VENTANA RURAL

La renta agraria en España crece un 14,2% en 2024

El año 2023 estuvo marcado por la sequía y sus consecuencias en el campo. Sin embargo, las previsiones para el cierre de 2024 son más alentadoras. La renta agraria española se ha situado en 37.759 millones de euros, lo que significa un incremento anual del 14,2%, según la primera estimación del año publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Entre los principales factores que explican esta evolución positiva hasta alcanzar estos 37.759 millones están la disminución de los costes de producción de la rama agraria, hasta alcanzar su valor histórico más alto, 68.430 millones de euros.

El crecimiento de la producción de la rama agraria, que incluye tanto la vegetal como la animal, se debe principalmente al incremento de las cantidades producidas (+ 11%), ya que los precios, acorde con el descenso de la inflación general, han bajado el 6%.

El volumen de trabajo en la agricultura aumenta un 1,5% en el número de activos en el campo, situándose en 822.800 ocupados, y la renta agraria en términos corrientes por Unidad de Trabajo Anual (UTA) se incrementa  un 12,6%, hasta los 45.890 euros.

El valor de la producción vegetal aumentó un 8,9% en valor, hasta los 38.830,5 millones de euros, por una mayor producción (+18,8%), en un año climáticamente bueno en la mayor parte de España, que ha compensado el descenso de los precios percibidos por los agricultores (-8,3%).

Se ha incrementado el valor de la producción del aceite de oliva debido, tanto a la mejor cosecha respecto a la escasísima campaña precedente, como a los altos precios

La evolución no fue la misma en todos los productos. En concreto, hay que destacar, por ejemplo, que los cereales han experimentado un aumento de un 49,6% en valor, fruto de la recuperación (+76,9%), tras dos años de fuerte sequía que supuso un importante descenso de la cosecha, que cayó a niveles históricos, según indica el Ministerio de Agricultura.

Además, se ha incrementado el valor de la producción del aceite de oliva (+51%), debido, tanto a la mejor cosecha (+22,6%) respecto a la escasísima campaña precedente, como a los altos precios (+23,1%). También ha mejorado el de la producción de vino y mosto (+10%), por una mayor vendimia. Por su importancia económica en el cómputo global, destaca el aumento del valor de las frutas (+6,1%) y la ligera bajada del de las hortalizas (-1,4%).

La producción animal se ha reducido un 1,3% en valor, situándose en 28.077,7 millones de euros, por la caída de sus precios (-2,2%), ya que las cantidades producidas aumentan ligeramente (+0,9%). En esta rama, destaca el buen comportamiento del bovino (+15,2%) y las aves (+5%), mientras que el porcino, la leche y los huevos ven reducido su valor.

Los consumos intermedios han registrado un descenso del 8,5%, hasta los 28.913,6 millones de euros, como consecuencia del descenso de sus precios de compra (-10,2%), puesto que la cantidad utilizada ha aumentado un 1,9%. Los piensos, que suponen más de la mitad del importe de los consumos intermedios, han descendido un 18,4% en valor, por la caída de los precios (-19,1%).

Los agricultores están comenzando a adaptarse a las realidades cambiantes del clima y del mercado

Dentro de los alimentos con mayor rentabilidad destacaron los cereales, que aportaron 4,3 puntos a la variación interanual de la renta. Éstos lograron recuperarse de la sequía que abrumó el campo en 2023 y obtuvieron un alza de 50% en valor. Esto provocó que su productividad se incrementara un 77%. Atrás quedaron los dos años anteriores donde experimentaron descensos históricos. Y el aceite de oliva, que aportó 3,8 puntos.

Las subvenciones totales manejadas por el Ministerio, donde se incluyen los apoyos de la PAC, se estima que se han incrementado en 4,8% hasta los 7.145 millones de euros.

La renta agraria es el indicador macroeconómico más utilizado en el ámbito agrario. Este indicador representa el valor generado por la actividad de la producción agraria y mide la remuneración de todos los factores de producción (tierra, capital y trabajo), que alcanza en 2024 los 37.759 millones en su primera estimación. El cálculo de la misma se realiza de acuerdo a las disposiciones previstas reglamentariamente y, por tanto, de manera armonizada en toda la Unión Europea y se publica una vez validada por Eurostat (Oficina Europea de Estadística).

El impulso en la producción agraria y los cambios en los precios reflejan un rendimiento variado en las distintas áreas del sector agrícola español, lo que sugiere que los agricultores están comenzando a adaptarse a las realidades cambiantes del clima y del mercado. En definitiva, el año agrario en España presenta desafíos y oportunidades, invitándolos a permanecer atentos a las tendencias que marcarán el futuro de la agricultura en nuestro país.