El juez Velasco dice que la corrupción en el fútbol es un problema sistémico

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha dicho hoy que la corrupción en el fútbol “no es un problema local, sino sistémico” al analizar procesos en curso como los de los futbolistas del FC Barcelona Leo Mesi y Neymar.

Velasco ha impartido este jueves una conferencia a en el Centro Superior de Estudios de Gestión de la Universidad Complutense de Madrid acerca de las medidas anticorrupción en el fútbol.

En este sentido, ha analizado casos como el del futbolista Leo Messi, condenado en julio de 2016 a 21 meses de cárcel y a pagar 4,1 millones de euros por defraudar a Hacienda con sus derechos de imagen, y cuya causa se encuentra recurrida ante el Tribunal Supremo.

“El Alto Tribunal está resolviendo ahora sobre si Messi dejó de pagar impuestos o si era una persona tan ocupada en jugar al fútbol que no tuvo ni un minuto para preguntar a su asesor fiscal si estaba eludiendo impuestos”, ha señalado con cierta ironía Velasco.

De forma paralela, se ha referido a la estrategia de los abogados del futbolista que, en su opinión, intentan eximirle de responsabilidad penal “porque dicen que eran otros los que cometieron el delito y el jugador sólo firmaba”.

También se ha pronunciado sobre el presunto fichaje fraudulento de Neymar por el FC Barcelona, cuya causa está abierta en la Audiencia Nacional y por el que han sido imputados el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, y su antecesor, Sandro Rosell, el propio futbolista y el FC Barcelona como persona jurídica.

“Seguro que Rosell y Bartomeu tuvieron un cooperador necesario, alguien que les asesorase y les dijera lo que había que hacer, pero ellos firmaron en nombre del club”, ha asegurado el juez Velasco, al tiempo que ha aseverado que “no hay que lamentarlo después, cuando las cosas llegan a los juzgados, sino prevenirlo”.

El magistrado de la Audiencia Nacional ha asegurado, en referencia a los casos de amaños de partidos, que “los deportistas deberían plantearse si les merece la pena aceptar una mordida por dejarse perder o si pueden vivir bien y sin problemas con lo que cobran”.