Los incendios forestales quemaron 178.000 hectáreas de monte en 2017, el segundo peor registro de la década
El fuego arrasó el año pasado casi tres veces más de superficie forestal que en 2016. La ola de incendios que asolaron Galicia, Asturias y el norte de León en octubre ha colocado el 2017 como el segundo curso más devastador de la década con 178.200 hectáreas de monte quemadas, solo por detrás de 2012, cuando las llamas alcanzaron 218.900 hectáreas. Este último registro dobla a la media de los últimos diez años, que se sitúa en 91.846 hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que ha publicado su informe Los incendios forestales en España de 2017.
Las cifras sitúan al pasado como el año que más grandes incendios forestales (GIF) –aquellos que superan las 500 hectáreas forestales afectadas– registró de la década, con 56 fuegos, 36 más que la media. Un balance producto de los cuatro días de fuego que quemaron el Noroeste de la península: solo en el mes de octubre se produjeron 31 grandes incendios, el 55% del total, remarca el estudio.
Este tipo de incendios, altamente destructivos, se han catalogado ya como uno de los impactos evidentes del cambio climático, algo de lo que ya avisaba la propia cartera encargada de combatirlos en 2001 al afirmar en un estudio que al aumentar las temperaturas y la sequedad del suelo “inducirá una mayor desecación de los combustibles vivos y muertos y, por tanto, un aumento de su inflamabilidad”, preveía. Y es que las altas temperaturas y las grandes masas de vegetación a las que afectan los hacen muy difíciles de parar.
En total, en España se produjeron 13.793 siniestros, 1.430 más que la media del decenio –5.088 incendios, que queman más de una hectárea de monte y 8.705 conatos, que queman menos de una hectárea–, lo que sitúa a 2017 en el tercer año con mayor número de siniestros de los últimos diez años.
Ourense, Asturias y León
La región Noroeste es la que sufrió un mayor número de siniestros en 2017, con un 51,57% del total anual. Por territorios, los datos publicados por el Ministerio de Medio Ambiente dibujan un escenario en el que esta zona sale peor parada: encabeza la tabla Ourense, con 30.000 hectáreas quemadas, seguida de Asturias con 27.000, León con 22.000 y Pontevedra, donde el fuego arrasó 21.000 hectáreas. Los incendios quemaron también 12.000 hectáreas en Huelva, 11.000 en Cantabria y 8.000 en Zamora y Lugo.
Los fatídicos días del pasado octubre, que llevaron a nuestro país a captar la atención también en los medios extranjeros, provocaron que la superficie forestal arrasada por las llamas solo ese mes fuera más que toda la temporada de verano con junio, julio, agosto y septiembre juntos, según adelantó el Ministerio de Medio Ambiente a finales del año pasado. En esos treinta días se destruyó más superficie forestal que lo que ardió en prácticamente todo 2008, 2010, 2013, 2015 o 2016.
El pasado fue también el año del incendio forestal de Doñana en el mes de junio, por el cual tuvieron que ser evacuadas unas 2.000 personas y afectó a 40 especies de plantas, 75 de aves y 38 de mamíferos. Las llamas que avanzaron desde Moguer en dirección a las marismas acabaron consumiendo más de 8.000 hectáreas (muchas de ellas de terreno protegido).
En el mes de julio también hubo importantes incendios con fuegos en los últimos días en la sierra del Segura en Albacete y la Sierra Norte de Sevilla a las que se sumaron 3.000 hectáreas arrasadas en la parte zamorana de los Arribes del Duero. Zonas que llevaban encadenadas hasta cuatro incendios forestales solo en lo que iba de año. En agosto y septiembre, el fuego volvió a cebarse con diferentes reservas naturales de Andalucía y el fuego llegó a amenazar el mayor pulmón verde la costa de Huelva.