Las cubiertas y cúpulas de la iglesia de la Anunciación se podrán visitar a partir de enero mientras avanza su restauración
Construida durante el periodo de mayor efervescencia comercial de la ciudad hispalense, en pleno Siglo de Oro, la iglesia de la Anunciación está considerada en la actualidad como uno de los edificios más significativos del renacimiento sevillano. Es, además, uno de los “espacios simbólicos” de la Universidad de Sevilla (US), propietaria del inmueble desde 1771 y responsable de llevar a cabo la restauración y puesta en valor de sus cubiertas y cúpulas. Un proyecto que inició las obras hace justo un año y que prevé culminar su primera fase en enero de 2024, después de que se haya ampliado el plazo de finalización y el presupuesto en un 12% (alcanzando los de 942.423 euros), al introducir diversas modificaciones al documento inicial.
De modo que será a partir de principios del próximo año cuando las cubiertas se abran el público general, que las podrá visitar siguiendo la filosofía de “puertas abiertas” que abandera la citada institución académica. La visita se podrá efectuar tanto de día como de noche gracias a la iluminación con la que cuenta el edificio y al nuevo ascensor que se va a instalar, permitiendo el acceso hasta la planta inferior de la terraza y, desde ahí, se habilitará un sistema de rampas para facilitar el ascenso a la cúpula.
Así lo ha anunciado este jueves Francisco Montero, director general del Espacio Universitario de la Hispalense, quien ha acompañado a los medios de comunicación en una primera visita a las obras con objeto de dar a conocer el estado del proyecto junto al arquitecto Antonio Campos, director de los trabajos de restauración, y a Daniel Bilbao, decano de la Facultad de Bellas Artes, que ocupa actualmente el antiguo convento de este templo renacentista.
Uno de los “tesoros” de la US
Durante el encuentro, el arquitecto que dirige este proyecto de restauración ha puesto en valor las singularidades de la cúpula de la Anunciación, solo “equiparable en volumen y altura” con la de la iglesia del Salvador. Precisamente, este templo es uno de los enclaves emblemáticos de la ciudad que se pueden contemplar al subir a las cubiertas donde se están acometiendo las obras de mejora.
De acuerdo con Antonio Campos, estos primeros trabajos se corresponden con la fase inicial de la restauración integral de la iglesia y su finalidad principal es frenar la entrada de agua al edificio, así como restaurar elementos de alto valor patrimonial situados en las propias cubiertas (por ejemplo, la cerámica vidriada de cúpulas, cupulines y pretiles). Para ello, la intervención cuenta con un equipo multidisciplinar especializado en albañilería (actuaciones más generalistas), restauración (para trabajos más precisos, tales como molduras o piedras talladas), cerámica (para los azulejos de las bóvedas) y herrería (para recrear las veletas y cruces que adornan cúpulas y cupulines).
Más allá de del valor patrimonial que encierra para la ciudad este monumento construido en 1565 por el arquitecto Hernán Ruiz II (Maestro Mayor de la Catedral de Sevilla y autor también de la iglesia del antiguo hospital de las Cinco Llagas) a cargo de la Compañía de Jesús, el templo de la Anunciación es todavía hoy uno de los elementos identitarios de la Hispalense, por ser “el lugar fundacional de la universidad”, además de su antigua sede hasta mediados del siglo XX, cuando el Rectorado se traslada finalmente a su actual ubicación en la Fábrica de Tabacos.
De hecho, la iglesia compatibiliza en la actualidad sus usos de carácter eclesiástico con los actos universitarios, pues en ella se siguen celebrando algunos de los actos académicos más “simbólicos” e importantes para esta institución, como son la apertura del curso académico o las investiduras de honoris causa, tal y como remarca el director general del Espacio Universitario.
Plan de mejora en nueve fases
En estos momentos las obras se encuentran en el mes 12 de ejecución, lo que se traduce en un 49% del presupuesto inicial previsto. A partir de enero, una vez concluida la primera parte de la restauración, el proyecto de mejora que comprende un total de nueve fases continuará su desarrollo, tratando de equilibrar las obras con las actividades que desempeña habitualmente en la iglesia la Hermandad del Valle.
Dentro de las intervenciones previstas, también se contempla llevar a cabo la “desconexión” entre la Facultad de Bellas Artes y este monumento protegido con la figura de Bien de Interés Cultural (BIC), al que les une una relación “tosca” como “de siamesas”, que conviene delimitar, según explica el arquitecto encargado de dirigir el proyecto.
Todo ello forma parte del cometido que ha asumido la Universidad de Sevilla en aras de preservar el patrimonio “singular, arquitectónico e histórico” que atesora la institución, como propietaria de un total de 56 edificios. De hecho, como ha manifestado Francisco Montero desde las cubiertas de la Anunciación, la Universidad de Sevilla va a seguir apostando por esta estrategia de “seguir rehabilitando sus edificios, en vez de construir nuevos” para cumplir así con el plan de crecimiento futuro que se ha marcado la US.
Entre las curiosidades que se pueden contemplar al subir a las cubiertas, se encuentra una torre que el autor de las obras nunca llegó a rematar. Esa es una de las incógnitas que sobrevuelan a este conjunto arquitectónico, pues la construcción de la iglesia de la Anunciación se completó en un tiempo récord de 12 años (muestra de la “eficacia” que le atribuye Antonio Campos a la Compañía de Jesús), a excepción de la torre.
De modo que cuando los visitantes recorran este espacio ya en 2024, percibirán mejoras en la balaustrada de piedra, los pináculos o las cúpulas que ya se han restaurado con sus respectivas limpiezas o reconstrucción de azulejos y veletas, pero la torre seguirá estando inconclusa porque, como alega el director del proyecto a SevillaelDiario.es, sería “impropio” inventar un remate que el propio Hernán Ruiz no llegó a ejecutar por motivos que se desconocen.
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