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Arrimadas encarga a Villacís recuperar el impulso de Ciudadanos perdido en Madrid, herencia de Aguado

La vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, se ha convertido casi a la fuerza en una pieza fundamental para Ciudadanos en una plaza fundamental como es Madrid después del hundimiento de la formación en las elecciones del 4M. Hace dos meses y medio, Villacís declaraba a El País que no sabía si iba a repetir como candidata de Ciudadanos al Ayuntamiento de Madrid en 2023. “Tengo que darle muchas vueltas. No hago cálculos a largo plazo”, replicaba en una larga entrevista en la que, sin embargo, dejaba claro que pasase lo que pasase iba a continuar en la formación liberal. Además, afirmaba que en la Comunidad de Madrid el partido iba “a construir un proyecto en dos años basado en el municipalismo”. “¿Y quién lo va a dirigir?”, le preguntó el periodista. “No hay que correr”, respondió la vicealcaldesa de Madrid.

La dirigente madrileña tiene el encargo de remontar la adversa situación que se le presenta a Ciudadanos de cara a las elecciones municipales y a las nuevas autonómicas de la primavera de 2023. Una vez desaparecido de la vida política Ignacio Aguado, que dimitió de todos sus cargos tras ceder la candidatura regional a Edmundo Bal, la líder del partido ha depositado en la vicealcaldesa todas sus esperanzas de cara a esa doble cita con las urnas.

La tarea no es fácil porque Ciudadanos se dejó el pasado 4 de mayo los 26 diputados que Aguado había logrado en 2019 en la Asamblea regional y, aunque mantiene cierta cuota de poder municipal, las encuestas no apuntan nada bueno para el partido en la capital. La posibilidad de que desaparezcan también en el Ayuntamiento sobrevuela por la sede de la calle Alcalá. Así que a Villacís, una vez que ha aceptado el encargo de Arrimadas de ser coordinadora del partido en Madrid, le toca arremangarse para ver qué puede hacer para sobreponerse a la pésima situación de la que parten y de la ahora varios dirigentes culpan a su antecesor, por las malas relaciones que mantuvo con el PP y especialmente con la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, olvidando que la moción de censura en Murcia fue la que desencadenó el adelanto electoral en Madrid. Y en eso está Villacís.

De momento, se ha rodeado de gente de su confianza y ha nombrado para su equipo a Silvia Sáez como secretaria de Acción Institucional; a Francisco Rosillo, como secretario de Comunicación; y a Miguel Ángel Lezcano, como responsable de Organización. Los puestos restantes los dejará para septiembre con el inicio del nuevo curso político. A Sáez, considerada el brazo derecho de Villacís en el Ayuntamiento, donde ejerce como asesora del grupo, le ha encargado sellar los pactos que Ciudadanos cerró en 2019 con otros partidos –fundamentalmente con el PP aunque también mantienen unos cuántos con el PSOE–, y “dinamizar” los grupos municipales.

Cambios de piezas y primeras tensiones

Tanto ella como Lezcano, que fue uno de los fundadores del partido en Madrid y ha sustituido en el cargo a César Zafra, se están encargando de realizar cambios en algunas portavocías. Uno de los afectados ha sido el hasta ahora portavoz y vicealcalde de Alcobendas, Miguel Ángel Arranz, que estaba llamado a sustituir en el cargo al actual alcalde del PSOE, Rafael Sánchez Acera, en virtud del pacto suscrito entre ambos partidos al inicio de la legislatura para alternarse en el poder. Pero Villacís, en connivencia con los socialistas, ha decidido que el que aspire a ese cargo sea Aitor Retolaza, cuarto teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana, lo que ha soliviantado a Arranz que ha retado al partido y ha dejado escrito en su cuenta de Twitter que se presentará para ostentar el bastón de mano.

Otro de los afectados por los cambios fue Bernardo González, el hasta junio portavoz de Rivas Vaciamadrid, que fue sustituido por Jorge Badorrey. González considera injustificada su destitución y se dio de baja como afiliado de Ciudadanos en julio, pero permanece en el grupo como “independiente”. Desde entonces asegura que está siendo objeto de mobbing y así lo ha denunciado ante la Guardia Civil y posteriormente también ante en el juzgado de Arganda.

