Cristina Cifuentes suprime la prueba de evaluación de 3º de la ESO que impuso Esperanza Aguirre
Pequeño alivio para los alumnos de 3º de la ESO de Madrid. El Gobierno de la Comunidad ha decidido suprimir la Prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI) que realiza cada año a los estudiantes de este curso para evaluar sus conocimientos.
La razón que esgrime la Consejería, en una circular enviada a los centros, es la similitud de esta prueba con la evaluación de fin de ciclo (las llamadas reválidas) que harán los mismos alumnos en 4º de ESO el curso que viene, según prevé la LOMCE. Otra cuestión es que la celebración de estas reválidas está en entredicho. El ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, cedió a las presiones en agosto y dejó este otro examen en suspenso ante el fuerte rechazo que suscita entre la comunidad educativa, Ejecutivos regionales incluidos (quienes tienen que implementarlo). Y un cambio de poder en el Congreso tras las elecciones del 20D podría significar la desaparición de estas reválidas, dado que todos los partidos reniegan de ellas por considerarlas una herramienta antigua y desfasada.
Además, mientras la prueba CDI no tenía a priori ningún efecto académico, la reválida sí lo tendrá; es necesario aprobarla para obtener el título de Secundaria. Un elemento más de lo inadecuado de estas pruebas, a decir de los expertos. “Comparativamente, hay pocos países en los que haya que pasar una prueba externa para aprobar la Secundaria”, afirma Rafael Feito, catedrático en Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Pero, más suerte para este 3º de la ESO, el primer año de implantación se considera piloto y se podrá suspender sin que tenga efectos.
La CDI de 3º de la ESO es una de las tres pruebas de evaluación que la Comunidad de Madrid instauró bajo el mandato de Esperanza Aguirre con gran polémica. Las otras dos se hacen en 3º y 6º de Primaria. La asociación de padres Ceapa siempre se ha mostrado en contra de estos test, e instaba a las familias a no permitir a sus hijos realizarlos. El año pasado ocurrió en varios institutos de la región con la de 3º de Primaria. Y la Comunidad mandó a examinadores un mes más tarde para obligar a hacerlos a los niños que no los habían pasado, causando gran indignación a las familias.
¿Para qué servían las pruebas?
Esperanza Aguirre instauró la prueba CDI en el año 2005. Se examinaba a todos los alumnos de 3º de la ESO (14-15 años) de Matemáticas y Lengua. Según explicaba la Comunidad de Madrid, el objetivo del examen es obtener información sobre el grado de adquisición por los alumnos de los conocimientos y destrezas que en estas asignaturas se consideran “indispensables para iniciar con garantías de éxito” el cuarto y último curso de la ESO. Parece que esto ya no es necesario. También, por extensión, pretendían evaluar a los centros y sus necesidades para realizar los pertinentes ajustes.
Pero no está muy claro que esto haya ocurrido, según cuenta la Marea Verde, la plataforma que reúne a diversos colectivos que rechazan la LOMCE. “No hemos visto consecuencias beneficiosas para los institutos con peores resultados. No ha habido más dotación de recursos materiales, ni de profesorado, ni de presupuesto. Más bien al contrario, en estos años los recortes han sido continuos”, explican en una nota.
La oposición es más a cómo está diseñada la prueba y para qué se usa que a la prueba en sí. Elena Martín, catedrática de Piscología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid, señalaba en una entrevista para Ceapa que “son técnicamente deficientes y tienen un concepto de aprendizaje caduco”.
Clasificaciones de centros
La mayor crítica que ha recibido es que la Comunidad las utiliza para realizar clasificaciones de centros de acuerdo con sus calificaciones, obligando a los institutos a entrar en una dinámica competitiva. “Se pretende valorar el nivel educativo sin tener en cuenta el punto de partida de cada centro, es decir, el contexto socioeconómico de la zona donde está ubicado, ni la composición del alumnado, ni los recursos con los que cuenta cada centro”, lamenta la Marea Verde. El efecto colateral de esto es que, en ocasiones, los profesores se ven tentados a enseñar específicamente para subir nota en el examen en detrimento de la educación general.
Los sindicatos CC OO y UGT también la rechazan. La Federación Regional de Enseñanza de CC OO de Madrid sostiene que su intención es “desprestigiar” la educación pública. El sindicato afirma que el diseño y la finalidad de estas pruebas “responden a una intencionalidad clara por parte de la Comunidad de Madrid de desprestigiar la educación pública y a sus profesionales”. Ahondando en la cuestión, CC OO considera que además es “discriminatoria” y su única intencionalidad es la de crear “competitividad entre colegios”. “Tal y como está diseñada no beneficia al alumnado y crea diferencias entre los estudiantes de los colegios”, sostiene. En su opinión, la Comunidad de Madrid lleva años realizando “unas pruebas que ponen en tela de juicio la profesionalidad de los docentes y establece desigualdades entre colegios y entre los propios alumnos”.