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El polémico karaoke de Meloni y Salvini mientras se siguen rescatando cuerpos de migrantes en las playas de Italia
El pasado sábado, el mar Jónico devolvía dos cuerpos sin vida a las playas de Cutro. Eran un hombre y una niña de 5 ó 6 años, y se sumaban al total de 75 víctimas mortales conocidas hasta la fecha por el naufragio de una barca de migrantes. La noche anterior, el viernes 9 de marzo, la presidenta del Gobierno de Italia, Giorgia Meloni, cantaba junto al vicepresidente Salvini en la fiesta de 50 cumpleaños de este.
“Dicen que luego cuando regresabas / en el río, quién sabe cómo, resbalaste/ Y él que no te quiso creer muerta”, versos de La canzone di Marinella, se escuchan en un vídeo compartido por el periodista y vicedirector del medio Il Giornale, Nicola Porro. La letra de la canción, escrita en 1962 por el cantautor Fabrizio De André, cuenta la historia de una niña de 16 años que murió ahogada en un río al ser arrojada por un delincuente. 'Marinella' era inmigrante interna: procedía de un pequeño pueblo de Calabria, había ido al norte a buscar fortuna y terminó trabajando de prostituta. Según contó el propio De André en una entrevista, para escribirla se inspiró en un suceso real de la época ocurrido en el norte de Italia, el asesinato de María Boccuzzi.
Precisamente, De André (1940-1999) se caracterizó por cantar a los marginados. Las letras del artista italiano cuentan historias de prostitutas, de rebeldes, y cargan contra la jerarquía de la Iglesia católica. Por algo se le conocía como “el poeta de los vencidos”. Este detalle, unido a la ideología anarquista y pacifista que promulgaba De André, ha hecho que la ‘actuación’ de Salvini y Meloni en el karaoke interpretando Marinella resulte más ofensiva aún.
La periodista y actriz Selvaggia Lucarelli compartió el vídeo en sus redes sociales y subrayó que “los dos cristianos Meloni y Salvini no van a Cutro a rezar delante de los ataúdes. Y por la noche un poco de karaoke en la fiesta de cumpleaños de Salvini”.
Entre los asistentes, informa Corriere della Sera, también se encontraban el ministro de Asuntos Regionales y Autonómicos de Italia, Roberto Calderoli, y el presidente de la Cámara de los Diputado y ultraderechista Lorenzo Fontana.
“El Gobierno encuentra tiempo para celebrar los 50 de Salvini”
El alcalde de Bolonia (del norte de Italia), Matteo Lepore, criticó en la mañana del sábado las imágenes compartidas por Porro: “Me impresionaron mucho las imágenes que vi [...]. (Salvini y Meloni) no querían conocer a las familias de las víctimas ni rendir homenaje a los ataúdes, pero encontraron tiempo para celebrar su 50 cumpleaños por Ministro Salvini”.
Lepore asistió el viernes al funeral de siete de los fallecidos en la tragedia. “Ayer fue un día muy doloroso para todos nosotros, enterramos algunos ataúdes, hasta una niña pequeña”, aseguró el político.
Ese mismo día, la presidenta, el vicepresidente y el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, viajaron a un Consejo de Ministros en la ciudad de Cutro. Allí fueron recibidos por manifestantes, que lanzaron peluches sobre sus coches, según informa el periódico la Repubblica. El mismo medio ha titulado este domingo, sobre el vídeo en cuestión, “Esas escenas de jolgorio en la fiesta de cumpleaños de Salvini mientras el mar devuelve los cadáveres de niños sin nombre”.
La líder del Partido Demócrata, Debora Serracchiani, ha compartido el 'clip' con dos versos del poeta Eugenio Montale: “Sólo hoy podemos decirles/ lo que no somos, lo que no queremos”.
79 víctimas y más de 1.400 rescates
El pasado 26 de febrero morían 79 personas en el naufragio en la ciudad sureña de Cutro, en Calabria. Entre las víctimas había varios niños. La embarcación en la que viajaban se partió en dos, probablemente tras chocar contra una roca debido a la marejada frente a la costa de Steccato di Cutro, una ciudad en la provincia de Crotone. Los supervivientes explicaron entonces que el motor que la empujaba explotó en mitad de la noche, causando decenas de heridos y, finalmente, haciendo añicos el bote.
Los medios locales informaron que la embarcación llevaba cuatro días viajando desde el puerto de la localidad Smirne, en el extremo occidental de Turquía. Según la información obtenida por Médicos sin Fronteras de los migrantes a quienes dio asistencia psicológica, la barca llevaba 177 personas a bordo.
En los últimos cinco días, cerca de 4.000 migrantes han llegado a las costas italianas procedentes de Afganistán o Siria.
La ultraderechista Giorgia Meloni, en el contexto migratorio del país, aprobó entonces un decreto ley que aumentará las penas a los considerados “traficantes”, esto es, los encargados de conducir las barcazas a las órdenes de las organizaciones criminales de tierra. De ser capturados ahora, podrán ser condenados hasta a 30 años de prisión, mientras que antes la sanción era de un máximo de 5 años.
En Cutro cerca de 5.000 personas, entre ellas muchos representantes de asociaciones humanitarias, se manifestaron el pasado sábado bajo el lema “Parad la masacre de inmediato” para protestar por las muertes en naufragios. La manifestación comenzó con la cruz fabricada con la madera de la barca que se partió y se hundió en la playa de Steccato de Cutro.
El pasado sábado, el mar Jónico devolvía dos cuerpos sin vida a las playas de Cutro. Eran un hombre y una niña de 5 ó 6 años, y se sumaban al total de 75 víctimas mortales conocidas hasta la fecha por el naufragio de una barca de migrantes. La noche anterior, el viernes 9 de marzo, la presidenta del Gobierno de Italia, Giorgia Meloni, cantaba junto al vicepresidente Salvini en la fiesta de 50 cumpleaños de este.
“Dicen que luego cuando regresabas / en el río, quién sabe cómo, resbalaste/ Y él que no te quiso creer muerta”, versos de La canzone di Marinella, se escuchan en un vídeo compartido por el periodista y vicedirector del medio Il Giornale, Nicola Porro. La letra de la canción, escrita en 1962 por el cantautor Fabrizio De André, cuenta la historia de una niña de 16 años que murió ahogada en un río al ser arrojada por un delincuente. 'Marinella' era inmigrante interna: procedía de un pequeño pueblo de Calabria, había ido al norte a buscar fortuna y terminó trabajando de prostituta. Según contó el propio De André en una entrevista, para escribirla se inspiró en un suceso real de la época ocurrido en el norte de Italia, el asesinato de María Boccuzzi.