Sánchez pide al PSOE profundizar en la España federal frente al modelo del PP: “No va de territorios, sino de servicios públicos”
Pedro Sánchez pide el respaldo de su partido para profundizar en un modelo federal que otorgue más capacidad de autogobierno al conjunto de Comunidades Autónomas. En mitad de un intenso debate interno sobre la repercusión del pacto fiscal alcanzado en Catalunya y de las críticas de varios líderes territoriales, el presidente del Gobierno ha asegurado durante el Comité Federal de su partido que la reforma del modelo de financiación que su Ejecutivo llevará a cabo será beneficiosa para el conjunto de territorios porque servirá para ahondar en las políticas públicas que defienden los socialistas.
“El verdadero debate no es entre territorios sino entre modelos: el que ve en los servicios públicos derechos o quienes ven mercancías. Y nosotros siempre defenderemos que la sanidad y la educación, la dependencia y las pensiones, son derechos con los que nunca mercadear”, ha dicho.
Aunque no se ha referido expresamente al contenido del pacto de investidura de Salvador Illa entre el PSC y ERC, Sánchez ha planteado un choque de modelos políticos entre la socialdemocracia y la derecha desde la perspectiva del estado del bienestar. Y ha defendido que su partido ponga el foco justo ahí para esquivar la polémica sobre el cambio de modelo comprometido con Catalunya.
“La financiación autonómica es una coartada. Es la enésima excusa con la que pretenden ocultar su proyecto neoliberal”, ha señalado el líder de los socialistas durante su intervención, durante la que ha repasado las cifras de transferencia de recursos del Estado a las Autonomías en los seis años de su mandato y ha señalado expresamente los recortes en servicios públicos de gobiernos autonómicos del PP como Valencia, Extremadura, Madrid o Aragón.
“Nunca, en los más de 40 años de vida del estado autonómico, un Gobierno ha volcado más recursos para financiar a las comunidades autónomas. Entonces, ¿cuál es el problema? Que algunos piden con una mano, mientras con la otra hacen regalos fiscales a los más ricos. ¿Qué mayor insolidaridad que el hecho de que haya Comunidades que según les llega el dinero del Estado, que es el dinero de todos los españoles, lo derivan con sus regalos fiscales al bolsillo de los de arriba, de quienes más tienen?”, ha cuestionado.
“Ese es su modelo”, ha proseguido, “reclamar ahora 18.000 millones de euros de los fondos europeos que salen de los impuestos de las clases medias y trabajadoras, para dárselos en forma de rebaja fiscal a una élite privilegiada. ¡Así defienden la igualdad entre españoles!”.
Frente a ese modelo que ha dibujado respecto a las políticas de la derecha, y tras el goteo de críticas internas que se han sucedido durante el verano entre los líderes territoriales, Pedro Sánchez ha señalado al PSOE el rumbo de una España más federal, con más capacidad de autogobierno también en materia fiscal para todos aquellos territorios que así lo soliciten.
“Nosotros estamos dispuestos a hacer nuevas transferencias competenciales, a reconocer singularidades y a permitir que todas las comunidades autónomas que lo deseen recauden y gestionen más gravámenes. Algo coherente con nuestro estado federal llamado autonómico, y que ya hacen con éxito países como Alemania y Canadá”, ha señalado.
Sánchez se ha comprometido a que esa hoja de ruta no implique que haya territorios perdedores de la reforma de la financiación. “Estamos dispuestos a hacerlo porque pensamos que, si se diseña bien, ello nos puede ayudar a crear un sistema de financiación más justo, que reduzca las diferencias territoriales, garantice la suficiencia del gasto público y exija corresponsabilidad a los gobiernos autonómicos”.
El secretario general del PSOE, que ha confirmado que en el Congreso Federal convocado a finales de noviembre en Sevilla se presentará para ser reelegido, ha llamado a sus compañeros de filas a “no conformarse” y a ser valientes en la defensa de las reformas que están por venir.
“Ahora toca seguir soñando y peleando. Toca echar la vista al frente y escrutar el horizonte. Entender los cambios que vienen y los que nos gustaría que vinieran. Debatir sobre cuáles deben ser nuestras siguientes metas y nuestros siguientes pasos. Con ambición. Sin complejos. Con la seguridad y el orgullo de saber que la vieja ortodoxia liberal ha fracasado. Con la responsabilidad que da saber que somos la punta del progreso y que nos toca a nosotros actualizar el sueño socialdemócrata para adaptarlo a los nuevos escenarios sociales, tecnológicos y geopolíticos”.
El presidente ha insistido, además, en un mensaje de continuidad de la legislatura aun en el caso de que, como ocurre en la actualidad, no cuente con una mayoría parlamentaria estable que le permita impulsar reformas. “Con un poder legislativo constructivo o restrictivo. Vamos a seguir gobernando para la gente, para la convivencia y el progreso” ha dicho.
Críticas internas a la “singularidad fiscal” de Catalunya
La conclusión generalizada entre los asistentes al Comité Federal del PSOE de este sábado es doble: que Pedro Sánchez ha conseguido mitigar unas críticas internas muy extendidas entre sus dirigentes territoriales al pacto alcanzado en Catalunya y que lo ha conseguido sin explicar ni un solo detalle ni aportar una sola concreción del recorrido que tendrá la reforma del sistema de financiación autonómica.
