Garzón define a Podemos para el FT: “Son postmarxistas”
El Financial Times entrevista a Alberto Garzón al que define en la primera frase de esta forma: “El político más popular en España es un economista marxista de 30 años que quiere abolir la monarquía y que cree que el capitalismo terminará por hundirse bajo el peso de sus propias contradicciones”.
Garzón acepta la paradoja: “Algo está pasando en este país cuando alguien como yo, que es comunista y que quiere una república, surge como el político más valorado en las encuestas”.
El corresponsal del FT en Madrid explica a sus lectores que la alianza entre Podemos e Izquierda puede convertirse en la segunda fuerza política del país y por qué una parte del éxito reside en la personalidad del nuevo coordinador federal de IU: “En Garzón, la alianza tiene a un político joven y con facilidad de palabra que conecta bien con los jóvenes votantes desencantados. Al mismo tiempo, no provoca el fuerte antagonismo que se reprocha a Pablo Iglesias, líder de Podemos”.
La descripción que hace de Garzón incide en sus diferencias de estilo y lenguaje con Iglesias: “Iglesias es un orador en público apasionado y emocional que sabe cómo entusiasmar a la gente”. Garzón “prefiere un estilo más pedagógico y calmado”.
Garzón explica las diferencias ideológicas entre Podemos e Izquierda Unida, formaciones que tienen “el mismo origen”: “Nosotros somos más ortodoxos. Continuamos creyendo en la lucha de clases y creemos que el capitalismo es un sistema económico que debe ser superado. Ellos (por Podemos) son postmarxistas”.
En la entrevista, Garzón afirma que un Gobierno con Podemos e IU no pondría en marcha cambios radicales en la economía: “Sabemos que el capitalismo no va a acabar de la noche a la mañana”. Las medidas del programa son descritas como “medidas socialdemócratas bastante clásicas”.
El líder de IU responde a una pregunta sobre Bankia para decir que debe continuar siendo propiedad pública para facilitar financiación a sectores estratégicos de la economía, como las energías renovables y la biotecnología. “Si dejamos que el mercado opere libremente, nuestra economía se verá aún más centrada en sectores de escaso valor añadido, como por ejemplo la construcción”, dice.