El Banco Mundial mostró su “gran preocupación” por los Papeles de Panamá en los que salía Soria
Los Papeles de Panamá han sido la mayor revelación de la historia sobre compañías opacas secretas, más de 200.000 sociedades offshore que manejaba el bufete panameño Mossack Fonseca. Entre ellas, la del exministro de Industria José Manuel Soria y su hermano. Ambos aparecen en los papeles como directores de una empresa en un paraíso fiscal.
El 3 de abril de 2016 se inició la publicación de los datos en medios de todo el mundo y el 14 de ese mismo mes, el Banco Mundial (BM) tomó posición. Su presidente, Jim Yong Kim, alertó del “tremendo efecto negativo” que tiene la evasión fiscal en la lucha contra la pobreza en el mundo, en referencia al escándalo. Durante la conferencia de prensa de apertura de la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional y el BM, Kim dijo en Washington que la evasión fiscal a través de la creación de empresas en paraísos fiscales como las destapadas en los papeles de Panamá es un asunto de “gran preocupación”. Añadió que esas personas que evaden impuestos “deben tener cuidado”.
A miles de kilómetros de esa reunión y tan solo un día después, José Manuel Soria –que se puede convertir en uno de sus directores ejecutivos– dimitía tras una semana de comparencias con datos falsos, mentiras y ocultación de información en España. El exministro se resistió a dejar el cargo, pero finalmente dejó el puesto, achacando su decisión a problemas de comunicación y no a su vinculación con los Papeles de Panamá.
Las advertencias del presidente del BM ante los evasores no han sido obstáculo para que el Ministerio de Economía hiciera público el viernes por la noche, in extremis y tras la votación de investidura, que propone a José Manuel Soria como uno de los 25 directores ejecutivos del Banco Mundial. Su nombramiento tendrá que ser validado por 189 gobernadores, un paso protocolario en el que se suele aceptar sin reparos la propuesta de los países.
El salario de Soria será, si finalmente es aceptado, de 226.000 euros al año, libres de impuestos. Según las normas de organización del BM, su trabajo consistirá en reunirse “normalmente al menos dos veces por semana para revisar las actividades de la institución, incluida la aprobación de préstamos y garantías, nuevas políticas, el presupuesto, las estrategias de asistencia a los países y las decisiones en materia de créditos y cuestiones financieras”.
El Banco Mundial tiene un código ético que aplica a los directores ejecutivos, el puesto de Soria, pero no especifica nada concreto sobre la evasión o el dinero en paraísos fiscales. Sin embargo, sí glosa que, tanto al directivo como a su familia cercana, se le hará un amplio informe financiero.
También hace mención a que sus trabajadores deberán “mantener los más altos estándares de integridad en su conducta personal y profesional y observar los principios de buen gobierno”. También que evitarán conductas que puedan acarrear “descrédito o apariencia de impropiedad”.