Una jueza procesa al comisario Villarejo, su mujer y un periodista por la grabación de una reunión entre Policía y CNI
La magistrada María Pilar Martínez Gamo ha concluido la investigación contra el comisario José Manuel Villarejo; su esposa, Gemma Alcalá; y el periodista que trabajaba en el medio de ésta Carlos Mier, por la grabación y difusión de una reunión entre tres agentes de Asuntos Internos y dos del CNI en la que abordaban la investigación al Pequeño Nicolás.
La magistrada considera que hay indicios contra los tres por revelación de secretos y ordena transformar las diligencias previas en procedimiento abreviado, el equivalente al procesamiento para delitos castigados con menos de nueve años de cárcel.
Los investigadores creen que Villarejo introdujo un sistema de grabación que se activaba a distancia en el móvil del comisario jefe de Asuntos Internos cuando ocurrieron los hechos, el 20 de octubre de 2014, y que así se grabó la reunión, que luego fue revelada por informacionsensible.com, la web que dirige la mujer del comisario. El contenido del audio fue difundido posteriormente en su integridad por infolibre.com.
El auto de la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid considera “indiciariamente acreditado” que el 20 de octubre, el periodista Carlos Mier telefoneó desde su móvil al comisario Marcelino Martín-Blas, jefe de Asuntos Internos, y que a través de esa llamada “se efectuó la grabación de la conversación que en ese momento se estaba manteniendo en las dependencias policiales”.
“Grabación que se capturó y transmitió por canal telefónico desde el lugar de la reunión objeto de grabación a otro terminal receptor, siendo el registro definitivo por vía aérea”, añade la resolución razonada de la jueza. La llamada del periodista al jefe de Asuntos Internos dura 13 minutos y 9 segundos. Cuando Mier cuelga llama inmediatamente a Villarejo. El comisario Martín Blas negó en sede judicial haber recibido esa llamada.
Dos días después, relata la jueza, Información Sensible publica una información en la que se refiere a la reunión, de carácter secreto, y en la que incluye un señuelo: “Un miembro del CNI que desde el principio se opuso a la intervención telefónica de los móviles de Nicolás, ha hecho llegar de manera anónima al entorno del joven un breve extracto de una conversación entre el comisario Marcelino Martín Blas y unos espías...”.
Los medios que difundieron la grabación señalaban que de su contenido se deducía que el CNI y Asuntos Internos habían infringido la ley para mantener la intervención telefónica al Pequeño Nicolas, lo que la investigación judicial descartó posteriormente.
El auto de la jueza complica aún más la situación de la cúpula de Interior en tiempos de Fernández Díaz. La magistrada afirma que si Villarejo supo de la celebración de la reunión con anterioridad fue por su “vinculación” con el entonces director adjunto operativo, comisario Eugenio Pino, número dos de la Policía y artífice de la brigada política.
La imputación de Gema Isabel Alcalá, la mujer de Villarejo, viene dada por el hecho de dirigir el medio en el que Mier trabajaba “por libre” y, por tanto, de su “necesario conocimiento del encargo llevado a cabo” por su marido, así como por la llamada que el periodista la realizó “pocas horas antes” de que se llevara a cabo la grabación. La jueza 'procesa' a Villarejo y al periodista por revelación de secretos y a Alcalá como cooperadora necesaria.
De otro lado, la jueza archiva la acusación contra Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el Pequeño Nicolás, al no encontrar “indicio racional” de que participó en los hechos. Ahora, las partes tienen 20 días para presentar su escrito de acusación o solicitar el archivo.
