Moncloa aplazó el aforamiento del rey para no despertar rumores sobre la abdicación
Moncloa aplazó la regulación del aforamiento del rey tras una posible abdicación para no despertar rumores sobre el hecho que se produjo tan solo unos meses después. Así lo ha reconocido Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes. La vicepresidenta ha admitido que el privilegio judicial del que sería rey saliente no se incluyó en la reforma que planteó aforar a la reina y a los príncipes de Asturias por “discreción”.
El anteproyecto de ley del Consejo General del Poder Judicial que aprobó el Gobierno el pasado mes de abril concedió el privilegio del aforamiento al príncipe de Asturias y su consorte, así como a la reina Sofía. En ese momento el rey Juan Carlos ya había comunicado a Mariano Rajoy su intención de renunciar al trono en favor de su hijo. Aún así, el Gobierno decidió dejar fuera de la reforma el aforamiento de los monarcas tras su abdicación para no despertar rumores sobre una renuncia del monarca, que se produjo apenas un mes y medio después de la aprobación de esa reforma.
“Me habría preguntado por qué hacíamos un aforamiento del rey”, ha respondido Soraya Sáenz de Santamaría a preguntas de los periodistas. La vicepresidenta ha defendido que el Gobierno debía mantener “discreción sobre el proceso de abdicación”.
El Gobierno ve “oportuno” aforar al rey al entender que “diversas instituciones incluso de escalones medianos” gozan de ese privilegio para que los delitos cometidos durante la actividad pública sean juzgados directamente por el Supremo.
El rey perderá la inviolabilidad sobre los actos delictivos que haya podido cometer durante el reinado nada más se publique en el BOE la ley de abdicación aprobada en el Congreso este miércoles. Aún así, el Gobierno aún no ha regulado su posterior aforamiento, por lo que podría pasar algún tiempo sin esa “protección”. No obstante, Saénz de Santamaría ha insistido en que no se podrán juzgar los presuntos actos delictivos que haya podido cometer durante el reinado.
El Ejecutivo tampoco ha decidido todavía cómo regulará el privilegio del rey Juan Carlos: si lo hará a través de una Ley Orgánica exclusiva o si lo incluirá en la reforma del Poder Judicial. En cualquier caso, la vicepresidenta ha confirmado que el aforamiento será tanto para los casos civiles como los penales.
Moncloa sí ha regulado el “tratamiento” del que gozarán Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia una vez que Felipe VI asuma la Jefatura del Estado: serán rey y reina “vitaliciamente” y se empleará el término “majestad” para refirirse a ellos.