Casado planea tocar las listas del PP para colocar a más afines: los candidatos del 28A no tienen garantizado repetir

Por última vez en la breve XIII Legislatura, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, reunió este jueves en el Congreso a sus 66 diputados y 69 senadores para agradecerles su trabajo de los últimos tres meses y explicar las líneas maestras de la campaña electoral del 10N que comenzará formalmente el próximo 1 de noviembre pero en la que los partidos ya están inmersos. La mayoría volverá a concurrir a las nuevas elecciones generales y, por tanto, participará en la próxima reunión de los Grupos Parlamentarios Populares una vez se constituyan las nuevas Cortes. Pero no todos.

Casado planea volver a intervenir en las listas electorales para beneficiar a los dirigentes afines y situarlos en puestos de salida. Los candidatos del 28A no tienen por tanto garantizado que vayan a repetir en la nueva cita con las urnas. Dirigentes populares consultados por eldiario.es explican que el líder del PP pretende hacer “pequeños cambios” para adaptar las candidaturas a sus intereses y colocar a los suyos.

Ni siquiera está garantizado que repitan los cabezas de lista. Aunque tras la reunión de este jueves muchos de los asistentes daban por hecho que los números 1 para las elecciones del 10N serán los mismos que los del 28A, fuentes de la dirección nacional del PP explicaban a este diario que aún “no está decidido” que vaya a ser así. La configuración final se decidirá en Génova 13, la sede nacional del partido, durante las próximas semanas y, en todo caso, antes del 7 de octubre, último día para presentar listas ante las Juntas Electorales Provinciales.

La candidatura, que, según los cargos populares consultados, podría sufrir más cambios sería la que encabezará el propio Casado, la de Madrid, en la que el líder del PP está planeando colocar a nuevos representantes del aznarismo, corriente a la que ha dado fuerza interna desde su triunfo en las primarias de 2018 con nombramientos como el de la portavoz en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo –que sí quiere repetir como cabeza de lista por Barcelona, pese a la debacle del 28A– y con la integración de muchos de los colaboradores más estrechos del expresidente en su equipo.

Rellenar huecos

Una vez constatado el fracaso del 28A –el PP obtuvo el peor resultado de su historia–, Casado se vio forzado a recolocar a muchos de los candidatos que fueron en esa lista madrileña: Daniel Lacalle (número cuatro) decidió renunciar al escaño para centrarse en su papel de gurú económico del partido; Andrea Levy (número 6) optó por quedarse como concejal en el Ayuntamiento de Madrid; Javier Fernández Lasquetty (número 10) es ahora consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid y el torero Miguel Abellán (número 12) fue colocado por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, como nuevo director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de Madrid.

Todos esos huecos se completarán con dirigentes afines al líder del PP y, según adelantó el miércoles Europa Press y ha sido confirmado a este diario por cargos populares, con políticos vinculados al ala más liberal el partido y a la fundación FAES que preside José María Aznar. Uno de los nombres que más suena para ocupar esos puestos es el del subdirector del Gabinete de la Presidencia del Gobierno Gabriel Elorriaga.

Otra comunidad en la que se podrían dar cambios es Andalucía. Eso es lo que intentará, al menos, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, que se siente reforzado internamente al ser uno de los dirigentes con más poder institucional y precursor de los acuerdos del PP con Ciudadanos y Vox.

“Me parece razonable que intentáramos entre todos mejorar algunas listas electorales, con aportaciones de las direcciones regionales y provinciales”, aseguraba el presidente andaluz en una reciente entrevista en Onda Cero. “Hay que aprovechar la oportunidad para buscar unos candidatos con más tirón, que sirvan de refresco, que tengan fortaleza y respaldo social y que impriman una dosis de un poquito de más ilusión y credibilidad”, sentenciaba.

El papel de Moreno Bonilla

En las últimas generales, la dirección nacional del PP renovó a todos los cabeza de lista al Congreso en las provincias andaluzas, excepto a Carlos Rojas en Granada. En muchos casos lo hizo sin el consenso de la ejecutiva regional, lo cual molestó a Moreno Bonilla y creó un conflicto interno entre la dirección nacional y la autonómica.

Javier Aureliano García, presidente de la Diputación de Almería, sustituyó al ex portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando; María José García Pelayo, ex alcaldesa de Jerez, encabezó la lista por Cádiz en sustitución de Teófila Martínez; Andrés Lorite fue número uno por Córdoba; el mediático padre de la niña Mari Luz, Juan José Cortés, por Huelva; el periodista Pablo Montesinos fue el fichaje estrella para Málaga; María Luisa del Moral en Jaén; y la ex eurodiputada Teresa Jiménez Becerril encabezó la lista de Sevilla.

Dirigentes de la más alta responsabilidad de la dirección del PP aseguran que las listas se irán cerrando en las próximas semanas, aunque por el momento no hay fecha para que se reúna el Comité Electoral Nacional, órgano encargado de ratificar todas esas candidaturas antes de enviarlas a las respectivas Juntas Electorales provinciales.

La cúpula de los populares se resiste además a dar por perdida la opción de España Suma, coalición que el PP pretende conformar con Ciudadanos y Vox y que dirigentes populares ya admiten en privado que no tiene ninguna opción de prosperar ante el 'no' rotundo de los partidos de Albert Rivera y Santiago Abascal. No obstante, Casado insistirá en ello en cada una de sus intervenciones públicas al menos hasta el próximo 29, último día para poder presentar coaliciones ante las juntas electorales.

El relato de la derrota

Este jueves Casado reivindicaba la “generosidad” de la fórmula de España Suma: “Es una propuesta inteligente, seria y necesaria que hubiera evitado esta situación de bloqueo”, señalaba, hablando de esa opción en pasado y, por tanto, dando a entender que ya ha aceptado que el PP concurrirá en solitario a pesar de que, según los cálculos de Génova, de presentar listas propias, los populares volverían a quedar por detrás del PSOE, que ganaría las elecciones.

“Tenemos que unirnos para ganar, tenemos que ganar para poder gobernar, y solo gobernando podremos unir a España”, añadía Casado ante sus diputados y senadores. El líder del PP insiste en que “la fragmentación del voto en el centro y la derecha es el mayor salvavidas de Pedro Sánchez”. El presidente de los populares ya está construyendo el relato por si vuelve a perder los comicios: la culpa será de Ciudadanos y Vox, que no quisieron reunificar al electorado del centro derecha.