Entrar en las listas de Vox: un mensaje, un DNI, ningún filtro y el partido falsifica la firma
-Me han comentado que estáis buscando ayuda para integrar las listas municipales.
-Sí, sí, mujeres.
-Quería saber cómo podemos hacer...
-Muy fácil. Con que mandes la fotocopia del DNI, suficiente. No necesitamos nada más.
La conversación tiene lugar el día 2 de abril a través de una llamada telefónica con el máximo responsable de Vox en Bizkaia, Valeriano Arrieta. La formación está buscando gente para completar sus listas en Euskadi. La petición partió de la aplicación de mensajería Telegram. Un anuncio pedía ayuda “urgente” para ultimar las candidaturas a las elecciones municipales del próximo 26 de mayo en las tres provincias de la comunidad autónoma. “Cómo bien sabéis ser de Vox en algunos lugares de España no es nada fácil” explicaba el anuncio.
eldiario.es decidió comprobar qué tipo de controles establece la formación de Santiago Abascal para configurar estas listas. Esta periodista decidió responder al anuncio e inscribirse para fiscalizar el proceso de selección. Y una vez hecho el trabajo, avisó al partido para que la eliminasen de los listados, antes de que se cerrase el plazo de presentación de candidaturas y cuando su nombre ya estaba en las oficinas centrales de Vox en Madrid.
La experiencia vivida en primera persona revela que Vox, al menos en Euskadi, no establece filtros para seleccionar a sus candidatos y ha servido para detectar algunas irregularidades. Un dirigente del partido encargado de reclutar aspirantes se ha comprometido a falsificar las firmas de los integrantes de las listas para agilizar el proceso. Las pruebas de estas prácticas obran en poder de eldiario.es.
La conclusión es que basta con una llamada de teléfono y un e-mail con una fotocopia del DNI. No hay que responder preguntas y cumplir ese trámite es suficiente para entrar en las listas de Vox para los comicios municipales. En el caso de esta periodista el lugar asignado fue la candidatura del municipio bilbaino de Erandio.
“No es la definitiva pero los que vais de relleno es improbable que os movamos más”, me corrobora finalmente un portavoz desde una cuenta oficial del partido el pasado 9 de abril, tras días de intercambio de correos electrónicos y unas cuantas llamadas de teléfono para conocer la candidatura exacta en la que iba a acceder.
Aunque el mensaje de Telegram precisaba que los aspirantes debían incluir en el correo, junto al DNI, una nota de autorización de cesión de nuestros datos, nadie en todo este proceso, en el que me he registrado con mi nombre y apellidos reales, me lo ha exigido.
El camino para convertirme en candidata de Vox comienza el 2 de abril a través de la primera conversación telefónica con Valeriano Arrieta, presidente del partido en Bizkaia, y un posterior correo electrónico con el DNI, enviado el 3 de abril.
Tal y como consta en las comunicaciones con el partido, he permanecido en la lista durante 12 días, hasta que la formación ha enviado a la sede de Madrid las candidaturas antes de ser presentadas oficialmente. En todo el proceso los controles no han existido. El partido se encuentra en pleno proceso de expansión –las afiliaciones se han multiplicado a raíz del éxito en las elecciones andaluzas– y las sedes están desbordadas.
“¿Tenemos que saber algo?”, les consulto a la hora de inscribirme como aspirante en una segunda conversación telefónica que se produce el 3 de abril. “Nosotros no vamos a pedir nada. En Madrid no sé si están pidiendo de todo a los candidatos, pero aquí desde luego no”, responde el máximo responsable del partido en Bizkaia.
Al final de todo el camino, cuando mi nombre ya estaba en la sede central de Madrid, comunico vía e-mail y Whatsapp que se me borre de las listas a través de sendos mensajes enviados el pasado 15 de abril, con tiempo suficiente para que la formación pudiera sustituir mi nombre y presentar las listas electorales ante las Juntas Electorales de Zona –correspondientes a las provincias–. Para ello todos los partidos tienen de plazo hasta el 22 de abril, según establece la Junta Electoral Central en base a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).
