Parte de la afición del FC Barcelona ha pitado el himno español un año más al inicio de la final de la Copa del Rey que enfrenta al equipo catalán con el Sevilla, con el rey Felipe VI presente en el palco de autoridades del estadio Wanda Metropolitano de Madrid. El himno ha sonado entre los cánticos de una parte de los asistentes al encuentro y los silbidos de la otra.
Junto al rey se encontraban Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía; Juan Espadas, alcalde de Sevilla; Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte; Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior, y María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa. Los efectos del 155 han dejado la representación de la Generalitat en el secretario general de deportes del Govern, Gerard Figueras. Por parte del Ayuntamiento de Barcelona, no ha asistido Ada Colau, de viaje a Uruguay hasta este viernes, sino la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz.
La Policía Nacional ha requisado 'esteladas', camisetas amarillas y pancartas con lemas a favor de la independencia a los aficionados en la entrada del estadio. Varios colectivos de socios como Manifest Blaugrana habían impulsado una iniciativa para que los aficionados vayan vestidos de amarillo al Wanda Metropolitano en apoyo a los políticos presos. La Assemblea Nacional Catalana y (ANC) y Òmnium se han sumado a la propuesta 'Grocalafinal' (amarillo en la final).
Una década de pitadas al himno español
Los himnos se han pitado muchas veces, pero el lío empezó en 2009. Fue cuando Athletic de Bilbao y F.C. Barcelona iban a disputar la final de la Copa del Rey en el Estadio de Mestalla, en Valencia. Desde las aficiones se empezó a mover un acto de protesta por motivos políticos, como la polémica en torno al Estatut catalán o la reclamación de que Catalunya o Euskal Herria tuviesen sus propias selecciones de fútbol.
La pitada de 2009 fue la que inició esta acto de protesta que se repite hasta ahora. El éxito del Barça en la competición y su presencia en ocho de las 10 finales ha provocado que sus aficionados también hayan pitado el himno en 2011, 2012, 2014, 2015, 2016 y 2017. A éstos hay que sumar a los seguidores del Athlétic de Bilbao y del Alavés, que hicieron lo mismo en 2012, 2015 y 2017.
Esta edición fue especialmente polémica por varios motivos. Uno de ellos fue la retirada de una pancarta por la Policía que rezaba “Somos naciones de Europa. Adiós España”, en inglés, sumado a los cánticos contra el país. Además, El otro hecho destacado fue el tratamiento de TVE, que cortó la emisión cuando iba a sonar el himno debido a los pitos que iba a recibir, sumados a los abucheos contra el rey, presente en el palco. No emitieron el momento de lo ocurrido hasta el descanso del partido. RTVE destituyó al día siguiente al director de Deportes de entonces, Julián Reyes, y negó que dicha acción buscase ocultar información a los ciudadanos.