El movimiento 15M, que en mayo de 2011 llenó las plazas de decenas de ciudades españolas al grito de 'No nos representan' exigiendo una “democracia real ya”, celebra este domingo su quinto aniversario. Cinco años después, los 'indignados' que participaron en aquella ola de movilizaciones siguen defendiendo su carácter “apartidista” y la imposibilidad de que los nuevos partidos, como Podemos, se apropien de su espíritu.
“Representar al 15M es imposible”, asegura en conversación con Europa Press el arquitecto Jon Aguirre Such, quien en mayo de 2011, cuando tenía 26 años y todavía no había acabado la carrera, se convirtió en uno de los portavoces de la plataforma 'Democracia Real Ya', la impulsora de la manifestaciones que, según defiende, tuvieron una “influencia vital” en la gestación posterior del movimiento.
Según Aguirre Such, que hoy se dedica al urbanismo sostenible, el 15M “inauguró una nueva manera de hacer política”. “Revolucionó la manera de hacer política, y no sólo en España sino a nivel mundial”, afirma, para insistir en que su irrupción a través de acampadas en decenas de ciudades y su ramificación posterior en diferentes iniciativas sociales “ha transformado el tablero de juego político”.
En esta línea, avisa de que no se puede hacer una “interpretación simplista” al querer identificar a Podemos como la representación política del 15M. “Podemos es hijo de la misma época y recoge a gente que ha estado en el 15M, pero son un actor político que tiene las lógicas propias de los partidos y de las instituciones. Eso es algo que el 15M desbordó por completo. Podemos es un actor más de ese nuevo tablero”, explica.
EL 15M ES HOY “MÁS NECESARIO QUE NUNCA”
De hecho, Aguirre Such está convencido de que el 15M es hoy “más necesario que nunca” para lograr que el gobierno que salga de la nueva cita con las urnas del próximo 26 de junio sea “más sensible” a las demandas de la ciudadanía. “Tenemos la oportunidad de demostrar que quien manda es la sociedad y que vamos a estar vigilantes, reclamando nuestros derechos. Estamos ante una oportunidad muy importante”, avisa.
Desde Podemos también son conscientes de que “el 15M es un movimiento que no se puede representar”, tal y como asegura a Europa Press el dirigente del partido morado, exdiputado y previsible candidato al Congreso por Asturias, Segundo González, que con 23 años participó como miembro del colectivo Juventud Sin Futuro en la manifestación del 15 de mayo de 2011 en Madrid y en la posterior acampada que los 'indignados' instalaron en la Puerta del Sol, que se convirtió en epicentro del movimiento.
No obstante, defiende que “sin el 15M, Podemos no existiría”. “Sirvió para instalar un nuevo sentido común que luego sirvió de germen para que pudiera aparecer Podemos”, asegura González, quien asimismo destaca que también sirvió para “abrir un nuevo ciclo de protestas” que hoy día, a su juicio, siguen siendo necesarias. “Es necesario que los movimientos sociales existan y sigan visualizando nuevas propuestas y críticas”, asegura.
“NADIE SE IMAGINABA EL IMPACTO QUE IBA A TENER EN LA VIDA POLÍTICA”
En esta misma línea se pronuncia el diputado de Podemos de la Asamblea de Madrid, Pablo Padilla, que como González participó en el 15M a través de Juventud Sin Futuro. “Una de las señas de identidad del 15M fue que es apartidista y fue ese elemento el que generó más atractivo para más capas de la población”, asegura.
“Creo que nadie se imaginaba el impacto que iba a tener el 15M en la vida política de nuestro país. Cinco años después es innegable que la ha alterado”, reflexiona y, como el resto de participantes consultados por Europa Press, defiende que el movimiento supuso una “reapropiación de la política por parte de la gente a la que se le había dicho que la política no iba con ella”. “El 15M dijo a la gente: 'Oye, si no haces política, te la hacen”, resume.
