Europa le da un ultimátum a España sobre el deterioro de Doñana antes de denunciarla a los tribunales
Europa le ha dado un ultimátum a España por el deterioro de Doñana. O resuelve el problema de abuso en la extracción del agua del entorno protegido, o el caso irá al Tribunal de Justicia.
La Comisión Europea avisó en octubre de 2014 acerca de la degradación de este espacio natural, considerado Patrimonio de la Humanidad. Tras un año de análisis de la respuesta gubernamental, este miércoles el Ejecutivo comunitario ha remitido un dictamen al Ministerio de Medio Ambiente para que solvente esta situación. Y es que no le han convencido las explicaciones.
Bruselas afirma que la marisma de Doñana “alberga una biodiversidad única en Europa” y que el daño que se le está infringiendo se debe, especialmente, a “la sobreexplotación de los acuíferos”, que alimentan el humedal. Básicamente, la extracción de agua para la industria agrícola intensiva bajo invernadero de fresas y frutos rojos.
Acción para evitar el daño humano
El expediente admite que los espacios protegidos alrededor del Parque Nacional, que pertenecen a la Red Natura 2000, “no excluyen la actividad humana”, pero le recuerda el Gobierno español que eso “requiere una acción por parte de los estados miembro para que evitar su deterioro”. Al mismo tiempo, las autoridades comunitarias subrayan que España no ha cumplido con la legislación sobre aguas que prevé “el uso sostenible de los recursos hídricos en el entorno de Doñana”.
Las fincas de regadío alrededor de las marismas crecieron sin control por la alta rentabilidad de esta industria. El Plan de Regadíos aprobado en diciembre de 2014 por la Junta de Andalucía amparó la mayoría de las hectáreas que surgieron hasta 2004. Una extensión de 9.000 hectáreas. Ese fue un documento base para contestar a la primera advertencia de la Comisión. Sin embargo, no ha convencido a los técnicos de Bruselas.
El responsable de WWF en la zona, Felipe Fuentelsaz, ya advertía en febrero de este año que “la superficie de riego está creciendo”, con varios proyectos y solicitudes para ampliar explotaciones. Ahora Bruselas ha dicho basta.