Las Tres Mil: el futuro de un barrio estigmatizado que pasa por la administración (y la ciudadanía)

Javier Ramajo

La historia y el paisaje del Polígono Sur de Sevilla, encajonado entre barreras físicas y simbólicas, ha trascendido al estatus de icono, pero, olvidados en la periferia, los barrios que la componen encontraron unas leyes y una autoridad propias y asumieron al mismo tiempo un apelativo: Las Tres Mil. “La falta de trabajo y la intermitencia de las políticas sociales para mitigar los efectos del desempleo han redundado en un mayor empobrecimiento de una población que, en términos generales, ya se encontraba en una clara situación de vulnerabilidad”. 

Es una de las conclusiones de un informe del Comité René Cassin, elaborado por Rafael Llácer y editado recientemente por Alberto Revuelta, titulado 'Las Tres Mil. Análisis social y urbanístico de un territorio excluido: Polígono Sur'. En el momento en el que fueron ocupadas las miles de viviendas sociales levantadas en el lugar (entre 1964 y 1982) comenzó “la gestación de un gueto” que, aún hoy, no puede superar la “situación de marginalidad impuesta al barrio” ni puede acabar con “los fuertes mecanismos físicos y psicológicos de exclusión social” que operan en él. Es un ejemplo paradigmático ampliamente compartido del llamado 'chabolismo vertical', la marginalidad planificada en altura, apunta el estudio.

Precisamente este jueves, miembros de la plataforma 'Nosotros También Somos Sevilla', que aglutina a buena parte de los colectivos sociales del Polígono Sur, se concentrarán por la tarde ante el Ayuntamiento hispalense para reclamar soluciones para las familias que sobreviven en el barrio en una situación de “emergencia social”. Rosario García, su presidenta y portavoz, indica que la nueva movilización de los vecinos obedece a reclamar “lo de siempre”, recalcando que contabilizan 2.748 familias del Polígono Sur que sobreviven prácticamente “sin recursos”. A la convocatoria ha anunciado que se unirá la portavoz municipal adjunta de IU, Eva Oliva.

El informe del Comité René Cassin pone en el tejado de las administraciones, pero también en el de los propios ciudadanos, la solución a la situación. “Requiere de una voluntad sincera por parte de los representantes de la ciudadanía con capacidad decisoria, así como del resto de agentes, que evite la foto y el titular oportunos. Pero sobre todo requiere de la voluntad de los propios ciudadanos; ellos, además de elegir a sus representantes, son los únicos capaces de consentir o derribar el estigma que los mantiene al margen”.

Protagonistas y narradores

El comité cita en su informe varios proyectos culturales a través de los cuales se va reconstruyendo la imagen del Polígono Sur desde sus barriadas, por sus propios vecinos. “Son sus habitantes quienes deben narrar su historia, tanto dentro como fuera de él. Acciones a veces sencillas, que a veces no reportan resultados espectaculares, pero que sí son capaces de impulsar un cambio en las vidas de sus vecinos: promueven la identificación con los espacios públicos y comunitarios, la apropiación de significados, el sentido de pertenencia a un lugar, y, con ello, una actitud de respeto y cuidado por los mismos”.

Seis barriadas de promoción pública (La Oliva, Las Letanías, Murillo, Antonio Machado, Martínez Montañés y Paz y Amistad) y las fronteras físicas que constriñen al Polígono Sur confieren entidad al conjunto del territorio respecto al resto de la ciudad. Una unidad territorial reforzada por una conciencia de pertenencia que ha ido madurando entre sus vecinos con el paso de los años. Fue en los años 80, recuerda el estudio, cuando los poderes públicos “fueron despertando tímidamente de su letargo”, aunque todavía habría que esperar muchos años hasta poder ver una acción conjunta dirigida a acabar con la marginalidad del barrio. Hoy existe ese “cauce abierto” pero la crisis tampoco ha colaborado aquí para superar algunas barreras.

El Comisionado y el Plan Integral

En ese sentido, el Plan Integral para el Polígono Sur, elaborado por el Comisionado entre 2005 y 2006, y la misma creación de esta figura de interlocución preferente, significaron “el paso más enérgico y decidido dado en este sentido por las administraciones competentes”. Sin embargo, con la crisis, sobre todo a partir de 2010, “ha ido perdiendo impulso, reduciéndose considerablemente los fondos asignados”. “Al mismo tiempo que decrecían los recursos y la implicación pública, la población del barrio, especialmente expuesta a los avatares de la economía, experimentaba todos los rigores de esta crisis”, constata el informe.

Una reciente valoración de la situación de la zona por parte de la Comisionada del Polígono Sur sirve en el informe para resumer el último lustro: “A partir del año 2010 los fondos se mermaron absolutamente y ese trabajo no ha tenido la continuidad que debiera. No sólo no se ha rehabilitado sino que tampoco se ha trabajado con las comunidades de vecinos y ha habido una dejación de todo el mundo. Todos somos corresponsables, administraciones y ciudadanía, de la situación de insalubridad e indignidad a la que estaba sometido este barrio”.

El informe hace un recorrido histórico desde la creación del Polígono Sur, que formó parte de una importante operación urbanística llevada a cabo en Sevilla para dar respuesta a una situación de emergencia habitacional en la ciudad, para ofrecer alojamiento al gran número de afectados por las inundaciones del Tamarguillo en 1961, el terremoto de 1969 y el desalojo de viviendas declaradas en ruinas en el casco antiguo de la ciudad. 

El Comité René Cassin ha elaborado un profundo análisis histórico, urbanístico y demográfico del espacio, desde la construcción de sus barriadas, algunos hitos en el desarrollo del barrio, la denodada labor de colectivos y particulares, las fronteras físicas y simbólicas del lugar, las iniciativas de reinserción sociaolaboral o los diferentes proyectos de integración del espacio, las viviendas, la educación, etc.

Distintas asociaciones y colectivos sitúan la tasa de paro actual del Polígono Sur en torno al 60%, aunque con grandes diferencias entre unas zonas y otras. Polígono Sur connota legalidad, oficialidad, modernización y resume las esperanzas de prosperidad e integración del barrio, mientras que Las Tres Mil, principal mercado de droga de Sevilla desde hace décadas, reserva sentidos relacionados con lo ilegal, lo popular, lo tradicional y la pobreza y la exclusión social que vienen sufriendo sus habitantes.

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