una actitud que enerva al resto de formaciones, que siguieron las comparecencias por el circuito interno e incluso algunos parlamentarios desde la sala de prensa.
De Amy Martin al 'crowdfunding' de Pedro Sánchez
Aznar sacó la conclusión de que la financiación del PSOE es “la más opaca”. Al primer compareciente socialista, Xoan Cornide, le interrogó sobre la compra de sedes socialistas de las que no existe informe de tasación. Para el PP, el exgerente del PSOE admitió que había irregularidades: “Son déficits de gestión ordinaria o irregularidades administrativas”, señaló Cornide. El argumentario del PP recoge que algunas de esas sedes “fueron compradas por particulares”.
La condonación de las deudas al PSOE fue otro apartado relevante. Insinuó que los bancos le perdonaron la devolución de millones de euros (que cifró en un total de 40) cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó al Gobierno. “Parece peccata minuta para ellos. Nos ha dicho que más que una condonación ha sido una buena negociación”. Para Aznar ese ajuste con los bancos impide al PSOE volver a hablar de que el PP fue “dopado” a las elecciones. También sacó a relucir las 108 operaciones de crédito que no figuran en las cuentas enviadas al Tribunal de Cuentas por un valor de unos ocho millones de euros.
Del escándalo de Amy Martin, Aznar pasó a cuestionar la campaña de crowdfunding de Pedro Sánchez para las primarias. Antes incluso de que pase por la fiscalización del Tribunal de Cuentas, el portavoz del PP aseguró que se trató de una “campaña ilegal”: “Tiene más agujeros que un queso Gruyère”. El exgerente del PSOE Gregorio Martínez evitó pronunciarse sobre la idoneidad de esa fórmula de financiación que cuestionó durante la campaña.
El PP siguió la misma estrategia de sembrar dudas sobre el resto de partidos desde la mañana. Embarró la comparecencia del responsable de las cuentas de Podemos insinuando, sin pruebas, que el partido de Pablo Iglesias se nutre de contratos públicos de administraciones municipales gobernadas por Podemos o coaliciones en las que está Podemos. “Este tipo de contratos que se dan a personas, cooperativas y empresas cercanas a Podemos nos hace dudar que no tengan alguna fórmula de reversión al partido”, expresó Aznar.
El trabajo años atrás de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón para la fundación CEPS fue otro de los argumentos de Aznar para sugerir que Venezuela financió el germen de Podemos y censuró que el teléfono de Pablo Iglesias estuviera pagado por la empresa de Hispan TV, canal iraní con el que emite un programa.
El portavoz del PP se llevó la conclusión de que el responsable de las cuentas de Podemos reconoció dos irregularidades: el crowdfunding y las donaciones finalistas. “La cuestión de la finalidad es que puedas condicionar la actividad política de un partido. Pero estamos hablando de aportaciones de 19 euros de media”, rebatió Daniel de Frutos, que le recordó que en la ley hay un vacío legal ya que “no aparece la palabra crowdfunding”.
Aznar extrajo la misma conclusión de la comparecencia del responsable de finanzas de Ciudadanos, Carlos Cuadrado, a quien echó en cara el sistema para recibir fondos de los grupos municipales o los pagos de sedes con dinero público: “Es curioso que un partido que predica y parece que lleva la bandera de la limpieza y nos fustiga a todos cada día sea el que comete el 67% de las irregularidades que detecta el Tribunal de Cuentas”. “Él dice que son errores cuando son ilegalidades”, aseguró. “Van aprendiendo a base de trompicones”, continuó Aznar, que recibió un golpe de Cuadrado: “Hay otros que no aprenden nunca”.
El PP seguirá adelante con el plan de trabajo que revolvió a todos los grupos de la oposición y que provocó el primer plantón a la comisión. La idea es que los conservadores no pretenden fijar un calendario hasta finales de agosto. El PSOE sostiene que el resto de comparecencias avanzarán en función de cómo marche la investigación de la contabilidad B del PP en el Congreso.