PSOE y Unidas Podemos posponen las negociaciones mientras se retan desde los medios
Han pasado cinco días desde las elecciones municipales, europeas y autonómicas del 26 de mayo. Un mes más desde las generales del 28 de abril. Y las anunciadas negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos no han comenzado, según confirman a eldiario.es fuentes de ambos partidos. En la reunión que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias mantuvieron en la Moncloa el pasado 7 de mayo, los líderes quedaron en arrancar las reuniones tras el 26M para intentar ponerse de acuerdo en una alianza cuyos términos están por escribirse. Desde entonces, no han vuelto a verse. La llamada para poner en marcha las negociaciones aún no se ha producido.
Por ahora, todo se ha reducido a un intercambio de posiciones a través de los medios de comunicación. El PSOE apuesta por repetir el Gobierno en solitario, como ocurrió tras la moción de censura, aunque este jueves el secretario de Organización, José Luis Ábalos, se abrió a incluir a “miembros de otros partidos, en este caso, de Podemos”, pero sin llegar a la fórmula de una coalición al uso. Mientras, el grupo confederal insiste en un Gobierno conjunto como condición indispensable.
Fuentes de la dirección de Podemos sostienen que es el Gobierno quien debería dar el paso de convocar la reunión y definen como “fuegos artificiales” las declaraciones de los últimos días sobre los pactos. “Cuantas más presiones, más nos obligan a pedir”, aseguran las mismas fuentes. Tal y como ha publicado eldiario.es este jueves, en Unidas Podemos no tienen miedo a una repetición electoral si las conversaciones fracasan y no hay investidura. “No le tenemos miedo a las urnas”, dicen.
El PSOE ve un “despropósito” esa posición de Iglesias y recuerdan que “esa experiencia” ya la han vivido y le costó un millón de votos. “Nadie lo entendería”, señalan fuentes socialistas que ponen de relieve que ni siquiera hay “unanimidad” en Unidas Podemos sobre la conformación de Gobierno. Alberto Garzón, por ejemplo, no ve fundamental que haya una coalición.
En Ferraz consideran que, tras el batacazo de Podemos el 26M, Iglesias no está en condiciones de exigir una coalición. De hecho, en su única aparición ante los medios en las últimas semanas, Sánchez le pidió que “reconsidere” su estrategia. Los socialistas insisten desde el domingo en que siguen aspirando a mantener un “Gobierno socialista con independientes de reconocido prestigio” como en los últimos meses.
Sin embargo, Ábalos, hombre fuerte de Sánchez en el PSOE y en el Gobierno, abrió la puerta a incorporar a “miembros” de Podemos al Gabinete –una opción que el PSOE comenzó a barajar antes del 26M–, aunque reiteró que la apuesta es gobernar el solitario a partir de un acuerdo programático. “Nuestro propósito es ese, pero no es definitivo porque no hemos empezado a hablar”, explica un alto mando socialista, que no descarta que Sánchez decida tener un “gesto” con Unidas Podemos y plantear nombres de su órbita para el Gobierno. “No hemos cerrado nada”, coinciden varias fuentes consultadas. En todo caso, en lo que insisten los socialistas es en que sería Sánchez quien decidiera esas propuestas mientras que en una coalición son los partidos que la integran los que designan a sus miembros.
En Unidas Podemos, por su parte, rechazan un apoyo externo al PSOE que replique el modelo de Gobierno que salió de la moción de censura de hace un año. La dirección del grupo confederal sostiene que la única garantía para que se cumplan los acuerdos programáticos pasa por tener una representación en el Consejo de Ministros proporcional a los resultados obtenidos en abril. Tampoco admiten como vara de medir las elecciones de mayo. “Se votaban alcaldes y el Gobierno se decide desde el Congreso”, aseguran desde las filas de Pablo Iglesias.
Se retrasa la ronda de consultas en Zarzuela
El reloj para la investidura de Sánchez comenzará a contar cuando el jefe del Estado se reúna con todos los partidos, le designe candidato y Meritxell Batet ponga una fecha al debate y votación. En Moncloa calculan que ese pleno tendrá lugar a finales de junio o principios de julio.
De momento no hay siquiera fecha para que Felipe VI reciba a los dirigentes de los partidos con representación parlamentaria en el Palacio de la Zarzuela. La presidenta del Congreso dijo la semana pasada que esta se vería con el jefe del Estado para poner en marcha la necesaria ronda de consultas con las formaciones a partir de la cual encarga a uno de los candidatos formar Gobierno. Desde la presidencia de la Cámara Baja aseguran que ha sido imposible cumplir con el calendario previsto por la agenda internacional del rey. No obstante, solo ha estado un día y medio (la tarde del miércoles y el jueves) en Alemania.
Antes de esta ronda, Felipe de Borbón recibirá de manos de la presidenta del Congreso el listado de representantes de los partidos. Y Batet, de momento, no la tiene completa porque Junts per Catalunya quiere que acuda en su nombre Jordi Sànchez, que está siendo juzgado por el Tribunal Supremo por el 1-O. El dirigente independentista está ahora mismo en prisión preventiva y será el Supremo quien decida si le deja o no salir de Soto del Real para ir a Zarzuela a reunirse con el rey, según ha explicado este jueves Batet.
La defensa de Sànchez presentó el pasado lunes el escrito ante el Supremo. Fuentes de JxCat aseguran a eldiario.es que no ha habido respuesta por parte del Tribunal. “Vamos a batallar para que vaya quien quiera el partido. Si él no puede, no vamos a mandar a otro”, zanjan las mismas fuentes.
Esa ronda de consultas con el jefe del Estado es el paso necesario para poner en marcha el proceso de investidura ya que, tras ella, Felipe VI propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno, según establece la Constitución. Pedro Sánchez debería ir, por tanto, con los votos asegurados para su investidura. O, al menos, perfilados. eldiario.es ha preguntado a Ferraz y Moncloa cuándo pretenden poner en marcha los contactos, pero no ha obtenido respuesta. Dirigentes socialistas apuntan a que la estrategia es dilatar esa negociación hasta que se cierren los gobiernos autonómicos.
Antes de que Sánchez se someta a la investidura se tendrán que constituir los ayuntamientos –el 15 de junio– con aritméticas variables y encarrilar los gobiernos autonómicos. El PSOE mira a Ciudadanos para varias alcaldías importantes de capitales de provincia y para algunas comunidades, como Aragón y Castilla y León, donde Albert Rivera tiene la llave ya que Podemos quedó fuera o no logró representación suficiente. En otras, los socialistas se apoyarán en el que sigue siendo, dicen, su “socio prioritario”. Es el caso de Baleares, donde fuentes de Podemos señalan que las conversaciones ya han comenzado y avanzan sin problemas, como en la Comunitat Valenciana, La Rioja o Canarias.
Más complejo es el caso de la Comunidad de Madrid, donde han comenzado contactos para explorar un posible acuerdo entre PSOE, Más Madrid y Ciudadanos con el propósito de impedir un pacto de derechas que incluya a Vox. Íñigo Errejón se lo ofreció claramente a las otras dos formaciones en una entrevista en eldiario.es. La intención sería que Manuela Carmena, como candidata más votada, fuera alcaldesa y Ángel Gabilondo, presidente; pero tanto Más Madrid como el PSOE están dispuestos a estudiar que la alcaldesa sea la aspirante de Ciudadanos, Begoña Villacís. “El objetivo es que no gobierne el PP y cerrar la puerta a Vox y, si se puede, respetar las lista más votada”, señalan en Ferraz, donde ven, no obstante, la jugada complicada.