El gerente del Área de Osuna ordena llamar a la Guardia Civil cuando haya concentraciones en los centros sanitarios
A las puertas de una semana en la que Marea Blanca va a reactivar en Sevilla sus movilizaciones ante “la gravísima situación” en la que se encuentra la atención primaria rural, el director gerente del Área de Gestión Sanitaria de Osuna, Celso Ortiz, ha remitido una nota interna a los directores y coordinadores de los centros adscritos a su demarcación con la directriz de que “cuando se produzca una concentración en los exteriores de los centros de salud o consultorios, se dé inmediatamente traslado al teléfono 062 (Guardia Civil) informando de lo que está aconteciendo”.
Las acciones de protesta impulsadas por mareas blancas en favor de la “sanidad pública y de calidad” se intensificaron hace unos meses en diferentes zonas básicas del Sistema Andaluz de Salud (SAS), debido al “déficit de personal facultativo como nunca antes se había dado” que denuncian los propios profesionales del sector, especialmente en la zona básica de Estepa, catalogada como la de “peor cobertura sanitaria”. Esta es una de las siete zonas básicas que conforman el área sanitaria de Osuna y está integrada por nueve pueblos de la Sierra Sur, los principales afectados por el “colapso sanitario” que padece la atención primaria en el entorno rural, según denuncian desde Marea Blanca.
Ahora, con la llegada de la temporada estival, el estado crítico que arrastraban ya los consultorios de esta comarca sevillana se ha agravado hasta el punto de que “Pedrera ha estado tres días sin médico”, como informa Nuria Roig, portavoz de la citada organización en Sierra Sur. De ahí que esta rama de Marea Blanca haya convocado una nueva concentración para este próximo jueves 20 de julio a las 20.30 en el centro de salud de la cabecera, al que asistirán representantes de los nueve municipios que forman parte de la zona básica de Estepa: Badolatosa, Casariche, Marinaleda, Lora de Estepa, Gilena, Pedrera, Herrera, Estepa y La Roda de Andalucía.
Del “ruido” de las concentraciones al “silencio” en los centros sanitarios
En este contexto, la gerencia de Osuna ha dado orden de llamar a la Guardia Civil para que “se persone una dotación de este Cuerpo que vigilará la actuación de los concentrados”, según consta en el escrito al que ha tenido acceso SevillaelDiario.es. Más allá de notificar al instituto armado, en las instrucciones firmadas por Celso Ortiz se insta también a directores y coordinadores del área a que “debéis entrevistaros con los agentes para trasladarles qué afectación se está provocando en el normal funcionamiento del centro” y se sugiere como posibles alegaciones el “exceso de ruidos que impiden el normal funcionamiento de la atención que se presta, limitación de accesos al mismo, ocupación de alguna zona interior, etc.”.
Tales directrices han generado indignación en el colectivo de las mareas blancas. “Como si la falta de personal no estuviera ya impidiendo el normal funcionamiento de la atención sanitaria”, critican desde esta organización, que entiende la nota interna como un intento de “intimidar” las movilizaciones por la sanidad pública denunciando “exceso de ruidos”, cuando “en muchos centros es absoluto el silencio existente, pues simplemente están cerrados”, en palabras de Sebastián Martín Recio, portavoz de Marea Blanca en la capital andaluza.
Precisamente, para abordar esta cuestión y como paso previo a la manifestación del jueves, la plataforma en defensa de la atención pública se va a reunir este lunes con los alcaldes y alcaldesas de los nueve municipios que integran la zona básica de Estepa. El objetivo de dicha convocatoria es “aunar esfuerzos entre todos para revertir la situación dramática” que se ha creado en municipios como Badolatosa o La Roda de Andalucía, cuyos consultorios permanecen jornadas enteras completamente vacíos, de acuerdo con Juan Monedero, portavoz de Marea Blanca en el Área Sanitaria de Osuna.
Repulsa por parte de los sindicatos
Por su parte, fuentes del SAS consultadas por este periódico indican que la nota en cuestión “no se trata de una instrucción general, sino de un comunicado específico para un caso puntual”. Se refiere, en efecto, a las concentraciones que se han llevado a cabo en Estepa, “donde los manifestantes de Marea Blanca empezaron a hacer ruido con pitos y cacerolas”, impidiendo “realizar correctamente auscultaciones”, según sostienen desde el Servicio Andaluz de Salud.
Aun así, desde CCOO se exige a la dirección gerencia del Área de Gestión Sanitaria de Osuna que “retire” la nota interna en cuestión, al entender que pretende “coartar el derecho de manifestación y concentración de los profesionales”. Tanto es así que la secretaria general del Sindicato Provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla, María José Wanceulen, ha considerado que estas órdenes “pueden contravenir lo legislado en el artículo 3.2 de la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio”, que regula el derecho de reunión.
Además, en un escrito registrado este lunes en la citada área, CCOO junto a UGT han advertido de que estas órdenes pueden corresponderse con “métodos represivos” y, por tanto, ambos sindicatos no descartan “la toma de las medidas legales oportunas”. En este punto, las organizaciones sindicales han recordado que en las zonas rurales, como es el caso de Estepa, la población queda desatendida debido al recorte de personal y al cierre de los centros de salud. “El déficit de personal facultativo es inédito en la zona, provocando una situación de colapso sanitario en la que han estado hasta tres días sin personal médico”, ha abundado la secretaria general del sindicato provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla.
El drama del verano en los centros sanitarios
Por todo ello, a juicio de Wanceulen, “la dirección gerencia haría bien en admitir que el mal funcionamiento de los centros de salud no es provocado por las manifestaciones convocadas en los centros sanitarios, sino más bien por las políticas económicas de austeridad que está llevando a cabo en Sevilla y provincia la Consejería de Salud, como es el caso del recorte brutal del plan de vacaciones, la falta de sustitución de las vacaciones y permisos reglamentarios, los cierres de camas, quirófanos y otros servicios o el cierre del Hospital Militar”, ha criticado.
De modo que de fondo late el problema de la acuciante falta de personal sanitario, que se recrudece durante los meses de julio a septiembre al no sustituir las vacaciones de los facultativos, según denuncian también organizaciones sindicales como CCOO o el Sindicato Médico de Sevilla. Este último alertó hace unos días del “plan de recortes que no de verano” que se está llevando a cabo también en hospitales como el Valme y de forma generalizada por parte de la gerencia del SAS, a la que acusan de estar acometiendo un “plan de reajuste económico utilizando como tapadera el plan de verano”, a costa de “mermar la salud de los ciudadanos, de desmotivar a facultativos y también de no renovarlos”.
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