Insultos homófobos entre el público por una ópera en Sevilla: “Ya tenemos bastantes maricones en la tele”
La ópera 'Tosca' de Puccini que se presentaba en Sevilla la noche de este jueves bajo la dirección de Rafael R. Villalobos no dejó indiferente a nadie. Para bien o para mal, como en cualquier producción, según los gustos. Pero lo que ocurrió en el Teatro Maestranza “nunca” había pasado en el coliseo de la capital hispalense, con abucheos y abandonos del teatro a mitad de la representación y justo en un momento preciso de la representación: un encuentro homosexual, “un beso en la boca”. Fue al inicio del segundo acto, cuando el personaje de Pasolini se encuentra con Pino Pelosi, el chapero de 17 años condenado por su asesinato. “Hubo comentarios de que ya tenían bastantes maricones en la tele como para que los trajeran también al teatro”, comentan fuentes del propio teatro, testigos presenciales. “Una manifestación homófoba, de intolerancia”, señala una espectadora de la representación a este periódico.
“Decían que no habían pagado para ver eso. Entiendo que se trata de un público exigente pero justo en ese momento se generó una reacción violenta, increpando a los actores. Unos se fueron y otros se quedaron para abuchear al final de la obra al director”, explica Paloma Jara, que asegura que nunca se había encontrado con tal situación como espectadora de artes escénicas, como ha explicado en sus redes sociales a través del cual ha hecho público el “forcejeo” entre los que se oponían a ese pasaje concreto y los que apoyaban la “libertad creadora” del director, respondiendo buena parte del público con aplausos a la reacción homófoba.
“Al principio pensé que las voces de reprobación formaban parte de la escena. Roma, 1975. Pero no. Era Sevilla, 2023. Un grupo del público gritaba 'fuera, fuera'. Algunos abandonaron el teatro manifestando airadamente que habían venido a ver una ópera, no esto. Otros se fueron más discretamente. Hubo quienes aguantaron hasta el final para, cuando saliera Villalobos, volver a increparle”, escribe Jara, que también ha comentado lo sucedido en Twitter:
“Pasó lo mismo en su estreno el Liceo de Barcelona” el pasado mes de enero, añade la testigo, en coincidencia con las fuentes del propio teatro, que indican que “nunca” se había producido algo similar en el Maestranza, “en mitad” de una representación. “Al final de una obra tú puedes aplaudir, abuchear o no hacer nada, pero esto es la primera vez que pasa aquí”. “Se fueron siete u ocho personas, gritando, protestando, diciendo 'maricones' y que eso pasaba porque ahora está de moda el tema LGTBI. Fue muy desagradable y nos lo tuvimos que tragar. Eran pocos pero muy ruidosos. No deja de ser una obra clásica, pero con una vuelta de tuerca, con una incursión en el teatro”, comentan estas fuentes.
El propio director, Rafael R. Villalobos, en conversación con este medio, califica los “abucheos e insultos” como “claramente homófobos” a cuenta de la escena homosexual, condenando “la falta de educación, tolerancia y respeto” de esa parte del público, si bien agradece “la respuesta amplia” de otra buena parte. “El público pacta unas reglas cuando adquiere las entradas, y cuando tiene derecho a mostrar su opinión, la que sea, es al final del espectáculo”, dice.
Villalobos considera que “la libertad de que no te guste la obra no vale más que el derecho del resto del público a disfrutar del espectáculo”, añade, lamentando el “acto de barbarie” ocurrido en el Maestranza. “El debate es necesario, y lo hubo al final con algunos espectadores”, pero lo sucedido en el pasaje comentado tuvo un “carácter absolutamente homófobo”. “Si alguien en el Museo del Prado grita a un cuadro, tira algo encima o algo así, seguramente acabaría en el calabozo”, ejemplifica.
La “homofobia de los cultos”
Desde el colectivo LGTBI denuncian lo sucedido este jueves como un episodio claro de homofobia. Manolo Rosado, activista LGTBI y presidente de la Red de Municipios Orgullosos, cuenta que los hechos le pillan “por sorpresa” porque “en un espacio como es el Teatro de la Maestranza nunca se había visto una reacción tan negativa”.
Rosado defiende que puestas en escena como estas “son necesarias para mantener la ópera viva, muestra evolución y lo que es en sí la ópera del siglo XXI”, cuestionándose si la reacción del público hubiera sido la misma si el beso se hubiera dado entre un hombre y una mujer. Aún así, el activista aplaude y se queda con la reacción del resto del público, que “silenció los abucheos con una oleada de aplausos”, destaca Rosado, quien también comenta que desde la organización aún no han terminado de analizar “si el suceso se dio porque últimamente tienen mucha voz los discursos de odio o simplemente pilló en un mal día de público”. Desde las redes sociales del FOC (Festival Cultura con Orgullo) están promoviendo la obra y animando al público a ir a verla en algunas de sus próximas funciones:
La obra, como ya informó SevillaelDiario.es, regresaba al coliseo sevillano por cuarta vez reconvertida en una coproducción a nivel internacional entre los teatros de La Monnaie de Bruselas, la Ópera de Montpellier, el Gran Teatre del Liceu y el propio Maestranza, que contempla seis funciones en el escenario sevillano (8, 11, 14, 13, 16 y 17 de junio), además de un preestreno para jóvenes menores de 30 años que tuvo lugar el martes con un precio único de 10 euros la entrada.
Las fuentes oficiales del Maestranza destacan precisamente que los 1.400 jóvenes que acudieron el martes dieron una “maravillosa acogida” al preestreno de la 'Tosca' dirigida por Villalobos. Según apunta el propio Manolo Rosado, “la reacción fue totalmente la contraria, la obra fue noticia simplemente por ser una muy buena ópera y llevarse una gran ovación por parte del público joven”.
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