El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha dicho hoy que espera haber convocado unas “elecciones constituyentes” para la Diada del año que viene y que este mismo mes planteará al Estado una propuesta de referéndum.
La rueda de prensa de Puigdemont con los corresponsales extranjeros en Barcelona ha marcado la jornada festiva de la Diada, que ha arrancado con las tradicionales ofrendas florales al monumento a Rafael Casanova de instituciones y partidos, excepto el PP y Ciudadanos, que han celebrado sus propios actos.
Puigdemont ha desvelado ante la prensa extranjera uno de los principales mensajes que lanzará en la cuestión de confianza en el Parlament el 28 de septiembre, ya que ha dicho que propondrá de nuevo al Estado celebrar un referendo soberanista: “Voy a insistir en hacer una propuesta en este sentido a la política española”.
Puigdemont ha afirmado que “si hay posibilidades de utilizar el referéndum como mecanismo eficaz y seguro para que la gente decida, claro que no está descartado”.
En todo caso, ha recalcado que, si no hay acuerdo con el Estado para celebrar un referéndum, la “fórmula” prevista es convocar unas elecciones constituyentes, que serían un “verdadero plebiscito de validación” del proceso independentista.
El president ha expresado su deseo de que, para la Diada de 2017, él ya esté “en funciones” porque se habrán convocado elecciones “constituyentes” y Cataluña se encontrará en el “tránsito entre la postautonomía y la preindependencia”.
Según la hoja de ruta que se comprometió a desplegar Puigdemont en su investidura del pasado 10 de enero, el Govern y el Parlament deben dejarlo todo preparado en 18 meses -un plazo que finaliza a mitad del próximo año- para llevar a Cataluña a las puertas de la independencia antes de que los catalanes vuelvan a pronunciarse en las urnas.
Una vez el Parlament haya “validado” las leyes de “desconexión” con el Estado, justo antes de las vacaciones de verano de 2017, será el momento de convocar elecciones en Cataluña para consultar a la ciudadanía si suscribe o no la creación de una “república catalana”.
En esta línea, el presidente de ERC y vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, ha vaticinado que la de este año será “la última Diada” antes de la independencia.
Por su parte, Ciudadanos y el PP Catalán se han desmarcado de todos los actos institucionales de la Diada y han cargado contra Puigdemont.
La líder de la oposición y de Ciudadanos (C's) en Cataluña, Inés Arrimadas, ha acusado al president de “alimentar la confrontación” con el Gobierno, mientras que desde Vigo, el presidente de la formación naranja, Albert Rivera, ha deseado que “algún día” pudiera celebrarse en Cataluña una Diada “de todos los catalanes”.
En el transcurso del acto convocado por la formación naranja en Premià de Mar (Barcelona), Arrimadas ha replicado al discurso de ayer del president, quien acusó al Estado de “desconectar” de sus compromisos con Cataluña.
“Lo que Puigdemont hace es alimentar la confrontación con el Gobierno de España”, ha denunciado antes de lamentar que, desde hace tiempo, sólo se oyen “declaraciones cruzadas” entre los gobiernos español y catalán.
Por su parte, el líder del PPC en el Parlament, Xavier García Albiol, ha pedido a los partidos no secesionistas que abandonen “las debilidades y las ambigüedades” y que se unan para “defender la democracia” porque “frente al radicalismo del independentismo la única respuesta es ideas claras”.
“En estos momentos excepcionales no se trata de matices, no se trata de si somos de derechas o de izquierda, autonomistas o federalistas”, ha sostenido durante el acto institucional de los populares celebrado frente al monumento a Josep Tarradellas.
Albiol ha sostenido que la cuestión principal es “defender la democracia” en Cataluña frente a un Govern que “toma decisiones contra el Estado de derecho”.
En el acto, que ha congregado a un centenar de personas, también han estado presentes la presidenta del PPC, Alícia Sánchez Camacho; el abanderado en la clausura de los JJOO en Río y concejal popular, Jesús García Bragado, y gran parte del grupo parlamentario.
García Bragado ha leído el manifiesto del partido, en el que se lamenta que los independentistas hayan “secuestrado” la Diada.
Quien sí que ha acudido a la ofrenda floral a Rafael Casanova ha sido el líder del PSC, Miquel Iceta, que ha acusado al Govern de “desconectar de la realidad” por desplegar una hoja de ruta “condenada al fracaso”: no hay una “mayoría para la independencia”.
Por su lado, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido la “dimisión inmediata” del ministro de exteriores, José Manuel García-Margallo, porque entiende que “mezcla” terrorismo y el derecho a decidir, en un gesto que no es “inocente ni casual” y sí “reprobable” y “lamentable”.
El ministro advirtió ayer que el “desafío soberanista” de Cataluña es el “más importante” que enfrenta España, ya que “de una crisis se sale, un ataque terrorista se supera, pero la disolución de España es absolutamente irreversible”, unas afirmaciones que han suscitado críticas de todos los partidos, excepto del PPC.