Los obispos reclamarán la unidad de la Iglesia y el “respeto a las normas” de cara a las elecciones catalanas
Un mes después de que volasen todos los puentes del diálogo en Cataluña, los obispos españoles debatirán sobre el presente y el futuro de la crisis independentista. La Asamblea Plenaria del Episcopado se reunirá a partir del lunes tras el fracaso de la llamada “vía Omella”, mediante la que el arzobispo de Barcelona intentó sin éxito evitar que Carles Puigdemont declarase la independencia, y con una Iglesia catalana visiblemente dividida.
El objetivo es estudiar la publicación de un comunicado en el que se pedirá unidad y sosiego. También aprovecharán el encuentro para realizar un llamamiento al respeto, a las “legítimas aspiraciones democráticas” y a las leyes constitucionales.
Según ha podido saber eldiario.es, la Plenaria de la Conferencia Episcopal abordará este tema durante la conocida como 'sesión reservada', un encuentro que se celebrará el miércoles por la tarde y del que no se dan explicaciones ni se guardan registros. En este mismo encuentro se abordará la crisis abierta tras el 1-O, la DUI y la aplicación del artículo 155.
Una mayoría de los obispos, entre los que se encuentran los cardenales Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella y Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, aboga por un texto conciliador, que llame a la reconciliación de la sociedad española y que abunde en la solidaridad entre territorios y en los logros de los últimos 40 años de democracia. Un escrito con el que pretenden defender la legalidad, así como respetar las legítimas opciones de cada uno.
Otros dos sectores
Frente a la opinión mayoritaria, existen otros dos sectores. Por un lado, el más reaccionario, que exige seguir defendiendo la unidad de España como “bien moral”, poniendo así más énfasis en la defensa de la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y en el papel del Ejecutivo de Rajoy. Los representantes de este colectivo critican el “desprecio a las instituciones” del cesado Govern.
El segundo, formado por algunos 'versos sueltos' que han demostrado en las últimas semanas su falta de comunión con el resto de prelados. Entre ellos, destacan el obispo de Solsona (Lleida), Xavier Novell, el único que públicamente votó el 1-O y que ha denunciado la violencia policial y defendido el derecho a aplicar la DUI frente al acuerdo tácito alcanzado por todos los obispos catalanes.
En todo caso, según estas fuentes eclesiales, “no corresponde a la Conferencia Episcopal emitir una nota apelando al voto el próximo 21-D”. Al tratarse de unas elecciones autonómicas aclaran que ese cometido compete a la Conferencia Episcopal Tarraconense. Sin embargo, en la sesión reservada se intentará salir con una idea clara y unánime para evitar que los 'versos sueltos' puedan continuar ofreciendo una imagen de Iglesia.
La posición de la Iglesia frente a Catalunya
La situación catalana ha dividido a la Iglesia catalana, que ha quedado fracturada tras el referéndum del 1-O. El conflicto ha sembrado una profunda división en el clero y dejó una declaración de la Conferencia Episcopal que pedía evitar “actuaciones irreversibles” y apostaba por el diálogo. El presidente de este organismo solicitó a las administraciones que no se sitúen “al margen de la práctica democrática”.
El posicionamiento llegó después de que 400 religiosos pidiesen al papa Francisco intermediación para autorizar la votación del 1 de octubre. El ala cristiana de la Asamblea Nacional Catalana aseguraba entonces que la Iglesia lo define como un “derecho reivindicable en nombre de la justicia y la dignidad de los pobres”. En el otro lado, se situaba el silencio y aquellos prelados catalanes que optaron por la opción de “esperar y ver”.