Pujol abronca a los diputados sin responder a sus preguntas en el Parlament
La comparecencia de Jordi Pujol ante el Parlament de Catalunya no ha arrojado nueva luz sobre el origen del dinero negro que el expresident confesó haber mantenido en una cuenta extranjera. Lejos de responder a las preguntas formuladas, el Pujol ha terminado su comparecencia abroncando a los diputados, a los que ha acusado de querer “mezclarlo todo” para “crear malestar” en torno a su familia, a sus 23 años de presidencia y a CiU. El expresident se ha indignado ante algunos de los planteamientos de los grupos parlamentarios, acerca de las actividades supuestamente irregulares de sus hijos durante su gobierno: “¡Me dan pena algunas de las cosas que se han dicho!”, se ha exclamado Pujol, para luego acusar a algunos grupos de “frivolidad” y de querer “liarlo todo”.
El fundador de Convergència no se ha salido del guión marcado en la carta autoinculpatoria enviada a los medios en junio y se ha reafirmado en que el origen del fondo es una herencia de su padre, Florenci Pujol; una fortuna que según ha revelado era -al recibirla en 1980- de 140 millones de pesetas, guardada en dólares. “No he sido un político corrupto”, ha proclamado después de asegurar que “la existencia de dinero en el extranjero puede ser muy criticada pero no presupone que su origen sea ilícito. No salió del erario público”, ha zanjado.
Pujol ha recorrido detalladamente la historia de su padre, pero nada ha dicho sobre las múltiples causas judiciales abiertas de hasta tres de sus hijos. Todo lo contrario, el exlíder nacionalista ha defendido con vehemencia su gestión al frente de la Generalitat, sobre lo que ha dicho que siempre intentó “establecer puentes, buscar soluciones, evitar conflictos políticos y sociales y conciliar intereses” entre la Administración y entidades privadas, para volver a indicar que nunca había cobrado por esas tareas. Se ha escudado en el “proyecto nacional” que ha llevado a cabo en su vida y ha asegurado que no entró en política para hacer dinero “porque ya lo tenía”.
En el turno de pregunta de los grupos parlamentarios, los diputados le han planteado varias baterías de preguntas, que Pujol ha obviado casi totalmente. Gemma Calvet, de ERC, le ha preguntado si se habían cobrado comisiones por la adjudicación de obra pública y le ha reprochado que haya minado la credibilidad de las instituciones catalanas. El líder del PSC, Miquel Iceta, ha señalado la importancia de los delitos que se le imputan por ser “quien ha ocupado los más altos cargos del país”, aunque ha pedido “no convertir la corrupción en un campo de lucha partidista”. Por parte del PP, Alicia Sánchez-Camacho ha afeado con dureza al Pujol haber confesado cuando ya estaba acorralado y ha indicado que el proceso independentista tiene que ver eso.
Joan Herrera, líder de ICV-EUiA, ha recordado los escándalos protagonizados por Convergència a lo largo de su historia y ha pedido a Pujol “tirar de la manta”. “Usted dijo que si tiraba de la manta nos haríamos daño todos, pues tire”, ha pronunciado el ecosocialista. Desde Ciutadans, Albert Rivera ha anunciado que llevarían la comparecencia de Pujol ante la fiscalía: “Si a mi no me contesta, yo no le preguntaré más, conteste ante un fiscal”. David Fernèndez de la CUP ha asegurado que el régimen ha vivido en “un clima de corrupción impune”. Los parlamentarios de CUP han abandonado la sala cuando Pujol, en su turno de réplica, ha elevado el tono y abroncando a los diputados.
Han sido algunas de estas declaraciones las que han enfurecido a Pujol, que según su opinión ha accedido a “desnudarse” ante el Parlament y la opinión pública. “Este gobierno gobernó durante 23 años con elecciones libres”, ha sentenciado como prueba de que su gobierno no fue corrupto.
CiU defiende el papel politico de Pujol y ataca al PP
Por su parte, CiU ha admitido que la comparecencia de Pujol era necesaria, pero lejos de formular preguntas se ha limitado a defender su papel como político ante los ataques de algunos grupos. “Está claro que los hechos explicados afectan al aspecto personal del político, no al aspecto político de la persona”, ha proclamado el portavoz Jordi Turull.
Así pues ha dirigido su intervención a los partidos más duros con Pujol. “Algunos han hablado desde la bilis y han difamado contra todo lo que han podido, tienen el juicio hecho desde el 25 de julio”, ha afirmado. Y sobre todo se ha referido a Alicia Sánchez-Camacho: “¿Le han enviado su intervención por WhatsApp para salvar España?”, le ha espetado, en referencia a los mensajes que recibió Victoria Álvarez, la examante de Jordi Pujol Ferrusola, de parte del jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas.
La herencia de Florenci Pujol, única explicación
La fortuna familiar de los Pujol tenía un origen lícito, ha asegurado el expresident. Afirma que su padre ganó ese dinero como empleado en bolsa y con sus relaciones con el sector algodonero. Sin dar muchos detalles de la cantidad recibida, ha asegurado que “no salieron del erario público”. En ningún momento ha aceptado responsabilidades sobre las decisiones tomadas en relación a la fortuna familiar.
Su padre “no mantuvo dinero en el extranjero con la intención de hacer negocio con él, sino con mentalidad de reserva, de rincón”. No lo hizo por codicia, sino por miedo“. Según esta versión, ese dinero era una especie de caja de resistencia con vistas al futuro para el caso de que la actividad política de Jordi Pujol pusiera en peligro la estabilidad familiar. Ha llegado a citar que se trataba de los años del 23F y de la LOAPA como ejemplo de esos temores.
Pujol no ha dicho cuánto dinero guardaba en el extranjero procedente de la herencia familiar. Sólo ha dicho que el dinero que Florenci Pujol le dejó inicialmente en un banco fuera de España era el equivalente en dólares a 140 millones de pesetas: “Con los años esa cifra aumentó significativamente a causa de las devaluaciones de la peseta”.
Para sostener su inocencia, Pujol ha declarado que tuvo mucho dinero hasta que empezó su carrera política: “Luego cuando conseguí influencia política tuve mucho menos dinero”, ha dicho. “Un hombre en estas condiciones, con cuarenta años y mucho dinero, puede hacer muchas cosas, tener un proyecto y dedicarle esfuerzo y recursos”, ha asegurado. “Yo tenía un proyecto que para mí era prioritario y lo había empezado a escribir en 1958. Se llamaba construir Catalunya, o hacer país”. Por tanto, se ha presentado como alguien que hizo sacrificios por su país y que nunca se interesó por el dinero.
El expresident ha llegado al Parlament solo, dos horas antes de su comparecencia para esquivar a la prensa y a los grupos de personas que protestaban en las inmediaciones del edificio, ultraderechistas de Plataforma Per Catalunya y Somatemps, y de colectivos sociales como la PAH o los huelguistas de Panrico. Según fuentes parlamentarias, entre que ha llegado y entrado a la sala de la comisión, Pujol se ha reunido con la presidencia del Parlament, Núria de Gispert.