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VÍDEO | La magia de la crítica política en Internet: el juez Kavanaugh, interrogado en Pulp Fiction
- El actor Samuel L. Jackson ha reaccionado al vídeo diciendo en Twitter: “Jodidamente divertido. Pero no hay nada gracioso en ver mentir a ese capullo”.
- El vídeo ha sido realizado por el estudio audiovisual neoyorkino Elara Pictures y se ha hecho viral.
Todo el proceso de escrutinio al candidato a juez del supremo en EEUU Brett Kavanaugh está generando muchísimo debate social, tanto en los medios como en las redes sociales. Uno de los momentos más comentados fue la intervención del juez Kavanaugh en la que durante uno de los interrogatorios se puso a llorar mientras recordaba su época universitaria, justificando que a veces bebía mucha cerveza pero asegurando “no haber agredido sexualmente nunca a nadie”.
El relato de Kavanaugh, sobre todo contrapuesto al de una mujer que le acusa de violación, Christine Blasey Ford, doctora en Psicología de 51 años y una de las supuestas víctimas del magistrado en la época universitaria, ha provocado reacciones de todo tipo. Una de ellas ha sido un vídeo realizado por el estudio audiovisual Elara Pictures que se ha viralizado. En el vídeo se puede ver cómo el personaje interpretado por Samuel L. Jackson en Pulp Fiction interroga al senador Kavanaugh.
Imaginar al juez Kavanaugh interrogado por el personaje de Jules en Pulp Fiction no es más que una forma de exagerar la ya de por sí sobre-interpretada intervención del juez. En un contexto donde hay muchas activistas y mujeres denunciando al juez que diga la verdad y se haga cargo de lo sucedido (como el momento en que la activista colombiana Ana María Archila intercepta a Jeff Flake cuando iba a coger el ascensor para llevar a cabo su votación y le pide explicaciones) este tipo de contenidos multiplican la viralidad de las denuncias.
El vídeo forma parte de una práctica habitual en el mundo de la memética y es lo que algunos activistas y académicos nombraron como “remezcla audiovisual política”. A menudo se tiende a pensar que los memes y los contenidos que se producen mezclando distintas fuentes tienen únicamente un objetivo lúdico. Este y otros ejemplos demuestran que un mashup puede ser divertido al tiempo que tiene una profunda carga política. Se trata de usar el lenguaje mainstream para ir contra una ideología mainstream, en este caso, el machismo.