Coinciden varios de los presentes que a esa especie de sordina a las voces discrepantes ha contribuido la intervención de Salvador Illa. El secretario general de los socialistas catalanes y president de la Generalitat ha sido ovacionado de manera unánime al comienzo y al final de su discurso. Y según las fuentes consultadas que han asistido a sus palabras su mensaje ha sido recibido por el conjunto del partido como la garantía de que ningún camino que emprenda desde la Generalitat contribuirá “a ninguna ruptura de España”.
Y eso que por primera vez en mucho tiempo el Comité Federal del PSOE se celebraba en un clima de intensa discusión interna. De hecho, en las horas previas las voces críticas han trascendido a las habituales de los dirigentes socialistas de Castilla-La Mancha y Aragón. Al menos, ha sido así en la calle y ante los micrófonos de la prensa.
Las palabras más duras, como suele suceder, han sido las de Emiliano García-Page. “Vengo con una enorme preocupación por el país y por los valores fundacionales de la izquierda y de la socialdemocracia. La propuesta que he leído, que es la de Esquerra, es más egoísta que socialista. Es incomprensible e indefendible”, ha clamado a su llegada al Comité.
Según varios dirigentes presentes, el presidente castellanomanchego ha mantenido a puerta cerrada su discurso crítico con el pacto alcanzado en Catalunya, que ha rechazado frontalmente, aunque con un tono “mucho más comedido” que en sus declaraciones ante los medios. Y también ha cuestionado las promesas fiscales de Pedro Sánchez de crear impuestos específicos a los ricos.
También se ha expresado en su habitual línea crítica con la dirección de su partido el líder de los socialistas aragoneses, Javier Lambán, que según varios de los dirigentes presentes en el Comité Federal ha llegado a calificar de “inconstitucional” el acuerdo alcanzado entre el PSC y ERC.
A su llegada a la calle Ferraz se ha mostrado igualmente crítico con ese acuerdo el líder del Partido Socialista de Andalucía. Ante las preguntas de la prensa, Juan Espadas ha exigido que la reforma de la financiación autonómica sea “buena para todos, no solo para unos pocos”, en referencia a Catalunya. Aunque según las fuentes consultadas que asisten este sábado al cónclave del PSOE, Espadas ha rebajado mucho de puertas hacia adentro su tono crítico y ha ensalzado que ahora “haya un socialista trabajando por una Catalunya mejor pero también por una mejor España”.
El líder de los socialistas de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha lamentado públicamente que no hayan existido antes “espacios de reflexión y diálogo” sobre reformas comprometidas con Catalunya que afectan al conjunto de territorios. Y el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, ha confiado en el compromiso del presidente de que cualquier cambio del sistema de financiación sea multilateral y beneficioso para todos los territorios. “Y si no es así, no lo apoyaremos”, ha advertido.
Un PSOE a la expectativa
El Comité Federal de este sábado ha llegado envuelto en un ambiente de cierta inquietud entre las filas socialistas. A la incomodidad de muchas federaciones por la falta de información respecto al pacto fiscal con Catalunya se han sumado en la última semana el golpe de timón de Pedro Sánchez en su equipo más cercano de la Moncloa y la convocatoria de un congreso que abre la puerta a cambios muy relevantes tanto en la dirección del partido como en los aparatos autonómicos.
Desde la firma del acuerdo de investidura de Salvador Illa entre el PSC y ERC, se han sucedido durante todo el verano las voces críticas con la hipótesis de privilegiar la financiación de Catalunya respecto al resto de Comunidades. Y aunque otras voces han optado por esquivar el rechazo explícito en público, el malestar con la forma y el fondo de lo comprometido con Esquerra es bastante generalizado entre el conjunto de direcciones socialistas en los territorios.
Consciente de ello, Sánchez intenta hacer un llamamiento a la unidad de su partido y se esfuerza por trasladar un mensaje de confianza en torno a la reforma del sistema de financiación que se va a abordar. El compromiso que traslada el presidente es que esa reforma será buena para todas las Comunidades Autónomas y que el fondo de compensación que garantiza la solidaridad interterritorial tendrá más recursos que nunca para paliar la desigualdad entre unas regiones y otras.
Y además está el baile de sillas en Moncloa y en Ferraz. Esta semana se ha consumado la salida del Ejecutivo de José Luis Escrivá para ser gobernador del Banco de España. Desde el equipo del presidente se traslada la idea de que la entrada de Óscar López al Consejo de Ministros supone dotar de “pulso político del partido” al Gobierno. Sin embargo, su sustituto en la dirección de Gabinete del Presidente, el hasta ahora secretario general de Políticas Públicas, Diego Rubio, ha cogido por sorpresa a muchos cargos del partido, que confiesan estar ahora a la expectativa de los cambios que pueda introducir en el equipo más cercano al presidente alguien que no tiene vinculación alguna con el aparato de Ferraz.
También se ha hecho oficial, por otra parte, la convocatoria del Congreso Federal que tendrá lugar a finales de noviembre en Sevilla. En el partido asumen ese Congreso implicará cambios de calado en la dirección del partido y abrirá la puerta a que se reproduzcan también renovaciones de mucho peso en los posteriores congresos autonómicos.
Desde la Moncloa, mientras, intentan trasladar un mensaje de Gobierno en activo frente a una oposición perdida. “Esta semana se ha visto que el curso ha empezado con el Gobierno poniéndose las pilas y con el PP igual que se fue de vacaciones: sin rumbo ni proyecto”, apuntan desde el equipo del presidente, donde ponen en valor que esta semana se haya materializado el hito de la renovación del Poder Judicial y que el presidente haya lanzado un mensaje nítido sobre la continuidad de la legislatura.
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