Silencio total de Rivera y Ciudadanos sobre el piso de lujo de Sarasola en el que vivió dos años
La nueva dirección de Ciudadanos que preside ahora Inés Arrimadas ha impuesto el silencio absoluto sobre la vivienda que el empresario hotelero Kike Sarasola cedió a Albert Rivera en pleno centro de Madrid y en la que residió durante casi dos años el entonces presidente de Ciudadanos cuando era diputado. Nadie públicamente ha salido a dar explicaciones y solo el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, al ser preguntado este miércoles en una rueda de prensa, afirmó: “Vivirá donde le dé la gana, con todo el respecto a su pregunta, faltaría más que yo me metiera a valorar donde vive”. “En política se nos tiene que juzgar por las decisiones políticas que adoptamos y no por donde vivimos”, insistió el vicepresidente regional y presidente de Ciudadanos en Madrid. En su opinión, Rivera no tiene por qué dar explicaciones por los dos años que pasó en ese piso en pleno centro de Madrid porque “ya es un ciudadano anónimo”.
En realidad, cuando disfrutó de esa vivienda de 300 metros cuadrados ubicada a unos cientos de metros del Congreso, en una de las zonas más codiciadas de la capital, Rivera era el líder del partido, ejercía como diputado y como tal estaba obligado a declarar sus bienes y gastos en el registro de la Cámara, una medida que trata de fiscalizar el patrimonio de los parlamentarios para evitar enriquecimientos por razón de su cargo.
Aparte de Aguado, el mutismo en Ciudadanos es absoluto. Fuentes consultadas por esta redacción siguen el argumentario y enmarcan la noticia como algo que concierne únicamente “a la vida privada de Rivera”.
Pero aquella vivienda no se trata de un piso cualquiera. Está situada en la calle Barquillo número 7, junto a la Plaza de Cibeles, en una de las zonas más exclusivas de Madrid, lo que propiciaba que el expresidente del partido pudiera ir andando hasta el Congreso para trabajar en su despacho y asistir a los Plenos. La aplicación informática del BBVA calcula un precio de alquiler de esos inmuebles de 4.816 euros mensuales, que el portal de Idealista rebaja a 4.000. El sueldo de Albert Rivera en el Congreso durante 2016, uno de los años en que ocupó la vivienda, era de 4.778 euros mensuales.
Antiguos miembros de la Ejecutiva de Ciudadanos reconocen que sabían que “vivía por allí” pero dicen que desconocían el sitio exacto y que kike Sarasola, un empresario que llegó a participar en actos del partido, era su casero. “Albert solía ser muy discreto con sus cosas y con su vida privada”, afirma uno los consultados, que no duda de que allí Rivera podría haber mantenido reuniones con dirigentes de su núcleo duro. “Si lo hizo a mí nunca me invitó”, ironiza otro.
Las fuentes de la dirección consultadas también se han negado a comentar si el partido pagaba el alquiler del piso propiedad de Sarasola ni la estrecha relación que mantenía Rivera con el empresario madrileño. Hay que recordar que la formación sí reconoció en su día que abonaba la suite del Hotel Eurobuilding que Rivera ocupó durante unos meses cuando dejó de vivir en Catalunya y se vino a probar suerte a Madrid.
Rivera no contesta y silencia a tiempo su canal de Telegram
Rivera, que no ha respondido a las llamadas de eldiario.es, durante los últimos días, también guarda silencio en las redes sociales, donde últimamente se ha mostrado muy activo. Tampoco se ha pronunciado en sus dos canales de Telegram, uno de ellos “oficial”, que acaba de abrir para conocer la opinión de sus seguidores y simpatizantes sobre temas de actualidad. Ambos ardían durante todo el miércoles con todo tipo de comentarios, entre ellos, el abandono de la militancia y su renuncia al escaño del empresario Marcos de Quinto como consecuencia del apoyo que Inés Arrimadas, está dando a las prórrogas del estado de alarma, una noticia que se conoció a mitad de la tarde.
Rivera cerró la posibilidad de enviar más comentarios al chat la noche del martes, poco después de que este diario publicara la exclusiva de su piso y cuando la noticia empezaba a correr por la redes sociales. El exdirigente de Ciudadanos agradeció con un breve mensaje las opiniones que habían dejado escritas hasta entonces centenares de participantes en relación al acto que protagonizó la semana anterior en un webinar, en el que anunció su intención de crear una “red de líderes en el cambio”. “Gracias a todos por vuestras opiniones, son muchas y valiosas por lo que tenemos que ir cerrando el grupo para ir procesando todo entre mi equipo y yo”, se despidió, y desde entonces no ha dado más señales.
Los que sí han opinado, y no precisamente para defender a Rivera, han sido muchos militantes en los chats que mantienen entre ellos en las agrupaciones. En algunos de Madrid los comentarios son de decepción y de indignación contra el anterior líder del partido.“Decía que venía a regenerar la vida política”. “Lo que quería regenerar era su vida personal y patrimonial. Qué poca vergüenza”, critica uno de estos militantes madrileños.
Por su parte, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, ha reclamado saber si los dos pisos de lujo del empresario hotelero Kike Sarasola donde residieron el expresidente de Cs Albert Rivera y donde vive actualmente la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fueron un regalo a estos políticos a cambio de que promovieran o rechazaran ciertas leyes.
“Albert Rivera dos años en un piso de lujo de Kike Sarasola. ¿Lo pagó o fue un regalo? ¿Cuántas leyes votó durante esos dos años? ¿Alguna afectaba al bolsillo de grandes hoteleros como Sarasola? Háganse las mismas preguntas sobre Ayuso, quien comparte generoso casero con Albert”, ha escrito Echenique en un mensaje en su cuenta de Twitter.
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