Carmena y Colau esperan acercamientos de los socialistas si Sánchez logra la investidura
- Ada Colau ha expresado públicamente su deseo de “un acuerdo de gobierno de izquierdas para la ciudad de Barcelona pensando en el bien de los vecinos y las vecinas”
¿Seguirán gobernando en solitario Manuela Carmena y Ada Colau hasta el final de la legistalura? En buena medida dependerá de cómo desemboquen las negociaciones de Pedro Sánchez para lograr la investidura, con quién la logre y qué votará el grupo de Podemos-En Comú-En Marea. Y eso se sabrá en tres semanas, a principios de marzo.
En Madrid, la alcaldesa respondía así este viernes en la SER a Pepa Bueno tras ser preguntada por la incorporación del PSOE al equipo de gobierno: “No está en mi mano, ellos saben que son los que primero tienen que decir si quieren entrar. Nosotros nos comprometimos a hacer una consulta pública. El primer paso tendría que hacerlo el PSOE, tenemos muy buenas relaciones con ellos y tampoco hay que hacer un planteamiento formalista. Si ellos dicen que tienen interés, nosotros nos pondríamos en marcha a poner en funcionamiento nuestro protocolo”.
“Soy muy partidaria de los pactos, de las sumas y no de las restas”, prosiguió Carmena. “Yo no quiero que mi actitud personal determine lo que pueden pensar otras personas de nuestra plataforma. Soy respetuosa. El Ayuntamiento seguirá las indicaciones de las plataformas que lo sustentan, pero es mejor sumar que restar”.
Fuentes de Ahora Madrid reconocen que es un tema que se ha debatido internamente, pero que de momento no hay cambios, sobre todo teniendo en cuenta el contexto estatal. La posibilidad de que Carmena cogobierne con los socialistas ha sobrevolado el Ayuntamiento de Madrid desde el principio, cuando el grupo municipal socialista estaba liderado por Antonio Carmona y, después, con Purificación Causapié.
Pero tampoco todos en Ahora Madrid ven con los mismos ojos la posibilidad de pactar con el PSOE: el núcleo de la alcaldía y concejales más próximos al sector oficial de Podemos sopesan las ventajas, si bien no quieren moverse en esa dirección hasta ver cómo concluyen las negociaciones para La Moncloa.
Por otro lado, están los concejales más próximos a otras organizaciones políticas y sociales, que se muestran mucho más reticentes a la idea: es más, hay algunos miembros de Ahora Madrid que interpretan la dureza socialista de la última semana hacia la concejala de Cultura, Celia Mayer, como un síntoma de que “el PSOE quiere pillar asiento en el Ayuntamiento de Madrid, y para ello necesita una fractura en el seno de Ahora Madrid forzando el cese de Celia Mayer”.
Más posibilidades en Barcelona
En Barcelona la situación parece más madura que en Madrid: la alcaldesa ha hecho una oferta pública, y el equipo de gobierno se reúne con el PSC cada semana para hablar y, además, negociar los presupuestos de la ciudad.
De momento, Ada Colau ya ha expresado públicamente su deseo de “un acuerdo de gobierno de izquierdas para la ciudad de Barcelona pensando en el bien de los vecinos y las vecinas”. El PSC reivindica su autonomía de Ferraz, pero las fuentes consultadas sostienen que está mirando de reojo las negociaciones de Pedro Sánchez.
El diálogo arrancó hace meses. “Ya hace tiempo que Ada [Colau] ofreció ese acuerdo”, se asegura desde Barcelona. La dura confrontación electoral motivó que los contactos fueran discretos, explican las mismas fuentes. La alcaldesa “se ve regularmente con Alfred Bosch (portavoz de ERC), y Jaume Collboni (PSC) y hace semanas que se habla, pero el escenario electoral no facilitaba” la comunicación, exponen.
El secretario general del PSOE, por su parte, no sólo ha dado su plácet público a las conversaciones en una entrevista en TVE, sino que las ha usado para atraerse a Podemos: “Ada Colau ha ofrecido un pacto de izquierdas al PSC y vamos a entrar a dialogar, a debatir y a poder acordar un pacto de izquierdas con Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona”. El candidato del PSOE fue un paso más allá y usó el ejemplo de Barcelona para volver a proponer un pacto similar a escala nacional. Y dejaba la pelota en el tejado de Podemos y de su líder: “Me gustaría que el señor Iglesias hiciera lo propio en España y que, como he hecho yo, tendiera la mano a ese diálogo entre el PSOE y Podemos”.