La formación en Bizkaia no ha querido hacer ninguna valoración al respecto ni responder a las preguntas de este medio sobre los controles que establece el partido y las irregularidades detectadas. “Como bien sabe tu medio, desde Comunicación y Prensa de Vox no queremos tener ningún tipo de colaboración con vosotros. Y mucho menos con ese tipo de prácticas periodísticas de dudosa ética que acabas de realizar. Adiós”, responde Arrieta una vez que le comunico las anomalías que presenta su selección de candidatos.
Desde Gipuzkoa, un hombre que prefiere no dar su nombre y que responde “en representación del presidente” de la formación, contesta después a las cuestiones planteadas. Asegura que los filtros están en Madrid, donde el partido “verifica todos los nombres de candidatos”, entre otras cosas, “si tienen antecedentes penales, si ha cometido alguna irregularidad o si se ha colado alguna persona que no tiene nada que ver con esta cuestión”. Es en la capital donde, asegura, “están los medios para hacerlo”.
No obstante, especifica que sus explicaciones son respecto a Gipuzkoa. Sobre la falsificación de firmas que se me ha ofrecido, alude a que en este tipo de procedimientos “usted puede mandar una firma escaneada y se autentifica. Igual ese era el procedimiento el que iban a hacer, pero a eso yo no le puedo contestar”. En realidad, mi nombre figura en una lista en Bizkaia, así que cuando planteo que eso no es lo que me comunicaron desde allí, me indica que “probablemente estaba en fases muy tempranas cuando le dijeron eso”.
Por otro lado, asegura que Euskadi “tiene la triste tradición” de que los partidos “tengan que rellenar las listas con personas que no son de los pueblos”. “Vox, como tiene pocos militantes y en los últimos tiempos está aumentando, echó mano de los simpatizantes y les pidió que si se querían presentar”. Esa es toda la explicación para la oferta de firmar por mí la aceptación de la candidatura.
Vox ha estado buscando candidatos (en especial, candidatas) a través de este llamamiento masivo y sin controles ante la imposibilidad de completar las listas y por el temor que, apuntan sus dirigentes, sigue existiendo en Euskadi. “El miedo sigue instalado a pesar de que los voceros de lo políticamente correcto dicen que hay paz. No la hay. Y tampoco hay libertad para los que nos sentimos españoles”, alegaba el mensaje de Telegram que inició la búsqueda de nombres. En estas semanas he hablado con el presidente de Vox en Bizkaia un par de veces. En la primera, me confirma que ellos se encargan de todo y que me integrarán en la lista en la que tengan hueco en Gipuzkoa o en Álava, puesto que en Bikaia, me dice en un primer momento, ya están completas. El llamamiento es para las listas de las municipales del 26 de mayo. En ningún momento me especifica el nombre de ningún municipio.
“Pero, ¿tendré consecuencias de algún tipo?”, interpelo en la primera llamada cuando todavía estoy solicitando información sobre la oferta. La respuesta es rotunda. “No, consecuencia ninguna. Lo único es que vas a aparecer en la papeleta. Cuando lo publique el BOE tu nombre aparecerá en la lista”, me explica. La publicación de las candidaturas proclamadas en los Boletines Oficiales Provinciales se producirá el próximo 30 de abril, de acuerdo con los plazos establecidos por la Junta Electoral Central.
“Cuando haya que presentar las candidaturas a la Junta Electoral, nosotros lo que es el documento de aceptación de candidatura lo hacemos por ti, lo firmamos por ti y punto. Luego si quieres saber en qué lista te han metido, nos preguntas”, dice el máximo responsable del partido en Bizkaia, con toda normalidad.
“De relleno”
En todo momento, todas las comunicaciones aluden a que nuestros nombres son “de relleno”. “Ahora estamos rellenando listas. Bizkaia ya la tenemos acabada y ahora estamos pasando a toda la gente nuestra, que nos sobra, a Álava o a Gipuzkoa. Y también a Navarra les estamos pasando algunos...”, explica el presidente en Bizkaia en la primera conversación telefónica. “Es para los pueblos –puntualiza– ten en cuenta que no puedes presentarte en dos municipios diferentes. Te lo digo porque algunas personas estaban en varias listas y, claro, al final...”.
