Abengoa presenta su central eléctrica de hidrógeno que cabe en un contenedor
Eso que está dentro de un contenedor en el Puerto de Sevilla es una central eléctrica en miniatura, que además funciona con hidrógeno y que encima genera agua como único residuo. Lo que viene a ser esta pila de combustible la ha diseñado la multinacional sevillana Abengoa, que la presentó en sociedad este miércoles antes de darle los últimos retoques y facturarla rumbo a Holanda, donde se probará durante cinco años en una planta química.
Esta mini planta de potencia basada en pilas de combustibles de hidrógeno es fruto del proyecto europeo Grasshopper, en el que participan empresas e instituciones de España, Eslovenia, Reino Unido, Países Bajos, Italia y Alemania y en el que Abengoa está presente a través de su filial Abenewco1. Ubicada en un contenedor de seis metros de largo por 2,5 de ancho y tres de alto, esta especie de pila infinita –no se agota siempre y cuando no le falte el suministro de hidrógeno– genera 100 kW de carga nominal, aunque se puede hacer a una escala mayor para así aumentar la producción.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se acercaba este miércoles por la Zona Franca portuaria para asistir a una presentación en la que se recordaba que el hidrógeno es el elemento más común en el universo. Si a esto le unimos que su uso permite obtener una energía limpia y nada contaminante (lo dicho, su único residuo es agua), no es difícil entender el interés que despierta cualquier proyecto que lo utiliza como elemento principal.
Una planta fácil de transportar
Los expertos de Abengoa presentaron la pequeña planta como la primera del mercado capaz de operar de una forma dinámica, flexible, versátil y con una importante reducción de costes. Encima, con sus 26 toneladas de peso y su estructura modular el transporte no es especialmente complejo, además de que no es difícil de enlazar a cualquier sistema porque poco menos que se enchufa. Esto la convierte en una solución para la demanda de energía de lugares remotos o no conectados a la red, como campamentos o islas, o como generador de emergencia para edificios, como hospitales.
Los ingenieros recordaron que el hidrógeno, entre otras vías, puede obtenerse del agua por hidrólisis, además de que su combustión no genera emisiones de CO2 y, por lo tanto, ayuda a la descarbonización. “Es una tecnología que ya está en fase de madurez”, incidieron, y con no pocas aplicaciones en el terreo de la movilidad (aviones, barcos, autobuses…), la industria y otros campos, de hecho la propia Abengoa trabaja con la Armada en un sistema de propulsión por hidrógeno para un submarino.
En la pila de combustible entran aire y hidrógeno, produciendo energía eléctrica, calor (que puede ser aprovechado en procesos industriales que requieran de baja temperatura, o para el suministro de calefacción en áreas residenciales) y agua, que también podría reaprovecharse para un uso industrial. Su prueba de fuego va a ser ahora durante cinco años en un parque químico en Delfzijl (Países Bajos), donde funcionará a partir del excedente de hidrógeno producido en una planta química que produce sustancias cloroalcalinas. Ahí se testará su durabilidad y viabilidad económica.
“Milagros de la ciencia y la investigación”
Las previsiones apuntan a que en 2050 el 20% de la energía que se produzca podría provenir del hidrógeno, al que se le confiere un papel clave en el proceso de descarbonización del sector energético. “Es una energía de presente y de futuro”, apuntó Espadas, quien subrayó que el proyecto es fruto del talento que existe en Abengoa, que es un orgullo para Andalucía y Sevilla“, además de que coloca a la ciudad como referencia en la ingeniería aplicada a las energías renovables.
No quiso el alcalde hispalense olvidar la “situación compleja” en la que se encuentra la multinacional, por lo que expresó la necesidad de “apostar por la industria y los trabajadores que hacen posible estos milagros de la ciencia y la investigación y que los convierten en productos muy competitivos en el mercado”. Productos que, además, “van a marcar el futuro del planeta”.
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