“Necesito ayuda, por favor”: la llamada de auxilio de un joven marroquí con cáncer al que se le ha denegado el asilo

Personas migrantes en la playa del Tarajal, a 17 de mayo de 2021, en Ceuta.

Javier Ramajo

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Fue una de aquellas 8.000 personas que alcanzaron Ceuta a nado en mayo de 2021. Ya con su cáncer a cuestas desde 2017, buscaba algún tratamiento oncológico en España después de que en Marruecos no encontraran alternativas satisfactorias a su enfermedad. Tras un breve paso por el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes y las naves del Tarajal de Cruz Roja, llegó derivado a Sevilla en octubre de hace dos años como solicitante de protección internacional, la cual le acaban de denegar, así como la protección subsidiaria. Accem, que le ha venido acompañando todo este tiempo con una “atención integral”, le busca ahora algún recurso de acogida que se adapte a sus particulares circunstancias mientras avanza la enfermedad, de la que viene siendo tratado en el área oncológica del Hospital Virgen del Rocío, y su situación es ahora irregular desde el punto de vista administrativo.

“Necesito ayuda, por favor”, reclama en un breve contacto con SevillaelDiario.es. Sigue viviendo en un denominado 'piso de autonomía', compartido con otras cuatro personas inmigrantes, pero la resolución de la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior ha sentado como un jarro de agua fría tras año y medio con el expediente abierto de petición de asilo. Le habían concedido una prórroga hasta octubre pero este junio se le ha comunicado que no cumple los requisitos para seguir en el programa del que era beneficiario a través de Accem.

La organización ha activado la red colaborativa entre entidades públicas y privadas para la búsqueda de un centro de acogida donde se le pueda atender, también desde el punto de vista sociosanitario. Tiene concedida una ayuda al alquiler pero “no encuentra una habitación”, explican desde la ONG. Su problema es habitacional pero el avanzado estado de su enfermedad complica poder encontrar un recurso en ese sentido porque se trata de “un perfil muy vulnerable”. Gracias a Accem, sus necesidades básicas están cubiertas pese a que ya no se encuentra dentro del programa concertado con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

“Nunca hemos tenido un caso tan duro”

Una técnica en Accem apunta que nunca han tenido “un caso tan duro” como el de este joven, de 30 años. La denegación de asilo podría entrar jurídicamente dentro de lo previsible teniendo en cuenta que cuando llegó a España ya presentaba la enfermedad, si bien confiaban en que su delicado estado de salud pudiera abrir alguna puerta para conseguir la protección internacional, señalan las fuentes de Accem, que destacan la “empatía” con el caso del joven y el “trabajo diario” de acompañamiento, tanto a sus continuas citas médicas en el hospital o en el centro de salud.

En estos casi dos años en España ha ido alternando ciclos de quimioterapia e ingresos hospitalarios, teniendo en cuenta que su salud le ha impedido acceder a otros recursos para los que físicamente no se encontraba capacitado, más allá de las clases de español. “Colaborativo en todo momento” en su itinerario formativo y de inserción, y afrontando con fuerza su enfermedad, el joven se encuentra ahora en una “situación complicada” en busca de un dispositivo de acogida después de que no se le hayan tenido en cuenta las razones humanitarias que había alegado mientras fue renovando puntualmente su solicitud de protección internacional.

Quimio y dos trasplantes de médula

También se le pidió sin éxito el traslado a un centro específico de atención integral, si bien pudo disponer de ayuda a domicilio y de un equipo técnico de apoyo durante varios meses entre 2022 y 2023. Tres ciclos de quimioterapia y dos trasplantes de médula el año pasado, también con la Covid de por medio y con notables efectos secundarios, no han podido frenar el avanzado cáncer que padece y para el que recibe en los últimos días una quimioterapia paliativa.

Ahora Accem sigue trabajando desde el punto de vista social “tocando todas las puertas posibles” y trata de solventar el vacío administrativo en el que ha quedado. En ese sentido, la organización ha pedido recientemente que se tengan en cuenta razones humanitarias para poder acceder a una documentación básica. El Ministerio de Inclusión, mientras tanto, tiene la “plaza bloqueada” a la espera de que otras personas pueda acceder al recurso que venía teniendo el joven marroquí.

Fuentes de ambos ministerios eluden pronunciarse sobre casos personales o circunstancias individuales. Desde Interior indican que “la Oficina de Asilo y Refugio realiza un estudio individualizado de cada petición y resuelve cada expediente atendiendo a la legislación sobre protección internacional”.

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