Las preguntas sobre la caja B del PP que Correa se ha negado a contestar

Francisco Correa estaba citado este jueves en la Audiencia Nacional para que abriese la caja B del PP, una causa en la que hasta ahora no se ha podido demostrar que los empresarios que donaban al partido lo hacían a cambio de adjudicaciones de obra pública. El presunto cabecilla de Gürtel es el único que podía reabrir el caso, pero ha elegido no hacerlo.

Ante el juez José de la Mata se ha remitido a su declaración en el juicio sobre la primera época de la trama. No puede aportar nada más, ha asegurado. Esas palabras y su insistencia en que quiere colaborar con la Justicia, pero en otras causas, han acabado con la paciencia del magistrado, que le ha reprochado que quiera colaborar “a la carta”.

Correa ha tardado solo unos minutos en echar al traste las expectativas de las acusaciones -ADADE, IU y Observatori Desc-, cuya insistencia ha servido para que la Fiscalía apoyase la reapertura de la causa. Con el cabecilla de Gürtel acudiendo a declarar desde la cárcel, donde cumple ya su primera condena, los abogados de las distintas acusaciones esperaban que se prestase a colaborar.

Muchos de ellos han optado por dejar constancia de sus preguntas, ante la negativa de Correa a contestar a ninguna de ellas. Estas son algunas de las cuestiones sobre las que no se ha pronunciado, evitando que su testimonio ayude a la Audiencia Nacional a enjuiciar la financiación en negro del PP.

El inicio de los amaños a cambio de mordidas

A Correa le iban a preguntar por el inicio de su fructífera relación con el PP. Lo señaló en la confesión que entregó a eldiario.es y lo explicó ante el tribunal del juicio de Gürtel. “Vamos a intentar hacer gestiones para cuando salen los concursos públicos de la Administración, intentar favorecer o adjudicar a algunos empresarios que luego van a colaborar con el partido”, fue la propuesta que, según su testimonio, le hizo Luis Bárcenas.

El extesorero del PP, imputado en esta causa, “fue el creador y director de todos estos hechos” en 1996, según recoge el documento con la confesión de Correa. “Se ocupaba del diálogo con los políticos y yo con los empresarios” aseguró el empresario, que ya cumple una condena de 13 años por los contratos de la Gürtel en Valencia, donde han sido condenados los principales cabecillas. Las acusaciones no han podido pedir detalles sobre esta confesión.

El sistema para recaudar el 3%

Tras la propuesta de Bárcenas se puso en marcha el mecanismo de cobro de mordidas. Es el pilar del caso, el relato de cómo las grandes empresas pagaban comisiones a cambio de resultar adjudicatarias de los grandes proyectos de obra pública durante el Gobierno de José María Aznar.

“Reunía a un empresario que nos daba la licitación para ver si la obra podía ser para nosotros, yo se lo pasaba a Luis Bárcenas, que lo gestionaba con el correspondiente ministerio. Si el empresario conseguía la obra, yo pagaba la comisión del 2% o del 3% a Génova”, fueron las palabra exactas de Correa durante el juicio de Gürtel, en el que se prestó a una colaboración medida con la Fiscalía.

Sin documentación, sin los detalles que conocen Bárcenas y el propio Correa, es difícil que el juez opte por mantener esta vía de investigación abierta. Aunque las adjudicaciones de aquella época se correspondan con las anotaciones de los papeles de Bárcenas, el testimonio del cabecilla de la trama es fundamental para evitar que se cierre el caso.

Los ministerios que amañaban

Durante su estudiada confesión en el proceso que se sigue en la Audiencia Nacional sobre la primera época de Gürtel, Correa frenó antes de dar el nombre de con quien se gestionaban esos amaños. Solo mencionó, de pasada, que los contratos públicos venían de “diversos” ministerios como Fomento o Medio Ambiente, pero nada más.

