El aumento de proyectos elevó el número de usos de animales con fines científicos en 2023

Madrid, 2 dic (EFE).- El número de usos de animales con fines de experimentación científica y docencia aumentó el pasado año en España hasta alcanzar la cifra de 1.144.214, debido a que se autorizaron más proyectos de investigación (un 12,5 por ciento más que el año anterior).

Los animales más utilizados siguen siendo los mamíferos (un 40 % son ratones), aunque el pasado año continuó la tendencia a la baja; a continuación se sitúan los peces (el 30 % son lubinas), que el pasado año aumentaron de forma considerable por el incremento de proyectos autorizados que utilizan este tipo de animales (un 6 %) y entre ellos miles de larvas.

Los datos se ponen de relieve en el informe anual de transparencia sobre el uso de animales para la experimentación que elabora la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), una organización que agrupa a 89 sociedades que suman casi 50.000 investigadores de todas las áreas del conocimiento.

El informe, presentado hoy en rueda de prensa, se elabora con carácter anual desde hace ocho años con el fin de rendir cuentas a la sociedad sobre el uso de animales en los laboratorios españoles, cuándo, por qué y para qué se usan, y constatar que en la actualidad continúa siendo imprescindible su utilización para investigar cómo funcionan los órganos, cómo se deterioran o cómo se pueden recuperar y para avanzar en el conocimiento y la lucha de muchas enfermedades.

Las tres erres: reemplazar, reducir y refinar

En la presentación han intervenido los investigadores que integran la Comisión para el Estudio sobre el Uso de Animales en Investigación Científica, Isabel Fabregat, Amanda Sierra, Javier Guillén y Lluis Montoliu. Han corroborado los esfuerzos que se hacen en España por avanzar por avanzar en el objetivo de las “tres erres”: “reemplazar” ese uso si hay métodos alternativos; “reducir” el número de animales que se utilizan, y “refinar” el trato que se da a los animales.

El informe de la Cosce y de la Asociación Europea de Investigación con Animales (EARA) revela además que ya son 168 los centros de investigación que han adherido al Acuerdo de Transparencia sobre el uso de animales, lo que sitúa a España como el país con más participación del mundo; y que el 67 % de ellos participa en actividades de divulgación -como visitas guiadas y eventos educativos-.

El número de peces aumentó de forma muy importante en 2023, debido, han explicado hoy los investigadores, al aumento de proyectos autorizados que usan que utilizan estos animales y al desarrollo de procedimientos en estadios muy tempranos del desarrollo de peces o en condiciones de producción similares a las de las explotaciones comerciales, lo que implica el uso de grandes cantidades de larvas y justifica el importante aumento de la cuantía del número de usos de animales.

El científico Lluis Montoliu, experto en edición genética y enfermedades raras, ha señalado durante la presentación que sin contar peces y larvas el número de usos de animales ronda los 651.000, lo que supone un importante descenso -de aproximadamente el 8 por ciento- con respeto al año anterior.

Macacos, una cifra residual

Las cifras aportadas revelan que tras los ratones y los peces, aunque a mucha distancia de éstos, se sitúan las aves (unas 100.000 el pasado año); los conejos (unos 15.000), cerdos (12.000), cefalópodos como pulpos o calamares (unos 6.000) y vacas (unas 1.500).

También cabras (unas 400), équidos (unos 300), gatos (unos 1.000), perros (unos 1.400), reptiles (unos 300) y pequeños macacos (unos 300), y entre los primates siempre se utilizan primates “no humanos” (no grandes simios) y nunca con fines de investigación cosmética.

Montoliu, quien ha incidido durante la rueda de prensa en que muchos de los animales son utilizados en más de una ocasión para la experimentación, se ha referido al grado de severidad de las intervenciones que se realizan sobre los animales, y ha cifrado en un 92 las que se pueden considerar “leves o moderadas” y en un 2 por ciento las que se consideran “irrecuperables”.

Amanda Sierra ha incidido en la necesidad de la experimentación con animales en la investigación básica para lograr muchos de los avances que se están consiguiendo durante los últimos años.

Y ha valorado, entre los nuevos modelos que están permitiendo reemplazar la utilización de animales, la “revolución” que ha supuesto el uso de “organoides” artificiales, a lo que no se habría llegado tampoco -ha dicho- si no hubiera sido gracias a la experimentación con animales durante los últimos veinte años.

Todos los investigadores han subrayado que España se ha consolidado como “un ejemplo” en el uso de animales para la experimentación científica y la docencia, y han subrayado además que los informes de transparencia que publican cada año sobre este número refuerza su credibilidad de cara a la sociedad.