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La segunda Semana Santa pandémica de Sevilla: del posible cierre de iglesias por bullas a los cacharritos en el recinto de la Feria

Colas para acceder a la Capilla de los Marineros de Triana este Viernes de Dolores.

Antonio Morente

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Sevilla ha arrancado su segunda Semana Santa pandémica con un Viernes de Dolores que ha sido como uno de esos carteles que anuncian las fiestas de primavera en la ciudad, con los días de pasión dándose la mano con la Feria. Esto se traducía por un lado en que había colas en los templos, mientras en la Calle del Infierno empezaba a funcionar un parque con un centenar de atracciones, la mitad de lo habitual cada año en el recinto ferial. Y para que no se olvide que seguimos en plena crisis sanitaria, desde el Consejo de Hermandades se instaba a que no se formen aglomeraciones en las iglesias mientras el Ayuntamiento recordaba que, si las bullas se disparan, la Policía Local podrá cerrar los templos para que la cosa no pase a mayores.

Esta Semana Santa de 2021 se confía en que sea la de la transición, el punto intermedio entre la nada absoluta de 2020 y la esperanza en una normalidad recuperada para 2022. Como no hay pasos en las calles, la actividad se concentra en las iglesias, donde algunas hermandades han montado sus pasos como si fueran a salir mientras otras se han centrado en presentar altares de culto que aporten un toque de novedad, ya sea por su originalidad o por recrear estampas antiguas.

Miedo a las colas multitudinarias

El riesgo es que esta actividad en los templos degenere estos días en bullas de gente, y ya este Viernes de Dolores se pudieron ver colas de considerable calibre. En esta cuestión, la consigna que se ha lanzado desde el Ayuntamiento hispalense es clara: se puede llegar a cerrar la iglesia si en el exterior se detectan situaciones que pueden incumplir la normativa o que pongan en riesgo la salud. Llegado el caso, este cerrojazo se prolongará el tiempo necesario hasta que se pueda recuperar la normalidad.

Para ayudar a que no se produzca este escenario, desde el Consistorio se han trasladado a las hermandades unas líneas básicas de cómo organizar posibles colas en el exterior de los templos. El propio Consejo de Hermandades hacía un llamamiento a la responsabilidad ciudadana, pidiéndole que ponga su granito de arena en la actual situación. “No cometamos la imprudencia de dar una imagen de colas abigarradas ni de corros porque eso es contrario a la seguridad”, instaba su presidente, Francisco Vélez.

Dispositivo especial en los templos

Así que las habituales visitas a las iglesias se mantendrán estos días, trufadas con distancia de seguridad, mascarillas y gel hidroalcohólico bajo la atenta mirada de Policía Local, Policía Nacional y Protección Civil, que realizarán un dispositivo especial en los templos los días en los que correspondía la salida a cada una de las hermandades. El objetivo: evitar aglomeraciones.

Así y con todo, este Viernes de Dolores ya se produjeron colas en algunas iglesias, una imagen que se va a repetir durante toda la Semana Santa. En paralelo, y mientras mujeres vestidas de mantilla recorrían el barrio de Santa Cruz en una performance de moda para promocionar este sector, tampoco le faltaba público a las numerosas exposiciones cofrades que salpican la ciudad estos días, una larga nómina en la que la última en incorporarse abría sus puertas en la Casa Fabiola. Lo hacía para mostrar una propuesta muy representativa de lo que era la jornada: 'Visiones de la Semana Santa y Feria de Abril desde el siglo XIX al XXI'.

Arrancan los cacharritos

Porque visiones de la Semana Santa y la Feria de Abril se han podido vivir este Viernes de Dolores, en el que la animación en los templos se combinaba con una estampa nada habitual como era la actividad en el recinto ferial. Allí abría Vive Park, en el que un centenar de atracciones y otro centenar más de negocios (restauración, tómbolas, juegos de habilidad…) ocupan la Calle del Infierno en un entorno vallado y con acceso controlado. El bullicio de los cacharritos se mantendrá aquí hasta la semana en la que tocaba celebrar la Feria de Abril, que hubiera sido del 18 al 24 de abril.

Una Feria cuyo ambiente se quiere rememorar en el centro de la ciudad en las fechas que hubiese tocado, con sus farolillos, sus desfiles de moda flamenca y cualquier otra actividad que pueda generar negocio a este sector. De hecho, el delegado de Economía y Comercio, Francisco Páez, se venía arriba en un reciente acto y llegaba a animar a las mujeres a que salgan esos días a la calle con su traje flamenca y a los hombres a que se encajen su traje corto y su sombrero de ala ancha, aunque sea para ir a tomarse una cerveza.

Desde el Ayuntamiento hispalense se matizaba este entusiasta llamamiento, limitándolo a que en esas fechas se van a organizar en la calle numerosos eventos relacionados con la moda flamenca, un entorno en el que no chirriaría si alguna apareciese vestida de flamenca. No habrá ni mensaje institucional ni campaña municipal animando a ello, pero vamos, que si alguien se anima...

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