La Policía concluye que el comisionista Luceño preparó el escrito de San Chin Choon exculpándole

La Policía ha concluido que Alberto Luceño, uno de los investigados en el caso Mascarillas, se encargó de que el empresario malayo San Chin Choon diera a las autoridades judiciales las respuestas que le dijo, con el fin de que quedasen exculpados él y Luis Medina, aunque tomando “extremas precauciones” para que no se notara, según ha informado EFE.

La agencia cita un informe que adelantó ABC y que fue remitido al Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid por la Unidad de Policía adscrita a la Fiscalía Anticorrupción. En la elaboración del mismo, se han analizado las conversaciones entre Luceño y Chan Beng Kay, alias Anthony, y San Chin Choon.

En el caso Mascarillas están investigados los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina por delitos de estafa, falsedad documental o blanqueo. El juez está indagando en la operación, que costó al Ayuntamiento de Madrid unos 11,9 millones de euros.

Según se extrae del informe, el dueño de la empresa Leno, el malasio San Chin Choon, fue el que consiguió el material sanitario que Medina y Luceño ofrecieron al Consistorio madrileño al inicio de la pandemia de COVID-19 y Anthony, por su parte, facilitaba la comunicación entre San Chin Choon y Luceño. En este estudio se han analizado las conversaciones en la aplicación WeChat y en correos electrónicos.

Así, tras examinarlas, la Policía ha concluido que en los diálogos entre ellos se muestra “el acuerdo de voluntades para, ante requerimiento de las autoridades españolas a San Chin Choon para que aclarase ciertos extremos de la operativa comercial investigada, este aportase una versión que se acomodara a la expuesta en la causa española por Alberto Luceño y Luis Medina, en aras a exonerar a los mismos de responsabilidades penales”.

“Luceño aporta las instrucciones y directrices necesarias, manteniendo un control estrecho sobre las actuaciones del malayo, atendiendo San Chin Choon a todos los requerimientos recibidos”, reza el informe. Por tanto, Luceño, en connivencia con Anthony, “desarrolla una estrategia” en la que piensan cuáles podrían ser las preguntas que se le llegarían a hacer al dueño de Leno y “las respuestas que debe manifestar”.

Los investigadores que han elaborado el informe aseguran que el objetivo es que San Chin Choon ofrezca una versión acorde con la de Medina y Luceño para que se termine así la investigación y por eso, el segundo se encarga de que el malasio haga una declaración jurada “cuyo contenido les exonere de toda culpa” y dedica “multitud de tiempo y comunicaciones” a asegurarse de que esa declaración “parezca realizada de propia iniciativa, sin ninguna injerencia”.

Además en el informe consta cómo el empresario español se esmera en que no se note que esas respuestas “son elaboradas y articuladas por el propio Luceño”, tomando “extremas precauciones”, como por ejemplo ordenándole que envíe desde su ordenador directamente al juzgado las respuestas que él le ha dicho.

“Las conversaciones (...) dejan ver el completo manejo que tiene Alberto Luceño, apoyado por su consorte Chan Beng Kay, Anthony, sobre el comportamiento del empresario San Chin Choon, no dejando a su libre disposición ninguno de los actos que él mismo deber desarrollar (...), indicándole en todo momento cómo y cuándo proceder”, concluye en informe.