También desde Juventud Sin Futuro, la publicista y diseñadora gráfica Esther Herrero, que participó con 20 años en las movilizaciones, sentencia que no hay frase que mejor resuman el 15M que la que se convirtió en otro de sus principales lemas: “Dormíamos y despertamos”.
“La gente ha aprendido que se puede organizar para resolver problemas comunes y plantar cara a las injusticias sociales”, enfatiza. “Se abrió la puerta a que la gente esté en política”, añade, al tiempo que destaca que, en su opinión, el 15M ha llevado también a que ahora existan nuevos actores políticos “dispuestos a escuchar”.
CRÍTICAS A PODEMOS POR TRATAR DE “CAPITALIZAR” EL 15M
No obstante, no todos los que participaron de aquel movimiento tienen la misma visión respecto al papel que juega Podemos y su relación con el 15M. Así, la 'mediaactivista' Susana Sanz, que con 36 años participó en la acampada de Sol y desde entonces ha desarrollado su actividad profesional ligada a los movimientos sociales, considera que “Podemos ha tratado de capitalizar el trabajo de muchas personas que en su día rechazaron hacerlo”.
“A nivel estatal para mí sigue vigente el 'No nos representan'”, asegura, al tiempo que reconoce que siempre ha hecho una crítica abierta hacia el partido de Pablo Iglesias por “apropiarse del imaginario del 15M”. “Hubo tantos 15M como personas que lo habitaron”, añade.
Asimismo, explica que el movimiento no sólo sigue vivo “en las memorias” sino que también sigue actuado de “eje inspirador y conector importante entre sociedades”, como la conexión que se ha establecido ahora con las movilizaciones 'Nuit Debout' de París, donde los manifestantes contra la reforma laboral impulsada por el gobierno socialista de François Hollande decidieron el 31 de marzo ocupar la plaza de la República en París.
“Lo que pasa allí es una reacción muy similar a la nuestra. Ven que los políticos van a hacer lo que les de la gana y han decidido quedarse allí. Aquí lo vemos con cierta nostalgia y queremos ayudar”, asegura Susana, para destacar que precisamente la manifestación convocada para este domingo para celebrar el quinto aniversario del 15M también es “un guiño” y una muestra de “apoyo” a las movilizaciones de París.
Por su parte, Noelia Moreno, que participó en el 15M desde la comisión encargada de gestionar la comunicación de la acampada de Sol, cuando tenía 29 años y tras dos meses en paro, destaca que una de las cosas “más importantes” que se consiguieron fue que “muchas personas que no tenían interés por la política empezasen a pensar en ella”.
“A mí me cambió la vida, recuperé la ilusión, volví a creer que es posible cambiar las cosas”, asegura, para añadir que, a su juicio, el movimiento tiene hoy “un papel simbólico”. “Creo que algunos siguen necesitando un tirón de orejas y que otro 15M vendría muy bien”, apostilla.
“PALABRAS COMO DESAHUCIO O PARTICIPACIÓN DEJARON DE SER TABÚ”
Ana Alleres, que con 33 años se sumó a la acampada de Sol y ayudó a potenciar su presencia en las redes sociales, también explica desde Alemania a Europa Press que haría falta un 15M “cada día”. “Hace mucha falta salir a las calles, conocerse, charlar, imaginar y trabajar juntas por futuro donde todas estemos incluidas”, asegura, tras apuntar que también cree que “ni Podemos ni cualquier otro actor político pueda representar a la pluralidad de aquel movimiento”.
Además, destaca que el 15M sirvió para hacer “que dejen de ser tabú palabras como desahucio, dación en pago, cláusula suelo, preferentes, renta básica, reforma constitucional, bipartidismo, asamblea, consenso, república, feminismo, cuidados, participación, primarias u horizontalidad”, así como para que de aquellas movilizaciones nacieran “un millón de proyectos” nuevos y para reforzar otros ya existentes.