La renuncia de Pablo Iglesias si pierde en Vistalegre dejará a Podemos en un limbo
“Absolutamente no. Que nadie se engañe. Nadie puede confundir sus deseos con la realidad. A mí me parece absurdo que alguien cuyas ideas, documentos y equipos están en minoría puede liderar. Y esa decisión está tomada”. Una de las cosas que ha quedado clara en la campaña de las primarias de Podemos es que Pablo Iglesias dimitirá si no gana las votaciones tanto para la futura dirección estatal como los documentos político y organizativo. Pese a las llamadas desde la candidatura de Íñigo Errejón para que lo reconsidere, Iglesias lo tiene claro.
¿Está preparado el partido para sustituir a su secretario general? Políticamente, dependerá de la composición del Consejo Ciudadano. Jurídicamente, quedaría en el limbo y sería preciso un acuerdo político.
Las urnas electrónicas de las primarias se cerrarán el sábado a las 19.59. A las 14.00 del domingo 11 de febrero está previsto que se comuniquen los resultados. Será en directo. Ante miles de personas en el Palacio de Vistalegre de Madrid y ante muchas más en televisión. A las 14.30, el nuevo secretario general, que solo puede ser Pablo Iglesias ante la ausencia de rivales con opciones, dará su primer discurso como líder reelecto. Y quizá el último. Si las cosas no salen como tiene planeado, Iglesias dimitirá sobre el escenario de Vistalegre.
En ese momento Podemos no tendrá secretario general. Los estatutos no prevén que el segundo candidato más votado herede el cargo. Tampoco que el Consejo Ciudadano (máximo órgano entre asambleas) pueda elegir al sustituto. El partido tienen en la voluntad popular uno de sus bases fundacionales. Es la Asamblea Ciudadana la que elige al líder y solo otra Asamblea Ciudadana podrá elegir a su sustituto si dimite.
¿En qué caso dimitiría Pablo Iglesias? El secretario general lo ha dejado claro. Si su lista no es la mayoritaria en el próximo Consejo Ciudadano, si su documento político no es el más votado o si su documento organizativo no gana. Cualquiera de las tres opciones supondrían su paso atrás. No solo de la Secretaría General o de la dirección estatal de Podemos. Iglesias también tiene previsto dejar su escaño en el Congreso en ese caso.
Lo más cercano que hay en los estatutos a una fórmula para sustituir al secretario general es el mecanismo de revocación de cargos. Una suerte de moción de censura por la que los inscritos en el partido puede echar a un dirigente en ejercicio.
En ese caso, “el Consejo Ciudadano, actuando de manera colegiada, será el encargado de organizar el proceso electoral de revocación”. En la votación podría participar “el mismo cuerpo electoral” que lo hizo en la votación inicial.
¿Valdría esta norma para sustituir a Pablo Iglesias? No. O no directamente. Todo dependerá del Consejo Ciudadano elegido por los inscritos. De un acuerdo político en un órgano que puede estar partido casi al 50% y con los afines a Iglesias sin un liderazgo político claro y con sus referentes probablemente siguiendo su estela.
El Consejo Ciudadano resultante tendría que acordar una salida. Sería un acuerdo político sin sustento jurídico que dependería además de los documentos que hubieran ganado en Vistalegre 2. Por ejemplo, la propuesta organizativa de Pablo Iglesias recoge que entre asambleas no puede pasar menos de 18 meses.
Solo la Asamblea Ciudadana puede revocarse a sí misma, por lo que podría darse el caso de que hubiera que consultar a los inscritos si dan su visto bueno a convocar otras primarias parciales.
Esto en el mejor de los casos. En el peor, un Consejo Ciudadano bloqueado políticamente podría alargar una situación de interinidad que acabaría derivando a la Comisión de Garantías.