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El 12-O y otras formas de entender el patriotismo y la fiesta nacional

Asistentes al desfile del 12 de octubre en Madrid

Andrés Gil

¿La fiesta nacional tiene que contener un desfile militar? ¿La fecha ha de conmemorar la conquista de América?

Este jueves 12 de octubre se han registrado afluencias de público récord al desfile y, también, a la posterior recepción oficial en el Palacio Real. ¿El motivo? El contexto extraordinario que se vive en España, con la activación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno con el apoyo del PSOE y Ciudadanos como respuesta a la declaración de independencia en suspenso realizada por Carles Puigdemont el pasado martes en el Parlament.

El Gobierno casi al completo, los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero; 14 presidentes autonómicos –salvo Euskadi, Catalunya y Navarra–, más de 20 exministros socialistas y otras autoridades del Estado. La imagen de cohesión en torno a la bandera, la fiesta nacional, el 12 de octubre, el desfile, la recepción oficiada por el rey en el Palacio Real, por parte del pasado, presente y futuro de PP y PSOE junto con Albert Rivera ha sido evidente: enfrente, el Govern de la Generalitat catalana.

¿Y Unidos Podemos y las confluencias? Al desfile, pero no a la recepción, han acudido la portavoz adjunta del grupo parlamentario Ione Belarra y la vicepresidenta de la Mesa del Congreso Gloria Elizo, ambas dirigentes de Podemos.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias: “España no es una marca, son sus gentes y sus pueblos. Decimos: somos patriotas y nuestra patria es la gente. La historia es nuestra y la hacen los pueblos. Seguiremos escribiéndola hasta devolver la dignidad a nuestra patria. Nuestra patria no es una marca o una corona. Es el bien común: memoria, justicia, plurinacionalidad, futuro, España”.

Al hilo de la crisis con Catalunya, ha contrapuesto Iglesias diferentes concepciones de patria:

“Yo no creo en patrias ni en música militar. Los pobres no tienen patria, y los ricos esconden sus intereses detrás de cualquier bandera”, tuiteaba Alberto Garzón, líder de IU, hace un año. Este jueves ha escrito: “He de reconocer que a mí me gustaría un 12 de octubre sin militares, y con libros, música, arte... Cultura española, no armas y guerra”.

El secretario de Análisis Político de Podemos, Íñigo Errejón, se ha ido al hospital 12 de Octubre de Madrid el día de la fiesta nacional: “¿Qué es la patria? Hay quienes hablan mucho de patriotismo estos días, pero que luego desahucian, roban y desmantelan los servicios públicos de todos los españoles. Mal pueden hablar de patria quienes más han golpeado a nuestra gente en estos años. La patria no es eso, es la generosidad y solidaridad de una comunidad que se cuida y cuida de lo común”.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tuiteó hace dos años en recuerdo de las víctimas del 12 de octubre de 1492:

El portavoz adjunto de Unidos Podemos, el diputado de Unidos Podemos Miguel Ángel Bustamante y el de En Comú Podem Fèlix Alonso registraron hace un año en el Congreso una Proposición no de Ley “para la eliminación del desfile militar en la fiesta del 12 de octubre:  se hace de espaldas a la ciudadanía y con un claro componente militar que consideramos absolutamente desfasado en pleno siglo XXI. IU lleva décadas sin participar en los actos organizados con motivo del 12O, no asiste nunca a paradas militaristas, pero en tiempos de grave crisis económica como el actual lo entiende aún menos por el elevado coste que supone (el desfile de mañana costará cerca de 800.000€), gasto que podría dedicarse a cubrir necesidades más perentorias”.

El debate sobre la identificación con el 12 de octubre tiene mucho que ver con el que se está viviendo en torno a la identificación con la bandera o las fiestas de guardar: para qué se usan los símbolos del Estado –¿son todos laicos?–, qué significados contienen esos significantes y qué historia les acompaña. Y un elemento más: si acaso es posible crear otros que conciten tantos o más apoyos, con nuevos significados, nuevos acompañamientos culturales y con historia por crear, no sólo acumulada.

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