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La discusión por el reto de Pedro Sánchez a los críticos se traslada al grupo parlamentario

Antonio Hernando y el secretario general del grupo socialista, Miguel Ángel Heredia.

Irene Castro

El jefe parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, se ha mostrado seguro esta mañana de que la fractura interna, reconocida por el propio Pedro Sánchez, no se trasladará al grupo parlamentario. “El grupo ha funcionado siempre de forma unida. Estoy absolutamente convencido de que va a seguir funcionando con eficacia”, ha afirmado. A penas unas horas después, la división patente en las filas socialistas se ha trasladado a la reunión que el Grupo Socialista había convocado para tratar cuestiones técnicas, como la orientación del voto en el Pleno de esta tarde.

El encuentro se ha prolongado durante algo más de dos horas. De las 21 intervenciones que se habían solicitado, han tenido que quedarse sin hablar seis diputados porque comenzaba la sesión en el hemiciclo. De las quince palabras que ha concedido Hernando, que previamente había apelado a la unidad en esta situación “compleja y dolorosa”, solo cuatro se han mostrado favorables a la decisión de Sánchez de adelantar la batalla por el liderazgo.

“Ha habido una mayoría que ha mostrado los reparos”, ha resumido el jefe de la interparlamentaria andaluza, Antonio Pradas. Él, hombre próximo a Susana Díaz, ha sido uno de los intervinientes en la reunión de los socialistas. Pradas ha asegurado que lo que “más le dolió ayer” -en referencia a la reunión en la que Sánchez planteó el 39º Congreso como un plebiscito entre los defensores de la izquierda y un PSOE “no subalterno al PP” y quienes abogan por la abstención- fue que situara a un sector del partido en la derecha: “Es falso de toda falsedad y no voy a consentir un congreso en el que se me señale a mí como de derechas”, ha enfatizado.

No ha sido el único representante del socialismo andaluz que ha tomado la palabra. Todos los cabeza de lista lo han hecho. En el mismo sentido que Pradas se han pronunciado el secretario general del Grupo, Miguel Ángel Heredia, el gaditano Salvador de la Encina, la granadina Elvira Ramón y José Andrés Torres Mora.

Pablo Bellido, de Castilla-La Mancha, también se ha mostrado reacio al plan de Sánchez. La dirección de Emiliano-García Page rechaza la convocatoria del Congreso y está muy enfadada tras la ruptura del acuerdo de gobierno por parte de Podemos. Sospechan que Sánchez está detrás. El expresidente manchego José María Barreda también se ha opuesto al cónclave y ha advertido de que los socialistas no pueden seguir por esa deriva. De hecho, sin mencionarla, ha abogado por la abstención porque considera que con la fuerza actual de los 85 diputados del PSOE pueden “condicionar” las políticas del PP.

Eduardo Madina también ha dejado claro que se opondrá en la votación del Comité Federal este sábado a la celebración del congreso, aunque ha asegurado que “lleva tiempo” defendiendo que debe organizarse uno para resolver la deriva del PSOE. “En 20 días no se resuelven los debates que actualmente tiene vivos y abiertos en su interior el PSOE”, ha asegurado. El extremeño Ignacio Sánchez Amor -que apoyó a Madina frente a Sánchez hace dos años, el valenciano Ciprià Císcar y Odón Elorza también han cuestionado la propuesta del secretario general.

Cuatro diputados han mostrado su respaldo al secretario general Rafael Simancas, el navarro Jesús María Fernández, el mallorquín Pere Joan Pons y Patxi López. El expresidente del Congreso, no obstante, manifestó en la reunión de la Comisión Permanente sus “dudas” internas sobre la conveniencia de celebrar ahora un congreso.

Diputados próximos a Sánchez han mostrado su malestar por la permisividad de Hernando para el “desahogo de los críticos”. “Han hablado más, pero no es la postura mayoritaria”, decía un parlamentario próximo al secretario general. La fractura se reconoce en ambos sectores y llegará a su máximo exponente el próximo sábado en la votación del Comité Federal.

En Ferraz están convencidos de que tienen los números para sacar adelante la celebración del congreso, mientras que las federaciones críticas aseguran tener amarrados los apoyos para tumabarlo. “Va a perder estrepitosamente”, comenta un destacado exdirigente.

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