El “acuerdo de Gobierno” sellado este martes por los líderes del PSOE y de Ciudadanos, Pedro Sánchez y Albert Rivera, aleja las opciones de sumar a Podemos y las confluencias para lograr los votos necesarios que garanticen la investidura del candidato socialista la semana que viene. La posición expresa de ambos en contra de un referéndum en Cataluña y la inconcreción de una alternativa federal complican las negociaciones que los de Pablo Iglesias mantienen desde principios de esta semana con el PSOE, Compromís e Izquierda Unida-Unidad Popular.
“PSOE y Ciudadanos se comprometen a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España”, asegura el documento suscrito esta mañana por Sánchez y Rivera. Una declaración taxativa con poco margen a la interpretación que choca frontalmente con una de las exigencias planteadas por Podemos y por las confluencias, especialmente la catalana, tanto durante la campaña como después de las elecciones.
Podemos y En Comú sostienen que la consulta es la única manera de salir del bloqueo institucional entre Cataluña y el resto de España, además de sentar las bases para una futura revisión de la estructura territorial del Estado que permitiría dirimir de una vez la cuestión soberanista. Y ya han rechazado las bases del documento hecho público este miércoles.
La alternativa que proclama el acuerdo alcanzado por Ciudadanos y PSOE es muy poco concreta y deja en una simple declaración el tránsito hacia un sistema federal planteado por los socialistas como solución a las tensiones territoriales. La palabra “federal” solo aparece cinco veces en el documento. Dos están incluidas en los epígrafes, otra se refiere a la Política Cultural y otra a la UE.
La propuesta concreta queda explicitada en una línea: “Revisión del Título VIII y los preceptos conexos. Desarrollar concepto de Estado Federal”. El Título VIII es el de la Constitución, de la Organización Territorial del Estado.
En las últimas semanas, desde Podemos y desde En Comú se ha abierto la puerta a cambiar su propuesta de celebrar un referéndum siempre que haya una alternativa mejor encima de la mesa. Las reuniones que se están celebrando esta semana con PSOE, Compromís e IU-UP todavía no han entrado a valorar este punto, según fuentes conocedoras de las negociaciones.
Artículo 135
La respuesta al conflicto catalán no es la única medida que choca con las posiciones de partida de Podemos. PSOE y Ciudadanos establecen en su documento una revisión de la Constitución española de dos velocidades. Una reforma exprés que ya fue expuesta este martes por los firmantes y una más a largo plazo que resulta poco concreta. En ambos casos las modificaciones exigen un acuerdo con el PP.
El principal escollo para sumar a Podemos al acuerdo está en la reforma del artículo 135 de la Constitución. Este precepto fue modificado en agosto de 2011 en una negociación ultrarrápida entre el PSOE y el PP bajo una gran presión de las instituciones europeas y de la canciller alemana, Angela Merkel.
La reforma que proponen ahora el PSOE y Ciudadanos no entraría en el paquete exprés, sino que la postergarían a una “subcomisión para la reforma de la Constitución Española en el seno de la Comisión Constitucional del Congreso” encargada de “fijar el 'perímetro' pactado de la reforma”.
En dicho “perímetro”, ambas formaciones incluyen elementos como la revisión de la arquitectura territorial del Estado, la reforma del Senado, la revisión del sistema electoral o incluir en la Constitución el “derecho a la protección de la salud” entre otros “derechos sociales”.