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La Defensora del Pueblo rechaza la queja de las víctimas del franquismo por el discurso del rey

Felipe VI durante el discurso de navidad. |

Juan Miguel Baquero

La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, rechaza defender a las víctimas del franquismo ante el rey Felipe. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) había presentado una queja por las declaraciones del monarca en su último discurso televisado de Navidad. La institución pública argumenta que el jefe del Estado no forma parte de la Administración y que la Corona no es un “órgano de representación popular”.

“Son tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas”, decía Felipe de Borbón el 24 de diciembre. Para la ARMH, es una afirmación “contraria a las víctimas del franquismo” y un argumento “que repiten sectores de la derecha” contra la demanda de derechos humanos sobre los crímenes de la guerra civil y la dictadura.

La respuesta de la oficina del Defensor del Pueblo ante la queja es que no procede “la intervención de esta institución sobre la cuestión planteada”. El organismo alega, en un primer punto, que entre sus funciones está defender “los derechos constitucionales mediante la supervisión de la actuación de la Administración, de la que no forma parte el jefe del Estado”. Los discursos del rey, añade, “no son objeto de supervisión por esta institución”.

Una segunda razón para no intervenir ante la queja presentada el mismo día de la alocución real es que Felipe de Borbón, y “la Corona”, no ostentan “carácter de órgano de representación popular, dado que su magistratura no es electiva”. Por estos motivos “no procede la intervención de esta institución sobre la cuestión planteada”, apunta la Defensora del Pueblo.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, ante la respuesta oficial, aclara en un comunicado que no había planteado “la supervisión de los discursos de Felipe de Borbón sino el cumplimento de su juramento en el día de su coronación”. En alusión al compromiso de “hacer guardar la constitución” y que, por esto, desde la ARMH le reclaman “la igualdad de trato con respecto a otras víctimas de delitos violentos como las del terrorismo”.

Como habían anunciado, la asociación defensora de los derechos humanos “hará llegar al monarca los informes del Grupo de Trabajo contra la Desaparición Forzada e Involuntaria de Naciones Unidas y del Relator Especial para la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición”. Estos organismos de la ONU “han sido contundentes con respecto a las obligaciones del Estado español hacia los derechos de las víctimas de la dictadura franquista”, recuerdan.

Para la ARMH, “una jefatura de Estado no electa debe ser especialmente meticulosa en su deber de representar a toda la ciudadanía y en especial a aquellos que demandan en cumplimiento de derechos humanos”. Algo que contravino, en su opinión, en el discurso navideño.

“Por esta razón, y sin saber dónde llevar a cabo una queja”, continúan, el colectivo memorialista “decidió dirigirse el Defensor del Pueblo solicitándole que en sus recomendaciones se dirigiera a la jefatura del Estado” para reclamar “el respeto que merecen las familias de los 114.226 desaparecidos de la dictadura franquista”. Y quejándose, además, “de la discriminación que sufren” con respecto a otras víctimas, “como las del terrorismo, a las que el Jefe del Estado se ha dirigido siempre con el máximo respeto y a las que jamás les diría que no agiten viejos rencores ni heridas cerradas”.

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