Eran obras que principalmente adjudicaba Fomento, dirigido entre 2000 y 2004 por Francisco Álvarez-Cascos. Pero no salió su nombre ni el de ningún otro ministro o funcionario público, en parte porque la fiscal Concepción Sabadell no le preguntó por ello. No era objeto de esa causa, y la incógnita debía ser desvelada en la pieza separada sobre la caja B, donde Correa se ha negado a dar nombres.

Algunas acusaciones tenían pensado también pedir el detalle de las obras que habrían servido para financiar ilegalmente al PP. IU ha consignado varias preguntas al respecto, en las que piden a Correa que detalle obras de carreteras o líneas de AVE de las que se dedujeron el 3%.

Y los empresarios que pagaban

En la confesión de Correa faltan nombres de políticos, pero también de empresarios. Solo mencionó de pasada que los amaños se hacían con grandes empresas como OHL, ACS y Dragados. No dio nombres de empresarios ni ningún otro detalle.

Esas y otras empresas aparecen como donantes en los papeles de Bárcenas, el documento que sustenta las sospechas sobre que pagaban a cambio de obras. Pero nunca se ha podido demostrar que esas donaciones eran finalistas, como dijo en el juicio el propio Correa. Muchos de esos empresarios desfilaron por la Audiencia Nacional para acabar desimputados por falta de pruebas, que el líder de la trama también se ha negado a aportar.

Uno de esos empresarios también ha declarado este jueves ante el juez De la Mata. El constructor Alfonso García-Pozuelo aparece como donante de unos 260.000 euros, y su empresa Constructora Hispánica resultó adjudicataria en multitud de concursos públicos. Aunque decidió colaborar con la Fiscalía en el juicio de Gürtel, este jueves ha optado por guardar silencio.

El camino que recorría el dinero

“Cuando se producía una adjudicación los empresarios me entregaban, siempre en efectivo, el importe de la comisión, que yo posteriormente trasladaba a Luis Bárcenas, después de deducir mi participación. El importe de la comisión que se cobraba a los empresarios era normalmente del 2/3% dependiendo del importe”, escribió Correa en el documento que entregó a eldiario.es.

En una de las grabaciones que le hizo el delator de la trama, Jose Luis Peñas, Correa alardea de que le ha llevado a Bárcenas 1.000 millones de euros. Ese dinero era para el PP y venía de las obras, como admitió durante el juicio, en el que llegó a decir que entraba a la sede del PP por el párking. Lo hacía gracias a una tarjeta especial como la que tenían los miembros de la dirección, evitando así el control de seguridad de la entrada principal, aseguró.

Fundescam y la campaña del 'tamayazo'

Las acusaciones tenían previsto preguntar a Correa por una de las revelaciones de su confesión, que ha vuelto a estar de actualidad por las investigaciones del juez de Púnica sobre la financiación ilegal del PP de Madrid. “La segunda campaña del PP (la del Tamayazo) la pagó en parte FUNDESCAM, y no el PP de Madrid”, apuntó el cabecilla de Gürtel.

Ahora el juez Eloy Velasco tira de ese hilo ante las sospechas de que los empresarios donaban dinero a Fundescam a cambio de contratos de los gobiernos de Esperanza Aguirre. El dinero de la fundación servía luego para pagar los gastos electorales. Aunque Correa así lo reflejó en su confesión, tampoco ha querido dar detalles sobre este asunto.

¿Por qué no habla?

Algunos abogados intuyeron en los últimos días que el principal acusado del caso Gürtel no iba a hablar. A pesar de sus ofertas públicas de colaboración, que verbalizaba su abogado Juan Carlos Navarro, algunos letrados ya iban dispuestos a que Correa no contase nada nuevo sobre la financiación irregular del PP, y pensaban preguntarle por sus razones.

Así, IU ha consignado varias preguntas que querían hacerle, como si tiene algún trato con alguien para evitar tirar de la manta, o si no lo hace porque teme las posibles consecuencias. Correa no ha contestado a ninguna, y se ha ido de la sala de declaraciones de la Audiencia Nacional sin explicar por qué su voluntad de colaborar con la Justicia no alcanza a la caja B del PP.