Vuelvo a llamar a la formación en una segunda ocasión, un día después de enviar el DNI para corroborar que no existe ningún filtro más y trasladar algunas otras cuestiones. “Dependiendo de la población...Pero normalmente a partir de cuatro aquí no creo que tengamos muchas opciones”, aclara Arrieta cuando le pregunto en qué números solemos ir los que estamos haciéndolo mediante esta vía.
-No creo que salgamos...¿no?, le reitero.
-No, en principio no. ¡Ojalá! Son sitios que estás de relleno y ya está. Ni se te vuelve a molestar.
En esta segunda conversación telefónica, el responsable provincial del partido explica que este es un primer paso del procedimiento para conformar las listas y que, una vez completas, las tendrá que revisar el partido en Madrid. Después, comenzarán los trámites oficiales ante las Juntas Electorales de Zona, que “tendrán que aprobarlas”. Para enterarme de en qué candidatura iré y “conseguir una papeleta para tener un recuerdo” me recomiendan que introduzca mi nombre en Internet una vez que los Boletines Oficiales Provinciales publiquen las listas, “dentro de 20 o 25 días”, que me vuelva a poner en contacto con ellos y les indique en cuál estoy para que me envíen una copia.
-Si puedes conseguir mujeres y las mandas directamente a Álava te lo agradezco, me cuentan
-¿Ahí necesitan más mujeres?
-Sí, en Álava y Gipuzkoa sí. El viernes les pasamos a Álava nosotros 12 mujeres.
La LOREG indica en su artículo 44bis, a raíz de la reforma de la norma que promovió la Ley de Igualdad en 2007, que las candidaturas deben contar con una composición equilibrada entre mujeres y hombres. A excepción de los municipios de menos de 3.000 habitantes, en el resto los candidatos de uno y otro sexo no podrán estar representados en menos del 40%.
El periplo para saber dónde seré candidata
En este punto, el 5 de abril, comienza el periplo para descubrir en qué lista voy a figurar. Como ya me han informado de que las listas de Bizkaia están completas, intento saber si mi DNI ha sido enviado a Gipuzkoa. “Toda la ayuda posible, sobre todo si son contactos de mujeres que nos quieran echar una mano, pues mejor que mejor”, me cuentan desde la formación en la provincia, a la que llamo para intentar enterarme de si figuro en sus candidaturas.
Cuando me corroboran que no estoy con ellos tras un rastreo en el correo electrónico, me recomiendan contactar con Álava, y si no estoy ahí aseguran que podré entrar en San Sebastián o en Irún. “La otra ya la tenemos completa y la otra de Juntas no podrías acceder porque solo son para gente que esté empadronada”, me dicen después de preguntarme por primera vez en todo el proceso dónde vivo.
La escasa coordinación entre los responsables y el descontrol sobre las listas y los nombres que en ellas figuran es patente cuando una cuenta oficial y genérica de Álava me responde a un e-mail en el que pregunto si estoy allí. Tras un intercambio de correos en el que vuelvo a enviar el DNI, me aseguran que “probablemente” me incluyan “en la lista al Ayuntamiento de Vitoria y a las Juntas Generales de Ayala [sic] –Álava–, que son los órganos legislativos de las provincias. Para este tipo de candidaturas, es requisito imprescindible el empadronamiento. Nadie se ha interesado por saber si lo estoy ni me han pedido ningún papel al respecto, así que les aviso. Antes de que me respondan, me han confirmado en Bizkaia que mi nombre figura finalmente en las listas municipales al Ayuntamiento de Erandio.
En ese momento, el partido ya ha culminado las listas de forma provisional tras un requerimiento que dio el pistoletazo de salida en Telegram para conseguir el mayor número de candidatos.
-¿Tienen que ser muy afines?, pregunto cuando me especifican que necesitan mujeres.
-Simpatizantes. Simplemente que estén dispuestas. Imagino que una de Podemos no querrá ir en nuestras listas...Aparte de que eso luego cantaría ¿sabes? porque ya sabes que nos van a estar mirando aquí a ver de dónde se puede sacar oro... Los izquierdosos... Que sean personas normales y ya está. No necesariamente tienen que ser de Vox.