En algún lugar hay algo que necesitas leer.
Felipe VI no se pone en pie ante la llegada de la espada de Bolívar a la toma de posesión de Gustavo Petro
El rey de España, Felipe VI, no se puso en pie ante la llegada de la espada del libertador Simón Bolívar a la toma de posesión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, al contrario que otros mandatarios internacionales presentes en la ceremonia.
En un vídeo difundido en redes sociales, se puede ver al monarca español ubicado al lado del presidente de Chile, Gabriel Boric, siguiendo con la mirada la llegada del arma simbólica, pero, a diferencia de otros invitados, no se levantó de su sitio ni aplaudió el acto.
Pocos minutos después de jurar su cargo, Petro anuló la orden del expresidente Iván Duque de no ceder la espada para la ceremonia por supuestos riesgos de seguridad. Tras un receso de unos minutos, cuatro soldados de la guardia presidencial trasladaron la espada en una urna acristalada hasta la Plaza de Bolívar, ubicada en pleno centro de Bogotá, donde se estaba celebrando la toma de posesión del nuevo jefe del Estado.
“Como presidente de Colombia solicito a la Casa Militar traer la espada de Bolívar, una orden del mandato popular de este mandatario”, proclamó Petro. “Esta espada representa demasiado para nosotros”, agregó el nuevo presidente, quien resaltó que se trata de la “espada del pueblo” y por eso era importante tenerla durante la ceremonia.
Gustavo Petro es el primer presidente de izquierdas del país y perteneció a las filas del grupo guerrillero Movimiento 19 de Abril (M-19). Fue precisamente este grupo el que tuvo como primer acto en 1974 el robo de la espada de Bolívar el 17 de enero de la Quinta Bolívar, una casa museo en el centro de Bogotá donde estaba en exhibición. Después de 16 años, la devolvió al Gobierno tras firmar la paz y dejar las armas.
Otro de los momentos más emotivos de la ceremonia fue cuando la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, comandante del M-19 que fue compañero de Petro en esa guerrilla y que fue asesinado en marzo de 1990 cuando era candidato presidencial tras dejar las armas, le impuso la banda presidencial al nuevo presidente. Lucía una chaqueta roja con la foto de su padre en la espalda y la siguiente frase: “Que la lucha por la paz no nos cueste la vida”. Durante el acto, la senadora no pudo contener las lágrimas y abrazó a Petro al ver cumplido el sueño de su padre asesinado.
La ceremonia de juramentación del presidente colombiano tuvo estos elementos simbólicos a los que se sumó también el pedido de la escultura de la Paz de Fernando Botero, una paloma que fue donada por el artista cuando se firmó el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las Farc y que se encuentra en el Museo Nacional.
44