Aznar y Redondo Terreros añoran los 90: “Ahora podemos ir nosotros a cambiarnos de sexo”
Los supuestos intentos por “disolver la nación” y “deconstruir el sistema constitucional” de una España alternativamente “en riesgo”, “desmembrándose” y “amenazada”“ atribulan al expresidente del Gobierno José María Aznar, que ha charlado distendidamente esta tarde, no obstante, con Nicolás Redondo Terreros, dirigente del PSOE en el País Vasco hacia finales de los 90 y hoy ”socialista periférico“, bien a la derecha de la militancia. Redondo Terreros es a la vez presidente del Club Siglo XXI de Madrid, donde ha tenido lugar el encuentro. Ambos –sobre todo el segundo– desearían que los tiempos fuesen menos convulsos hoy y hubiese espacio para el pacto entre el ”centro izquierda y el centro derecha“, que representaban, a su entender, el PSOE y PP cuando ellos eran protagonistas.
Moderó el debate el subdirector de El Mundo Jorge Bustos, que lamentó que la socialdemocracia esté “abocada a la extinción” y ya no tenga líderes como el alemán Willy Brandt o el sueco OlofPalme. Los programas económicos de uno y otro estaban a la derecha de lo que hoy plantea Podemos, pero el periodista presumiblemente se refería a su estatura política. Resulta, según Redondo Terreros, que el PSOE de los 90, el de la etapa última de Felipe González y sus efímeros sucesores hasta la primera fase de Zapatero era “reformista, más centroeuropeo que mediterráneo, nacional, autónomo y con vocación mayoritaria”. Ahora ya no. ¿Qué ha pasado? Según Aznar, la globalización, la revolución tecnológica y la pandemia han dado pie al surgimiento de “fuerzas muy radicales”. La crisis financiera internacional de 2008 y sus ramificaciones no fueron objeto de debate.
En el año 2000 se firmó el pacto contra el terrorismo, cuando Aznar gobernaba con mayoría absoluta y Zapatero era tildado de “Bambi” en las tribunas de prensa. Un escenario como aquel sería deseable para abordar “todo lo que hay que hacer para enderezar el país en el ámbito de la economía”, en palabras de Redondo Terreros. Según Aznar, reformas para limitar el déficity la deuda, apuntalar una “seguridad social imposible de mantener” y acometer una “transición energética sin locuras”.
Redondo Terreros estuvo a punto de ser expulsado del PSOE por defender a Isabel Díaz Ayuso en 2021. Pidió disculpas y el expediente que le abrieron quedó archivado. Hoy difiere abiertamente de la línea del partido, por ejemplo, respecto a la reforma de los delitos de sedición y malversación, algo “dolorosísimo”, que “rompe principios básicos del Derecho desde la Transición” y que ha contribuido a que “Catalunya pueda estar mejor” pero que Catalunya “seguro que está peor”.
Los viejos políticos convinieron en que la Transición fue modélica y Aznar juzgó oportuno citar a Hannah Arendt al respecto del peligro que supone perder la capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso. Le escuchaba entre el público, entre otros cargos del PP, Ángel Acebes, que junto al expresidente sigue defendiendo hoy en día que la autoría de los atentados de Atocha el 11 de Marzo de 2004 no está del todo clara. Estaban en la audiencia, atentos, otros populares de la ejecutiva actual, como Esteban González Pons y Elías Bendondo, coordinador general.
Chistes con la ley trans y avisos contra el peligro separatista
Aznar, cómodo, hizo chistes de gran éxito entre el público, por ejemplo, uno a cuenta de la ley trans: “Podemos ir nosotros tres ahora a cambiarnos de sexo”. Tras la carcajada general, habló retadoramente sobre el nacionalismo catalán, al que considera históricamente condenado al fracaso cuando aspira a la independencia, “por su incompetencia”. Redondo Terreros no llegó tan lejos, toda vez que tanto él como Aznar se habían mostrado de acuerdo minutos antes, a cuenta del devenir de España, de que los condicionantes históricos no son insuperables.
¿Está mejor hoy que hace 15 años el País Vasco, siquiera? La respuesta no es definitiva, según Aznar, pues, aunque ETA ya no exista, “Bildu es socio activo del Gobierno” y ante eso hay que tener “cuidado”. Aznar hizo esta reflexión tras un debate en el que reiteró con gravedad de estadista cuestiones generalmente aceptadas como que “una cosa es la discrepancia y otra la discordia” o que “la libertad es lo que salva las democracias”. Redondo Terreros asentía. Ambos se consideran amigos, Aznar tuvo palabras de recuerdo para el recientemente desaparecido Nicolás Redondo padre, líder histórico de la UGT. El hijo entiende que se puede debatir “lejos de la discordia trincherista”. Aznar considera que, al igual que “Churchill contra los nazis” hay que ser firme contra el intento “de llevar el país a los extremos”, en los que él, se sobreentiende, no se encuentra.
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