¿La DANA provocará más calor? No exactamente, pero influye y convive con las altas temperaturas
España encara una nueva semana de verano con un tiempo bastante más inestable. La previsión es que convivan dos fenómenos distintos: una DANA que va a dejar tormentas en el noroeste peninsular y altas temperaturas en otros muchos puntos, entre ellos el noreste. Así que los avisos amarillos y naranjas por lluvias de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León se simultanean con las alertas por calor del valle del Ebro, Catalunya y el centro de la Península. Las previsiones sitúan los termómetros del pirineo aragonés, catalán y navarro en 39 grados de máxima. La misma temperatura se espera para este lunes en algunas zonas de Euskadi y Mallorca.
¿Es normal que suceda a la vez? Las DANA –acrónimo de depresión aislada en niveles altos– suelen ser más “activas” en otoño, cuando una bolsa de aire frío queda aislada y una de aire caliente asciende y choca, dando como resultado una lluvia virulenta. Sin embargo, también pueden ocurrir en verano, explica Marcelino Núñez, portavoz de la Agencia Española de Meteorología (AEMET). En este caso concreto, puntualiza el experto, las zonas afectadas por la DANA no lo estarán por las altas temperaturas y viceversa.
Pero sí existe un efecto amplificador del calor sofocante por ocurrir de forma simultánea. “Se influyen de algún modo. Si la DANA estuviera más en el centro, no permitiría el paso del aire cálido del sur con calima y polvo sahariano. Esta, sin embargo, ha dejado al descubierto el ala este”, apunta Núñez. El meteorólogo Martín Barreiro coincide en que “no hay una causa-consecuencia”, “pero la DANA, tal y como aparece, está ayudando a que las temperaturas sean más altas”.
Aunque las DANA siempre provocan inestabilidad, en esta ocasión “no serán muy efectivas en cuanto a generar precipitaciones, pero sí darán vientos fuertes, descargas eléctricas y a veces granizo”, prevén desde la AEMET. El organismo recuerda que, sin embargo, en el otoño pasado no se dieron los típicos fenómenos de “gota fría” en el Levante. “Parecía que el Mediterráneo se había desconectado; de ahí la sequía en toda esa zona levantina y de Catalunya”, subraya el portavoz Marcelino Núñez.
El anticiclón de las Azores
Este verano está ocurriendo otra cosa anómala, destacan los expertos, y es que el anticiclón que se sitúa en el entorno de las Azores durante toda la época estival está bloqueando menos que otros años la inestabilidad.
“Es la situación más típica de cielo despejado y todo bloqueado que genera que se creen bajas térmicas que terminan succionando el aire de África. Este año no se ha dado mucho. Estamos en un verano atípico ligado a una primavera atípica, aunque las temperaturas siguen subiendo”, describe el experto de la AEMET. “Hay menos momentos de altas presiones que bloquean las borrascas”, coincide Barreiro.
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