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Cospedal usa el dinero que los padres pagan por el comedor para compensar el recorte en gastos escolares

Un comedor escolar de la Junta de Castilla-La Mancha en 2013.

Daniel Sánchez Caballero

En Castilla La Mancha las familias que utilizan el comedor escolar van a financiar sus colegios públicos este año. No lo harán a sabiendas ni voluntariamente. El Gobierno de la Junta, que dirige la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha autorizado a los centros a utilizar el excedente que se genera por el pago para el servicio de comedor para que los colegios hagan frente sus gastos generales (fotocopias, teléfono, folios, etc.), según denuncia la Federación de Enseñanza regional de CCOO, que apoya sus afirmaciones en dos documentos enviados por la Consejería de Educación donde quedan negro sobre blanco estas instrucciones.

El Gobierno regional admite que esto está ocurriendo, pero matiza que se debe a que en algunos centros se genera remanente porque son más grandes y las concesionarias pueden pujar a la baja y en otros no. “Pero las familias pagan lo mismo en todas partes independientemente de la provincia o el colegio”, insistió una portavoz. También aseguró que el remanente se utilizará para gastos informáticos de los centros, competencia de Educación igualmente.

A la vez que traslada el pago de estos servicios a las familias, Castilla La Mancha es la Comunidad Autónoma que más ha recortado en educación en los últimos cuatro años. Un estudio de CSIF, que coincide básicamente con otro elaborado por la propia Junta, calcula en un 30% el tijeretazo a los fondos de educación desde que gobierna María Dolores de Cospedal. La partida para la Consejería ha pasado de 2.128 millones a menos de 1.500.

“No es de recibo”, se lamenta Carmen Iniesta, de la Federación de Enseñanza de Castilla La Mancha de CCOO. “El Gobierno de Cospedal vuelve a reducir la partida de gasto corriente a los centros escolares y tiene la desfachatez de ordenar que ese déficit lo cubran las familias”, se indigna. Jesús Salido, presidente de la Confederación de asociaciones de padres y madres Ceapa, opina que es “una barbaridad que los servicios de comedores den beneficios”, y más grave aún que estos se utilicen para sufragar los gastos generales de los colegios.

Las familias se hacen cargo

En Castilla La Mancha, los precios del comedor escolar los fija la Junta. Para este año, cada alumno que quiera utilizar este servicio (que es voluntario) debe pagar 4,77 euros por día, según estableció la Consejería. La región se encuentra en el rango intermedio de precios de comedor a nivel estatal, según un informe de Ceapa, y ha mantenido sus precios sin variación respecto al pasado curso. Después, la Administración saca a concurso la gestión de los comedores y las empresas realizan sus ofertas. En el caso de Albacete, por ejemplo, la empresa que resultó adjudicataria pujó por un precio de 4,5 euros por comida. Esto quiere decir que la compañía devuelve al centro los 27 céntimos de más que paga cada familia por alumno y comida.

En un curso escolar, con una media de 175 días de comedor, cada niño de un centro público de Albacete paga 47,25 euros extras. Un colegio con cien alumnos, por ejemplo, recibirá 4.725 euros anuales aportados por las familias que utilizan este servicio. En Toledo el remanente alcanza casi el euro por alumno y día si se incluye el servicio de desayuno, lo que significa que una familia paga 169,75 euros más de lo que realmente cuesta el servicio por cada hijo que lo utilice.

Hasta ahora ese importe quedaba congelado, destinado a reponer o adquirir material nuevo del comedor y la cocina, explica Carmen Iniesta, de CCOO. Pero este año la Consejería de Educación, que dirige Antonio Marcial Marín, emitió una circular en la que informaba a los centros de que les transferiría una cantidad menor de la que les corresponde para sus gastos de funcionamiento. Y añadía que “a la vista de los remanentes generados en el programa 423 A-C de los centros docentes que prestan servicio de comedor escolar (...) se ha considerado conveniente autorizar a los centros escolares a utilizar este saldo para hacer frente a los gastos de funcionamiento durante el ejercicio 2015”. En otras palabras, que los colegios compensen (y funcionen) con el remanente del comedor que pagan algunas familias lo que la Junta no asume.

CCOO no da crédito con la medida. “Debería devolverse el dinero a las familias o ajustar las cuotas a su coste real”, afirma Iniesta. Para esta portavoz, la situación tiene además un agravante: “Se han suprimido las becas de comedor justo cuando las familias más lo necesitan y cuando para muchos niños esa comida es la única que hacen al día”, hecho que también en parte ha provocado que menos niños estén utilizando estos servicios. En una línea parecida se manifiesta Salido, de Ceapa. “No hay dinero para becas, las que hay no llegan a las familias que las necesitan en un porcentaje muy alto, y que además genere beneficios es inaceptable”, afirma. “Y más grave aún es que se destine a gastos generales cuando es la administración la que tiene que afrontarlo, es una irresponsabilidad política tremenda”, añade.

En Ceapa relatan que una situación parecida se dio en Aragón porque se destapó que había centros que estaban obteniendo sustanciosos beneficios por el servicio de comedor. En aquel caso la situación también era hiriente, según Salido, porque incluso los alumnos becados tenían que pagar una pequeña cuota destinada a mantenimiento, etc. “Y encima la justificación que nos dieron es que ese beneficio se utilizaría para arreglar ventanas o comprar ordenadores, peor aún”, recuerda.

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