Un olivo de la paz junto al emperador europeo

La XIII edición el Premio Carlos V dejará como legado el olivo de la paz que Felipe VI ha plantado en los jardines del Monasterio de Yuste (Cáceres), el lugar donde reposan los restos del que fue el monarca más poderoso de Europa y abanderado del proyecto de un imperio universal.

Coincidiendo con el Día de Europa, la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste ha entregado su galardón, que esta vez ha recaído en los Itinerarios Culturales del Consejo de Europa, la red de recorridos que surcan 61 países de cuatro continentes, entre ellos, el Camino de Santiago, que inauguró esta iniciativa en 1987.

El acto ha congregado al rey, al secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y a la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo.

También han estado la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, y el anfitrión del acto, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, junto a uno de sus antecesores, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Dos han sido las novedades que han adornado la ceremonia del galardón que honra la memoria del que fuera rey de España y cabeza del Sacro Imperio Romano Germano (1500-1558).

La primera, el izado de la bandera de la Unión Europea en un mástil erigido a la entrada del monasterio donde murió el padre de Felipe II.

Y como colofón, se ha plantado “El olivo de la paz” en los jardines del recinto como símbolo de “la fuerza de la unión, de la libertad y de la cultura” compartidas en Europa.

El primero en coger la pala para echar tierra al árbol ha sido Felipe VI, seguido de Jagland.

A continuación, ha sido el turno de Fernández Vara, Grynspan, Calvo y Pastor, que, ante los medios, han mostrado sus dotes con la pala.

El más aplaudido ha sido Rodríguez Ibarra, que con brío y una pisada fuerte en el montón de arena, ha hecho gala con su palada de ser más el más ligado a la tierra.

Las Rutas del Olivo son además uno de los 38 itinerarios del Consejo de Europa, una iniciativa que Felipe VI ha puesto como ejemplo de cooperación entre personas, pueblos, países y continentes“.

Como ya es costumbre, al rey y a las autoridades les ha dado la bienvenida un grupo de escolares del pueblo de Cuacos de Yuste que han ondeado alegres banderas de España y de la UE.

“¿Qué día es hoy?”, le han preguntado a uno de los chavales, que ha contestado: “El día del rey”.

Una profesora les ha aleccionado para el recibimiento advirtiéndoles de que podían agitar las banderitas y hacer cualquier cosa siempre que en el izado de la bandera estuvieran en silencio.

La enseña azul con las doce estrellas se ha trepado por el mástil mientras tres integrantes de la Orquesta Joven de Extremadura interpretaban la “Oda a la Alegría” de Beethoven, el himno europeo.

Una familia de Caravaca de la Cruz (Murcia) ha aprovechado para entregar a Felipe VI dos medallas de la Virgen de las Maravillas de Cehegín con el fin de que se las regalara a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

En el acto, además del rey, de Jagland y de Fernández Vara, ha tomado la palabra la comisaria del Xacobeo 2011, Cecilia Pereira, para reivindicar que el Camino de Santiago es “historia de Europa”.

Al igual que Felipe VI, Pereira ha reproducido las palabras de Antonio Machado para “seguir haciendo camino al andar” como peregrinos.

También han tomado la palabras dos alumnas del instituto de la localidad vecina Jarandilla de la Vera para pedir a los políticos que no dejen de ser “el faro de guía” de los jóvenes para “iluminar el camino de esta historia diversa y compartida que es Europa”.

Por Carlos Pérez Gil