Un juez de Tarragona ha archivado la investigación abierta tras la muerte del mantero de Salou (Tarragona) Mor Sylla, que falleció el pasado 11 de agosto al caer de su balcón durante una redada policial, ante la falta de indicios sobre la participación de ningún mosso en el “fatal desenlace”.
En un auto, que se puede recurrir, el titular del juzgado de instrucción número 4 de Tarragona acuerda archivar el caso al no encontrar “elemento alguno que permita sostener que la acción de algún agente de la policía de los Mossos d'Esquadra rompió el nexo de causalidad entre el riesgo que el finado asumió al encaramarse a la parte exterior del balcón y el fatal desenlace que su acción determinó”.
El juez ha archivado la causa al entender que no ha resultado “debidamente justificada” la comisión de ninguna infracción penal, sin perjuicio de que el hermano de la víctima pueda plantear acciones civiles o de cualquier otra naturaleza.
El hermano del mantero fallecido presentó el mismo día de los hechos una denuncia en los juzgados ante las sospechas de que la muerte podría haber sido causada por un agente de la policía catalana que intervino en la redada, ya que, según su versión, uno de los compañeros de piso podría haber visto que un agente cogió a su hermano y lo precipitó por el balcón.
Un compañero de piso de la víctima llegó a asegurar ante las cámaras que vio a un mosso forcejear con Mor Sylla, aunque posteriormente se retractó en el juzgado y sostuvo ante el juez que no vio nada.
La muerte del mantero, de 50 años y origen senegalés, derivó en una jornada de incidentes en Salou, donde varios amigos y compatriotas de la víctima protestaron contra la actuación policial.
En su escrito, el juez recuerda que, según su declaración en sede judicial, ninguno de los compañeros de piso de Mor Sylla -todos ellos fueron detenidos en la redada contra un grupo acusado de importar productos para el top manta- vio ni presenció “ningún tipo de contacto físico” entre el fallecido y los agentes de los Mossos d'Esquadra.
Además, también han corroborado la versión mantenida desde el primer momento por la consellería de Interior -que negó cualquier tipo de contacto físico entre los agentes y el fallecido- los tres testigos protegidos, que vieron la escena desde la plaza de Sant Jordi de Salou, a la que da el balcón de la vivienda por la que se precipitó Mor Sylla.
El juez, que a finales de agosto exploró tanto el balcón como la terraza de un bar desde donde los testigos protegidos vieron lo ocurrido, concluye que, una vez practicadas todas las diligencias, “no existe indicio alguno que permita inferir la participación de ningún agente de los Mossos d'Esquadra” en el fallecimiento de Mor Sylla.
“Desde la distancia que me separa del momento en el que sucedieron los hechos denunciados, me resulta prácticamente imposible describir con la precisión de un cirujano qué sucedió exactamente, qué pretendía Mor Sylla cuando accede a la parte exterior del balcón y cuál fue su intención última”, remarca el juez.
“Es complicado acceder a los arcanos más íntimos de las personas en determinadas ocasiones. Lo que sí puedo afirmar, una vez practicadas todas las diligencias que he considerado necesarias para el esclarecimiento de los hechos, es que no advierto indicio alguno que me permita sostener la más mínima duda acerca de la participación de los agentes de los Mossos d'Esquadra en el fallecimiento de Mor Sylla”, sostiene el magistrado.
El juez apunta que puede “sospechar que quizás” Mor Sylla “pretendía escapar, o trató de procurarse algún tipo de ocultación a la acción policial”, si bien insiste en que no ha encontrado “elemento alguno” para sostener que la acción de algún mosso provocara la muerte del mantero.
En su escrito, el juez recuerda que desde el principio “todas las sospechas” se centraron en la agente de los mossos encargada de controlar a Mor Sylla en la entrada y registro de la vivienda, en el marco de la redada contra el top manta.
Sin embargo, da credibilidad a la versión de esta agente, que es “coherente” con la de un testigo protegido, ya que sostuvo que cuando entró en la habitación el mantero salió corriendo hacia el balcón, dio un salto y se colocó detrás de la barandilla, tratando de descender, como si intentara huir de la vivienda.
“Cuando esto sucede, la agente todavía estaba en el interior de la habitación”, remarca el juez, que subraya que la policía se acercó entonces hacia el balcón pero que, cuando llegó a asomarse, el mantero “ya cuelga desde el toldo, desde donde cae a la calle”.
El juez de Tarragona mantiene activas otras dos investigaciones paralelas: una sobre la red de la que supuestamente formaba parte el fallecido, en la que el 11 de agosto hubo doce detenidos acusados de importar productos para el top manta de Turquía y Reino Unido, y otra sobre los incidentes en Salou en las protestas por su muerte, por las que ya ha habido siete arrestados.