El edil, que vive en Coslada, asegura a esta redacción que detrás de su cese están Lezcano, que además de ser ahora responsable de Organización es el portavoz del partido en Alcalá de Henares, y la propia Silvia Sáez. Según explica, en 2019 la formación le pidió que encabezara la lista de Rivas ya que está muy vinculado a ese municipio en el que reside su hijo. A lo largo de su mandato ha tenido varios rifirrafes con Lezcano por los que ahora dice que éste le “está pasando las facturas pendientes”. “Sáez, a la yo no conocía de nada, fue la tomó la decisión de mi cese como portavoz”, relata.

El concejal de Rivas, además, no entiende por qué ahora algunos culpan a Aguado de esta situación: “Ignacio no tiene ningún tipo de culpa de lo que ha ocurrido en Madrid, han sido las malas decisiones y los errores cometidos a nivel nacional los que nos han metido en esto sin comerlo ni beberlo”, afirma, y señala como uno de esos “errores” la falta de “comunicación a nivel interno”, como el hecho de desconocer que se iba a presentar la moción de censura en Murcia “que nos pilló a todos con el pie cambiado”. Ahora piensa que solo afectó a Madrid porque si hubiera habido más elecciones en esas fechas “el partido habría caído como un castillo de naipes”. Según avisa, la nueva dirección regional “va a hacer una limpia”, poco a poco, de todos los cargos de confianza que designó Aguado.

De acuerdo con el relato de fuentes del partido a esta redacción, una de las cosas que quiere Villacís es que César Zafra, que fue el número dos de Aguado y tras la debacle electoral dejó también todos sus cargos, renuncie “voluntariamente” a puesto de vocal en la Ejecutiva Nacional para que lo ocupe alguien de su nuevo equipo. Zafra ha sido muy crítico con la actual dirección del partido a la que tildó de “incompetente” culpándola de la contundente derrota electoral, como dejó patente en una reunión interna del partido publicada por ESdiario.

El que ha logrado mantenerse en el equipo de Villacís es el expresidente de la Asamblea regional, Juan Trinidad, a quien la vicealcaldesa de Madrid ha decidido colocar como asesor al ser una persona que conoce bien el funcionamiento institucional.

El nuevo secretario de Comunicación regional, Fran Rosillo, rechaza las críticas contra los cargos de confianza designados por Villacís en el actual Comité Autonómico de Madrid y asegura que responden “a valores, meritocracia, trayectoria profesional y capacidad de diálogo con cargos y afiliados”. La propia vicealcaldesa de Madrid dijo en declaraciones públicas que los nuevos cargos serían “muy especializados”, casi tecnócratas, según sus palabras.

Según traslada Rosillo a esta redacción, en esa misma línea, “se trata de perfiles con vocación, implicación y sobre todo conocimientos técnicos para las tareas que se le encomiendan”. “En mi caso -añade- creo que es obvio que Begoña busca un profesional con experiencia en la materia, lo que aporta ante todo una tremenda coherencia. La comunicación es una tarea importante en la política, no se entiende que quien la lidere no tenga trayectoria profesional. Ese es el mayor cambio que observo en esta nueva etapa, que se están buscando perfiles técnicos, aquellos que más puedan aportar con conocimientos y experiencia, algo que como sabemos por desgracia es poco habitual en la política española”.

Más concordia que enfrentamiento con el PP

La versión del entorno de Villacís es que buscan que “todo el mundo se sienta representado” para no soliviantar más a los críticos. La vicealcaldesa persigue implantar en toda la región el “modelo del Ayuntamiento de Madrid”, donde los conflictos con el PP de José Luis Martínez-Almeida se han resuelto con deportividad. Al menos puertas hacia afuera. “Vamos a pedirles lealtad, la misma que nosotros ofrecemos, tanto al PP como la PSOE”, afirmó públicamente la nueva líder de Ciudadanos en Madrid, cuyas tensiones con Aguado se evidenciaron en varias ocasiones en el pasado. Para justificar sus diferencias a la hora de abordar la relación el PP y con el PSOE –más en clave de concordia que de enfrentamiento–, la vicealcaldesa precisó: “La política local va por otros derroteros”.

La intención de Villacís es reivindicar su gestión propia ante la “subalternidad” que generan los gobiernos de coalición. Alcobendas es una oportunidad de oro, pero ya amenaza tormenta antes de que el nuevo alcalde tome el bastón de mando.

Ciudadanos gobierna en solitario solo en tres municipios madrileños (Valdemoro –donde el alcalde está bajo la lupa de la justicia–; La Acebeda y Villarejo de Salvanés). En el resto de localidades donde tocaron poder en 2019 tienen acuerdos con el PP (15), con el PSOE (8) o con partidos independientes (5).