Europa se recalienta más del doble que la media del planeta
Las temperaturas en Europa se han incrementado más del doble que el promedio de todo el planeta. Entre 1991 y 2021, el ritmo de recalentamiento está en 0,5ºC por década, según los datos revisados por la Organización Meteorológica Mundial y el servicio Copernicus.
“En ningún otro continente las temperaturas han subido de forma tan notable”, es la sencilla conclusión de este informe conjunto sobre el estado del clima europeo de 2021. “Europa es el vivo reflejo de un mundo que se calienta”, recuerda el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Este aumento del calor deriva en la alteración del clima y se deja sentir en la vida cotidiana de los ciudadanos. Solo en 2021, los fenómenos meteorológicos extremos impactaron directamente en más de medio millón de personas –con cientos de víctimas mortales–. Las pérdidas económicas, han calculado estos organismos, se han ido a los 50.000 millones de dólares.
El 80% de los episodios extremos de 2021 fueron crecidas o tormentas. “Incluso las sociedades bien preparadas no están a salvo de las consecuencias de los fenómenos extremos”, subraya Taalas. Y eso que en Europa hay recursos para implementar sistemas de alerta y adaptación para amortiguar los golpes. Los planes de avisos por calor extremo “han permitido salvar vidas”, subraya el trabajo.
Medio siglo de impactos
Lo que muestran los registros es que, desde 1970 a 2019, se certificaron en Europa 1.672 “desastres” relacionados con la crisis climática que se han cobrado unas 159.000 vidas y unas pérdidas de 470.000 millones de dólares. Si las precipitaciones violentas y las inundaciones de agua son los “desastres” más habituales en el continente, las olas de calor son el que más agrede a la salud de las personas: más de 148.000 fallecimientos en esos años, según el informe.
La crisis climática ha dañado la salud de los europeos “de múltiples maneras”. La combinación de cambio climático, urbanización y población envejecida en Europa hace que esa población “sea cada vez más vulnerable”.
“Da igual los futuros niveles de calentamiento global, las temperaturas en todas las regiones de Europa subirán por encima de la media planetaria”, han calculado la OMM y Copernicus, dando cuenta de las inercias climáticas que provoca el calentamiento global. “La frecuencia e intensidad de las olas de calor, incluidas las marinas, han aumentado en estas décadas y se proyecta que sigan incrementándose sin importar los escenarios de emisiones de gases”, añade. Es decir, aumentarán porque la inercia cuesta mucho tiempo modificarla una vez que se han alcanzado ciertos niveles.
Mientras, además de la salud de las personas, los ecosistemas y las infraestructuras de Europa se ven dañados.
Los hábitats caen, por ejemplo, pasto de los incendios forestales. Las temporadas de fuegos de 2021 y 2022 han dejado récords de territorio calcinado en toda la cuenca mediterránea. Las infraestructuras de transporte no aguantan los embates de los fenómenos violentos alimentados por la crisis climática: “Muchas fueron construidas basándose en unos valores históricos para los umbrales de diversos fenómenos naturales que no les permiten resistir a los actuales”.
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