Pedidos por teléfono y a domicilio: la cocaína se dispara en Europa
David Simon en The Corner y The Wire retrataba el trapicheo en las esquinas; la pelea por ocupar las mejores; las que tuvieran más tránsito y más recaudación. No hace tanto de aquello, dos décadas, pero ha pasado el tiempo suficiente como para que aquella realidad forme parte de la prehistoria del tráfico y el consumo de drogas. Ahora no se va a la esquina, es la esquina la que viene: a la casa, al bar, al coche. Y el negocio va viento en popa.
Así se recoge en el último Informe Europeo sobre Drogas 2019: Tendencias y novedades, publicado este jueves por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) en Lisboa, que aporta un buen número de cifras: en Europa (EU-28, Turquía y Noruega) se notifican más de un millón de incautaciones de drogas ilegales al año; en torno a 96 millones de adultos en la UE (de 15 a 64 años) han probado una droga ilegal a lo largo de su vida; 1,2 millones de personas reciben tratamiento por consumo de drogas ilegales cada año (EU-28); y que en 2018 se detectaron 55 nuevas sustancias psicoactivas en la UE por primera vez, lo que eleva el número total vigilado por la agencia a 730.
Cocaína. Es la que más crece, según el estudio comunitario, que ha detectado cifras históricas de incautaciones, nuevos métodos de distribución y aumento de los problemas de salud.
En 2017 se notificaron más de 104 000 incautaciones de cocaína en la UE (98 000 en 2016), lo que supone 140,4 toneladas, es decir, aproximadamente el doble de la cantidad incautada en 2016 (70,9 toneladas). Aunque el precio al por menor de la cocaína se mantuvo estable, su pureza en la calle alcanzó en 2017 el nivel más elevado en una década.
La cocaína entra en Europa por numerosas vías y medios, pero destaca el crecimiento del tráfico de gran volumen por medio de contenedores para el transporte marítimo.
Hay pruebas de que el uso de las redes sociales, los mercados de la internet oscura (darknets) y las técnicas de cifrado están haciendo cada vez más fácil que personas en solitario o en grupos pequeños participen en el tráfico de drogas.
En el mercado de la cocaína, el emprendimiento se hace patente en los innovadores métodos de distribución. Como ejemplo, el informe cita “los servicios telefónicos (call centres) para la obtención de esta droga, que disponen de mensajeros para poder ofrecer una entrega rápida y flexible. Tales métodos, que reflejan una posible uberización del comercio de la cocaína, indican que hay un mercado competitivo en el que los vendedores compiten por ofrecer servicios que van más allá del propio producto”.
La cocaína es la droga estimulante ilegal más utilizada en la UE, ya que unos 2,6 millones de adultos jóvenes (de 15 a 34 años) la consumieron en el último año (estimación de 2017), según el informe de la UE.
Un análisis reciente de aguas residuales municipales reveló que entre 2017 y 2018 se produjeron aumentos de los metabolitos de la cocaína en 22 de las 38 ciudades con datos sobre este periodo, lo que confirma la tendencia al alza observada también en 2017.
En 2018, las mayores cantidades normalizadas de residuos de drogas por cada 1000 habitantes por día se registraron en Bélgica, España, los Países Bajos y el Reino Unido. En algunas ciudades de Europa oriental, los datos recientes muestran un aumento, aunque el nivel de partida es bajo.
Hay indicios de que el aumento de la oferta de cocaína está relacionado con el mayor número de problemas de salud notificados. Las últimas estimaciones indican que alrededor de 73 000 pacientes iniciaron un tratamiento especializado para problemas relacionados con la cocaína, explica el Observatorio Europeo.
Heroína.La heroína sigue siendo el opioide ilegal más frecuente en el mercado de las drogas europeo y es uno de los productos que contribuyen en mayor medida a los costes sanitarios y sociales relacionados con las drogas. La cantidad de heroína incautada en la UE aumentó más de una tonelada en 2017, alcanzando las 5,4 toneladas, a lo que se suman 17,4 toneladas incautadas por Turquía (algunas de las cuales estaban destinadas al mercado de la UE), según el Observatorio Europeo.
Por otra parte, en los últimos años se han descubierto laboratorios en los que se produce heroína a partir de morfina utilizando este precursor en países de la UE (Bulgaria, Chequia, España y los Países Bajos). La pureza de la heroína sigue siendo alta, y el precio minorista es relativamente bajo (ha descendido en la última década)
Nuevos opioides sintéticos. La epidemia actual de opioides en los Estados Unidos y Canadá está motivada en gran medida por el consumo de opioides sintéticos, en particular el fentanilo y sus derivados. “Aunque estas sustancias representan hoy solo una pequeña porción del mercado de las drogas en Europa, suscitan una preocupación creciente en la UE, ya que su consumo se ha relacionado con fallecimientos e intoxicaciones”, afirma el informe: “En 2018 se detectaron 11 opioides sintéticos nuevos en Europa, habitualmente en forma de polvos, comprimidos y líquidos”.
Dado que con volúmenes muy pequeños se pueden producir muchos miles de dosis para la calle, estas sustancias son fáciles de ocultar y transportar, lo que dificulta la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad, así como de los agentes de aduanas.
Cannabis. Es la droga más consolidada en Europa, la de mayor consumo en Europa. El Observatorio Europeo calcula que en torno a 17,5 millones de europeos jóvenes (de 15 a 34 años) consumieron cannabis en el último año (EU-28) (estimación de 2017).
En 2017, los Estados miembros de la UE notificaron 782 000 incautaciones de productos de cannabis (hierba, resina, planta y aceite), lo que la convierte en la droga más incautada en Europa. La cantidad de resina de cannabis incautada es más del doble que la de hierba (466 toneladas frente a 209 toneladas).
Drogas sintéticas. La producción de drogas sintéticas en Europa parece estar “creciendo, diversificándose y volviéndose más innovadora”, asegura el informe. En la elaboración de los productos químicos necesarios para producir drogas sintéticas se utilizan sustancias nuevas. El objetivo es evitar su detección, pero también implica un procesamiento más complejo (que puede generar residuos peligrosos adicionales). Lo anterior se refleja en un aumento de las incautaciones de precursores alternativos, tanto para MDMA como para anfetaminas y metanfetaminas, y en un mayor número de incautaciones de APAA y de los derivados glicídicos de PMK, según datos recientes.