Sánchez vende estabilidad en EEUU y “compromiso” con los socios de la coalición
Pedro Sánchez ha viajado a EEUU con una misión: tratar de convencer a los inversores de que España es un buen mercado para su dinero. Y a eso ha dedicado las primeras 24 horas de las cerca de 72 que pasará en el país norteamericano y que le llevarán a Nueva York, Los Ángeles y San Francisco. El presidente ha concedido este miércoles dos entrevistas -una al programa Morning Joe y otra a Reuters- en la que el mensaje que ha querido trasladar es el la estabilidad del Ejecutivo, un elemento básico para los inversores. De hecho, ha presumido de que ha conseguido sacar adelante todas las reformas que se ha propuesto, a pesar de su debilidad parlamentaria.
Lo ha hecho unas horas después de que el Gobierno haya logrado salvar por la mínima -y con desavenencias dentro de la propia coalición- el decreto para acabar con el abuso de la temporalidad de los interinos. La negociación a varias bandas ha terminado por obligar al Gobierno a flexibilizar algunos de los requisitos para los empleados temporales de la administración. “Estamos comprometidos con nuestro socios, no solo en el Gobierno de coalición sino también en el Parlamento”, ha dicho Sánchez otra jornada frenética en el Congreso, donde el acuerdo ha llegado una vez más in extremis.
Sánchez ha recordado que el año pasado la coalición logró sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y ha asegurado que tiene “previsto hacer lo mismo este año y el que viene”. A pesar de que con la aprobación de las cuentas públicas de 2021 se daba por salvada la legislatura, Sánchez se compromete a aprobar las de 2022, que empezarán a negociarse en breve, y las de 2023 -cuando se acercará el ciclo electoral-. El presidente ha reconocido que la “estabilidad” y la “certidumbre es importante para la inversión extranjera” en un momento en el que pretende conseguir una movilización de 500.000 millones de capital privado con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. “Queremos tener al sector privado de EEUU a bordo”, ha dicho por la mañana.
Esa intención de atraer inversión ha quedado patente en las reuniones que ha mantenido Sánchez con los principales fondos buitre que tienen su sede en Wall Street, algunos con importantes intereses en España, como Blackstone, que posee más de 30.000 viviendas para alquiler. Según El País, algunas de esas compañías han mostrado inquietud por la ley de vivienda que prepara el Ejecutivo y por la reforma laboral. En Moncloa aseguran que el presidente no iba a hacer promesas legislativas a esos inversores. En la entrevista en Reuters, Sánchez ha apostado por llevar a cabo reformas en el marco fiscal -ha hablado de la fiscalidad global- y el mercado de trabajo, pero ha asegurado que servirán para la “recuperación” y el “crecimiento”, dos cuestiones que ha asegurado que a los “inversores les gusta”.
El presidente ha aprovechado para enviar un recado al PP en plena ofensiva de Pablo Casado, que ha asegurado este mismo miércoles que el PP es ya la primera fuerza en base a lo que pronostican las encuestas: “Los líderes tenemos que basarnos en los hechos. Es la gran diferencia entre la oposición y el Gobierno: logramos resultados, atraemos inversiones y España sale muy bien parada de lo que se ha hecho en un momento tan difícil de nuestra historia”. “¿Y qué es lo siguiente?”, se ha preguntado: “El presupuesto nacional, la política más importante que debe aprobarse en el Congreso”.
Sánchez ha remarcado que buena parte de la recuperación depende de la marcha de la vacunación y se ha felicitado por el avance en España. De hecho, ha repetido que no hay un movimiento antivacunas potente frente a lo que ocurre en otros países, como EEUU, donde el proceso se ha ralentizado y están lejos de llegar al objetivo de la inmunidad de grupo que se había propuesto Joe Biden para esta fecha. Sánchez ha sorteado la pregunta de por qué no ha incluido Washington en su agenda, pero ha enviado un mensaje nítido de sintonía con la nueva Administración. “Cuando el presidente dijo que América ha vuelto, fue una buena noticia para América y para el mundo. Con la anterior Administración, la de Trump, era muy difícil de entendernos. Que el presidente de EEUU dijera que la UE era una especie de enemigo era un completo error”, ha aseverado.
En política internacional, Sánchez ha reconocido que “China para los europeos, es un negociador, un competidor y un rival, un rival sistémico por ejemplo en cuestiones como los valores democráticos”; pero ha asegurado que es necesario “hablar” con esa potencia asiática y “abrir un diálogo” en materias como la transición ecológica. Preguntado por la posición sobre el Sahara Occidental, el socialista ha asegurado que la posición de España no ha variado y que la apuesta es “encontrar una solución dentro del marco de la ONU” después de que Trump reconociera la soberanía marroquí sobre ese territorio, una decisión que el demócrata no ha revertido.
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