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La alianza de PP y Vox acelera la ofensiva contra el colectivo LGTBI
El Orgullo LGTBI sale a la calle ante el aumento de poder de la extrema derecha, que viene a acrecentar una situación que ya era adversa para el colectivo LGTBI en varias comunidades en manos de los 'populares', bien por su propia inacción en materia de políticas públicas o por connivencia con Vox
Fuera las banderas arcoíris, ni rastro de compromisos en materia LGTBI y sustitución de las concejalías de Igualdad por las de Familia. Los primeros efectos del desembarco de Vox en ayuntamientos y comunidades al calor de los pactos con el Partido Popular tras el 28M han llegado en plena semana del Orgullo, que celebra su manifestación más multitudinaria, la marcha estatal, este sábado en Madrid. El colectivo sale a la calle ante el aumento del poder de una extrema derecha que no disimula su hostilidad hacia él y que viene a redoblar una ofensiva anti derechos que de alguna forma ya está presente en territorios gobernados por el PP, bien por su propia inacción o bien por haberse visto arrastrado por el marco ideológico impuesto por Vox desde su entrada en las instituciones.
De hecho, las ideas de la ultraderecha sobre el colectivo LGTBI suponen una vuelta de tuerca de lo que los 'populares' ya intentaron en su día: mientras los de Santiago Abascal siempre se han mostrado contrarios al matrimonio igualitario, el PP lo recurrió ante el Tribunal Constitucional en 2005, unos meses después de que fuera aprobado por el Congreso con su voto en contra. ¿La razón? Que la norma “desnaturaliza la institución constitucional del matrimonio” y la adopción homosexual se opone a que el “ámbito natural” para los menores sea “la unión heterosexual”, rezaba el recurso.
Cuando el tribunal avaló la ley aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy llevaba casi un año en La Moncloa, era 2012 y la sociedad ya había asumido la norma. Fueron años en los que los conservadores redujeron la animadversión hacia las personas LGTBI mostrada en el pasado, al menos públicamente. Los ataques al colectivo desde las instituciones mermaron y ante un avance social que no podían evitar, los populares comenzaron a intentar hacer equilibrios para sumarse y no ser tachados de LGTBIfóbicos, con cuidado de no generar descontento entre los perfiles y familias del partido más ultracatólicas.
Así, las dos legislaturas de Rajoy dibujaron un panorama ambivalente: a nivel estatal, el Gobierno llegó a aprobar una reforma sanitaria que restringió el derecho de las mujeres lesbianas y bisexuales con pareja mujer a la reproducción asistida y años más tarde, en 2018, descartó apoyar la Ley LGTBI que tramitaba el Congreso, pero en las comunidades, aunque con excepciones, se fueron tramitando y aprobando leyes autonómicas LGTBI y Trans, en algunos casos con el apoyo e incluso el impulso del propio Partido Popular.
“El PP jamás ha aprobado una legislación nacional favorable”
“El PP jamás ha aprobado una legislación nacional favorable a la población LGTBI. Sí lo ha hecho muchas veces a nivel autonómico o local, pero se ha opuesto de manera sistemática a absolutamente cualquier ley que pudiera beneficiarla específicamente. Durante muchas décadas ha sido el partido 'atrápalo todo' de la derecha y tenía que atender a muchos perfiles distintos, por ejemplo el electorado católico o uno muy alineado con posiciones filofranquistas. Hay una parte de convicción, pero por supuesto hay mucho de estrategia a la hora de jugar a cierta equidistancia, porque nadie quiere que le llamen LGTBIfóbico, así que siempre vas a encontrar una excusa técnica para oponerte”, explicaba en esta entrevista Nacho Esteban, autor del libro Por rojos y maricones (Egales), en el que analiza las políticas LGTBI del último siglo y los programas electorales de la democracia.
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